Capitulo 8

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Lauren


Me miro y sonrió, la observe hipnotizada mientras se acercaba lentamente, deduje que iba a tomar asiento en una de las sillas que tenía pero siguió su camino hasta estar a mi lado, corrió la silla en la que me encontraba un poco hacia atrás y se sentó sobre el escritorio frente a mi, mi cuerpo se tensó a tenerla así, se reclinó para estar más cerca de mi y susurro..

-te deseo a ti Lauren..-

Sin poder evitarlo mi vista se dirigió a su escote mientras sus palabras hacían eco en mi cabeza. Al notar su efecto en mi contraatacó..

-Que sucede? Te has quedado sin palabras?- preguntó acercándose mas si eso era aún posible, sentía su respiración a escasos centímetros.

Sin dudas me había dejado sin palabras, y sobre todo sabia que lo había hecho pero como pude me recompuse, estuve todo este tiempo planeando en mi cabeza como salir de esta situación y lo iba a poner en práctica.

Alce la vista hacia sus bellos ojos y la mire desafiante, Camila no estaba acostumbrada a que tome el control, generalmente la que lo tenía era ella, pero no esta vez.

-A decir verdad no, solo estaba admirando su figura, es una mujer muy hermosa, ya le se lo han dicho reiteradas veces lo imagino..- dije mientras me levantaba lentamente encarando su boca que quedo a escasos centímetros de la mía obligándola a retroceder un poco hasta quedar con mi cuerpo entre medio de sus piernas casi pegado al suyo, al terminar la frase vi como su actitud cambiaba, no se alejó ni un centímetro de mi, solo me miro extrañada y sus pupilas levemente se dilataron.

-También estaba analizando sus palabras..- dije mientras mi vista recorría su cuerpo en esa ubicación.. Dios dame fuerzas!

-Me desea pero no me puede tener señora Cabello, ambas mantenemos una relación sana con personas maravillosas así que amablemente le pido que se retire porque tengo mucho trabajo que hacer.- termine, solo quería que se enfadara y saque su hermoso trasero de mi oficina antes de que cometiera una error. Pero no, Camila me miro, analizo brevemente en silencio mis palabras y su famosa sonrisa apareció. Oh dios estoy perdida, pensé.

-Me gusto eso..- tres palabras, solo tres palabras y mi mundo se desmoronó. 

Tomo mi cara con sus manos, e hizo desaparecer la distancia que nos separaba, fue como si hubiese esperado mi vida entera por ese beso.

Se lo devolví haciendo que nuestras bocas se fundan en una sola, comenzó como un beso lleno de deseo y lujuria, no cabía nada mas, la culpa vendría después pero no podía negar que estaba esperando por esto tanto como ella de seguro.

Mis manos rápidamente se dirigieron a sus piernas, necesitaba sentirlas cuanto antes, tuve miles de sueños y fantasías eróticas con esta mujer, no me pueden culpar por querer sentir su piel de verdad..

Cuando mis manos tocaron sus muslos ella tomo mi cabello y lo tiro haciendo que un gemido ahogado escapara de mi boca, me quede sin reacción cuando noté que tenía ligas, esta mujer definitivamente me quería matar. 

Al notar que me detuve se alejó casi de manera imperceptible y me sonrió.

-Al parecer encontraste algo que te gusta..- susurro sobre mis labios y después subió a mi oreja.

-Me lo puse con la única intención de que lo saques con tu boca- termino de decir.
Mis manos que estaban casi dentro de su vestido se tensaron cuando comenzó a bajar por mi cuello con besos hasta llegar a mi camisa. 

Si la detenía nunca me perdonaría así que sin mas volví a acariciar sus piernas, eran extremadamente suaves y definidas, eran perfectas.

Si tenerla besándome el cuello ya no fuese suficiente tomo nuevamente de mi cabello y lo tiro, esta maldita mujer descubrió lo que me gustaba.

Gruñí un poco y sentí como sonreía cuando seguía su camino de besos por toda la extensión de mi cuello hasta llegar a la clavícula, ni siquiera note cuando comenzó a abrir mi camisa, y a acariciar mi abdomen.

-Me encantan tus abdominales, eres jodidamente sexy Jauregui- susurro antes de tomar mis labios nuevamente, en un movimiento inesperado tanto por mi como por ella subí mis manos y apreté su trasero, suspiro en medio del beso, se alejo para mirarme con una sonrisa y note cuanto le gusto que lo hiciera. 

Vi la oportunidad de tomar el control y así lo hice, retire mis manos y le di la vuelta dejándola de espaldas a mi, no perdió el tiempo y se recostó con sus brazos en el escritorio, mirándome con deseo sobre su hombro con su hermoso trasero frente a mi. Esa imagen quedaría guardada para siempre en mi memoria, me agache hasta estar a la altura de su pierna y comencé a besarla, desde abajo hasta donde estaba la liga y así con la otra, sentía como se retorcía con mis besos cuando estaba a punto de llegar a su trasero, me detuve, la quería hacer sufrir, dirigí mi mano hasta el cierre del vestido que estaba en la parte superior y lo baje con toda la paciencia del mundo mientras la escuchaba suspirar y reclamar, ya abierto comencé a deslizarlo mientras besaba la piel recién descubierta.

-Jauregui esto es una tortura!- la escuche exclamar cuando bese su nuca.

Deslice su vestido por sus piernas y la vi, de espaldas con su ropa interior de encaje negra recostada en mi escritorio toda para mi, no me di cuenta cuanto tiempo estuve mirándola hasta que volteo, lo primero que llamo mi atención fue su maldito tatuaje, era tan sexy que dudaba conocer a alguien como ella en esta vida, tomo mi rostro con su mano y lo dirigió hacia arriba para que nuestras miradas se junten, en el momento en que vi sus ojos algo dentro de mi exploto, mis pelos se erizaron y ella al notarlo se mordió el labio inferior, estaba a punto de correrme solo con la visión de esta mujer en ropa interior frente a mi.

En un movimiento rápido me empujo sobre mi silla y se sentó sobre mi.

-Ya te divertiste Lauren, ahora es mi momento de jugar.- dijo y me saco la camisa mientras me besaba con pasión, mis manos acariciaban todo su cuerpo y leves gemidos escapaban de mi boca y se mezclaban con los suyos.


Tenía a Camila Cabello sobre mi en ropa interior besándome, ni en mil vidas pensé que viviría esto.

Con una de sus manos tomo mi cabello y lo tiro hacia atrás dandole una visión total de mi cuello.

-¿Te gusta que tire de tu pelo no es cierto?- susurraba mientras me besaba con fervor. Ni siquiera note cuando abrió mi sujetador, lo único que sentí fue una explosión de placer cuando se adueño de uno de mis pechos con su boca.

-Dios Camila! No te detengas POR FAVOR!- grite en medio de gemidos.
Mis manos apretaban su trasero en busca de apoyo, no podía aguantar mas todo el placer que me estaba dando.

Como una avalancha de sensaciones con el ultimo roce de su boca sobre mi piel explote en mil pedazos gritando su nombre.

-Camila, camila, camila- era lo único que podía pronunciar después de lo que me hizo sentir.

Quería recompensarla y lo iba a hacer, tome su boca en un beso desesperado, mis manos se dirigieron a el cierre de su sujetador y cuando lo iba a abrir suena el teléfono que tengo línea directa con Michael.

Mire a Camila y asintió para que contestara, quería matar a Michael, cuantas veces mas interrumpiría mis momentos con su mujer?, me sentí una hipócrita al pensar en eso pero no importaba.

La levante de mi regazo con delicadeza y conteste la llamada mientras miraba a Camila que se colocaba su vestido nuevamente.

-Realmente quería terminar con esto- le dije mientras dejaba el teléfono a un lado. Ella me miro y sonrío. Esta no iba a ser la ultima vez.

-Tenemos un viaje a París la próxima semana Lauren, vamos a tener tiempo de terminarlo y repetirlo.- termino de decir en cuanto se acercaba y dejaba un suave beso en mis labios.

La esposa de mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora