Después de que se le paso el enojo me miro neutra, no supe descifrar que significaba esa expresión hasta que dijo las palabras que me rompieron el corazón.
-Michael esta aqui.-
De pronto me quede muda, las palabras no salían de mi boca o definitivamente no tenia palabras.
Camila me miro apenada como si supiera realmente lo que estaba pasando por mi cabeza, tomo asiento y acerco su mano a la mía que estaba sobre la mesa a lo que yo rechazo su intento de acercamiento.
-Discula lo, realmente no tenia idea de que se iba a aparecer por aquí, pero puedo solucionarlo, te lo prometo.- y así sin darme tiempo a que le responda se retiro.
Sentí mi corazón achicarse y un nudo en la garganta formándose cada vez que el nombre de su marido hacia eco en mi cabeza.
Puse las manos sobre mi cara y me recosté en la mesa esperando que todo sea un estupido sueño y que al despertar tenga a Camila a mi lado.
Pero pasaron los minutos y nada.
De repente siento un leve roce de una persona, levanto la vista y ahí estaba.
-Keana?- Logre decir después de recuperarme del shock que provoco volverla a ver después de tanto tiempo, ella sonrió al escuchar su nombre y no pude evitar notar que seguía tan hermosa como siempre.
-Estuve como 30 minutos deliberando con mi interior si debía acercarme o no a ti, puedo sentarme?- Después de lo que pareció una eternidad pude reaccionar y me levante a darle un abrazo.
Pese a que las cosas no funcionaran entre nosotras ella fue muy importante en mi vida y una de las personas que mas me ayudo a aceptarme tal cual soy.
-Disculpa, es que es muy raro volver a verte después de...-
-Tanto tiempo? si lo se, créeme que me sorprende tanto como a ti que nos encontremos aquí- me respondió mientras me miraba de arriba a abajo.
- Y no has cambiado mucho, estas mas linda nada mas- me respondió galante como siempre.
-Tu no cambias mas- le respondí con una sonrisa verdadera.
Se sentó en el lugar donde antes estaba Camila y me contó sobre su vida y que estuvo haciendo después que nos separamos, yo ya sabia de algo por las noticias y demás, pero al parecer invirtió en una empresa pequeña que ahora vale millones y se esta dedicando a las fundaciones que ella misma creo.
Hablamos sobre amores pasajeros y nuestras amistades, yo por mi parte le conté que estaba trabajado para uno de los millonario mas poderosos del país, a lo que se sorprendió ya que creyó que nunca me envolvería en la economía porque como decía antes, es todo un plan de los políticos! Ella solo sonreía y asentía.
Pasamos varias horas hablando y poniéndonos al día, cuando llega la famosa pregunta que creo que quería hacerla desde que se acerco.
-La que estaba antes sentada aquí contigo, ella es la esposa de tu jefe verdad?-
Sin querer voltee a la dirección donde vi salir a Camila y asentí lentamente, sin querer mirarla a los ojos, ella me conocía muy bien.
-Se te nota lau, no tienes que fingir conmigo. Como sucedió todo?- no había notado cuanto la extrañaba como amiga, siempre fue muy amorosa y protectora, siempre se preocupaba por todos al punto que nunca entendí porque me había hecho lo que hizo.
-En una fiesta que tuvieron en su casa, la conocí por primera vez y me hizo temblar el mundo, pero nuestra relación es...
-Complicada?-
-Nula, ella esta casada y yo trabajo para su esposo, creo que soy su entretenimiento porque el es muy aburrido.- termine de decir y vi como Keana reía.
-Si es por entretener vas bien, se nota que algo le pasa contigo, vi como reacciono con la mesera.- Por un momento había olvidado el incidente.
-Puede ser muy posesiva cuando quiere, imagínate que esta celosa de Alexa!- le respondí y ella volvió a reír.
-Puede ser.. Lau, quieres irte de aquí, al parecer no va a volver.- Me dijo mientras se ponía de pie.
-Sabes que? acepto tu propuesta, veamos que tienes para mostrarme Issartel.
La acompañe fuera del restaurante y caminamos hacia su auto, un flamante maserati.
-Veo que el buen gusto no se te fue- le dije bromeando.
-Claro que no, por eso estoy contigo.- me respondió mientras subía con una sonrisa seductora y yo la acompañaba.
Ya dentro del vehículo, comenzó a sonar lana del rey a lo que yo por instinto la mire.
-No he podido dejar de escucharla todo este tiempo, me trae hermosos recuerdos.-
Yo solo sonreí y deje que conduzca, se hizo un silencio pero no incomodo a decir verdad, la extrañaba, esa forma que tiene de hacer que todo sea simple, su compañía siempre me gusto a pesar de todo lo que nos paso no le guardo rencor.
Sin notarlo vi como llegaba a un estacionamiento, realmente no sabia donde estábamos porque no preste atención, hasta que bajamos del vehículo y me tomo la mano.
-Como en los viejos tiempos?- me miro y sonrío.
-Te vas a arrepentir de haberlo dicho- Le sonreí coqueta y la seguí al interior del bar.
Estuvimos bebiendo y hablando hasta que se hizo de noche y nos fuimos al club, estaba lleno de personas en la fila esperando para entrar pero así como nos vieron nos hicieron lugar.
Nos pasamos la noche bailando, ella me contó que estaba en París por una cuestión de trabajo hacia ya 3 meses y que se hizo muy conocida en ese poco tiempo.
La estaba pasando tan bien hasta que note que mi celular tenia varias llamadas perdidas de Camila, cuando leí ese nombre en la pantalla del celular fue como si me golpearan muy fuerte. Recordé la noche anterior, los besos, las caricias, las promesas y Michel.
No abrí ninguno de los mensajes y al celular lo apague.
-Lau quieres irte de aquí- me dijo Keane muy cerca de mi boca.
-Estaba esperando que me lo digas- le respondí tomando de su mano para salir de ahí.
Ya para ese momento un auto nos estaba esperando y vi como hablaba con alguien para que se lleven su auto.
Cuando llegamos a su suite mi ultimo recuerdo es Keana abriendo una botella mas de champagne y después, oscuridad.