Capítulo 32

467 73 22
                                    

- Esto es una maldita locura - dije mientras aún corría agarrada de la mano de Thomas

- Toda locura trae grandes beneficios

Subimos lo más rápido al auto de Thomas y arrancamos como alma que lleva el diablo, si Jhoyssel nos llegaba a encontrar ese sería el fin de ambos, así que no nos daríamos la oportunidad de que eso sucediera.

Con la vista en la carretera Thomas me ofreció su mano, la tome y se la llevó a sus labios depositando un tierno beso.

¡Como podía no amar a ese hombre!

Salimos de la ciudad en dirección opuesta a la casa de Jhoyssel, no musitamos palabra alguna en todo el trayecto, sólo dejamos que el silencio hablará por nosotros.

Thomas detuvo el auto frente a una casa que a pesar de ser muy bonita se notaba lo abandonada que estaba, no pregunté nada al respecto y me dispuse a entrar, aún estaba amoblada aunque sobre cada mueble habían unas grandes sábanas blancas cubriendolo todo.

- ¿Qué es este lugar? - sabía que era una casa, eso era lógico, pero lo que realmente intentaba preguntar era el porque estábamos allí

- Mi casa - dijo sin mirarme - aquí en este lugar viví toda mi infancia, cuando mamá desapareció quise venderla, pero no fui capaz - me miró - desde que me fui con mis tíos jamás había regresado

- No creo que sea buena idea estar aquí - me acerqué más a él - No si te hace daño Thomas

- ¡Oh no! - me sonrió - No me hace daño Alex y menos ahora - agarró mi mano - ven conmigo - subió conmigo hasta una de las habitaciones

- Supongo que era tu habitación - dije recorriendo cada rincón de esta con la vista

- Lo era - caminó hasta la cama, se agachó y jalo una gran caja - aquí escondía mis mayores tesoros - empezó a sacar algunas cosas viejas e incluso rotas - cada cosa que encontraba en la calle la guardaba para mi - dejo salir una risita y metió todo de nuevo

Hubo un silencio enorme, al principio fue cómodo, pero al pasar los segundos, esa comodidad se fue disipando, sabíamos que teníamos que hablar, pero simplemente ninguno de los dos lo hacia.

- Creo que debo irme - rompí el silencio mientras me ponía de pie

- ¡No! - se levantó de golpe y me agarró del brazo - quédate conmigo - me abrazó - por favor

- Thomas - me separé un poco de él para mirarlo a la cara - si me quedo tendremos más problemas, no se de que cosas es capaz Jhoyssel y tampoco quiero saberlo.

- no me importa Jhoyssel Alex - levantó mi mentón - me importas tú y lo que siento por ti, el resto no es algo de importancia ¿Si?

Su respiración se mezclo con la mia y acto seguido senti sus labios estrellarse con los mios. Un breve corrientazo subió por todo mi cuerpo y fui yo quien profundizó aquel beso.

Terminamos haciendo el amor sobre aquella sábana blanca que cubría la cama mostrando su antigüedad, tenía un olor a polvo pero nada de eso nos importó a la hora de entregarnos el uno al otro una vez más.

Podría acostumbrarme a ello.

- Quiero esto para mi vida Alex - susurro Thomas mientras acariciaba mi cabello. Tenía mi cabeza apoyada en su pecho mientras dibujaba círculos en su vientre

No respondí nada.

Yo también quería eso para mi, pero sabía que no era posible, no ahora y al pensar en ello un enorme nudo se formó en mi garganta.

Al Final Del TúnelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora