Capítulo 14

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No dije nada, sólo las mire a ambas y camine hacia las escalas, sólo necesitaba un buen baño.

- ¿De verdad esa es la vida que quieres llevar Alex? - me sorprendió Adela así que me detuve, la mire y me encogi de hombros

- Desde lejos hueles a sexo - escupió Irene

- ¿Como reconoces el olor hermanita? - torci mi sonrisa - se nota que eres toda una experta, pero la diferencia es que yo no ocultó lo que soy

- De verdad produces asco Alex

- Eso no me dicen los chicos - sonreí - Oye, si tanto me odias ¿Porque regresaste?

- Pedí homologar mi carrera, así que de nuevo he regresado a vivir aquí, lo se, que mala noticia para ti

- No, si no hay problemas - dije y subi a mi habitacion.

Miré mi maquillaje y lo quite con un pañito húmedo para volver a marcarlo y peine nuevamente mi cabello.

Saque mi maleta, mi morral con mi comelona y la mochila de la mercancía y los saque de mi habitacion. Pase seguro a mi puerta y baje todo.

Hoy me iría de esa casa.

- ¿A donde vas? - se levantó Adela y camino hacia mi

- Lejos de ustedes dos - acomode mi mochila - así que si no te importa - la invité a retirarse

- ¿A donde irás? - volvió a preguntar y yo puse mis ojos en blanco

- Déjala ir mamá - hablo Irene desde el sofá - así seré tu única hija mujer como siempre debió ser

- No - la miro - tu no te puedes ir de aquí

- ¡Ay por Dios! - sacudi mi cabeza - Tras de loca me saliste bipolar ¿Que pasa contigo? Me ordenas largarme de aquí y cuando lo hago me detienes ¿Tienes arena en el cerebro o algo así?

- No es eso - se acercó a mi - ahora mismo subiras a tu habitación y no saldrás de aquí

- Demasiado tarde - arrastre mis maletas hasta la puerta - Por cierto gracias por el dinero que dejaste en tu mesita de noche - cerré de un portazo

Amarre como pude la maleta en la parte trasera de mi motocicleta junto con el bolso adicional y me colgué la mochila en mi espalda.

Acelere lo más que pude hasta la casa de Sac y estando allí parada al frente de la puerta recordé que él aún seguía molesto conmigo, pero aún así toqué el timbre.

- ¿Que haces aquí? - preguntó luego de abrir la puerta y observarme

- Necesito tu ayuda - mordi mi labio inferior - se que aún estas molesto conmigo, pero lo siento ¿si?

- Sólo porque necesitas mi ayuda es que me pides disculpas ¿No? - se cruzó de brazos

- pensaba hacerlo, te lo juro - junte mis manos - pero no pude hacerlo, se me presentaron varios asustos

- Bien, no importa - se dirigió a mi y nos sentamos en las escalas fuera de su casa - ¿Para que me necesitas? Y ¿Porqué estas vestida así?

- Es una larga historia -  recogí mis piernas - luego te la contaré - lo mire y puse mis manos en sus hombros - Necesito que me dejes dormir en tu casa hasta el lunes que me largue al dichoso foro ese

- ¿Estas hablando enserio Alex? - rasco su cuello

- Mira - señale mi moto - ¿Crees que traería maleta si fuera una broma?

- Pero ¿Que ha pasado?

- La pesada de Irene regreso ¿Puedes creerlo? - me levanté y el me imitó - Quisiera apretarle el cuello con mis propias manos hasta que suene

Al Final Del TúnelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora