CAPITULO 20

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                      EL MENTOR

Despierto escuchando el hermoso coro de los ángeles, su voz es majestuosa, simplemente me quedaría horas oyéndolos sin aburrirme. Por un momento me siento desorientada, me toma unos segundos recordar que me encuentro en la habitación de Reivel, que por cierto, no está.

Tengo que admitir que a pesar de todo lo sucedido dormí bien, relajada, no sé si la compañía tuvo algo que ver, me siento atraída hacia Reivel, aunque desearía no fuera de esa forma. Debo aceptar que ha cambiado conmigo, ya no es altanero ni grosero, dicen que del "Odio al Amor hay sólo un paso" pero él nunca me ha manifestado que yo le interese, no al menos en el plano sentimental.

Sin embargo, el saber que puedo contar con él me tranquiliza, jamás pensé que diría eso, más que hace tan sólo unas cuantas semanas no era santo de mi devoción. Recorrí la casa para encontrarme con Asaliah en la sala común acomodando un cuadro de un paisaje.

-Buenos días Agatha. _Me recibe con una cálida sonrisa.

-Buenos días ¿Dónde está Reivel?

-Ha sido llamado.

-Oh, tienes una idea para qué. 

Mueve la cabeza en negación.

-Así que te dejaron de nuevo como mi niñera.

-No lo veas así, él sólo se preocupa por tu bienestar.

-Y con "él" seguimos hablando de...

-Reivel y tus padres. _Su dulce mirada me envuelve.

Pienso en ellos y una punzada de dolor se clava en mi corazón.

-No estés triste Agatha, algún día volverán a estar juntos.

Reivel se materializó en frente de nosotras, traía cara de pocos amigos. Intercambia una mirada con Asaliah.

_Entiendo. _Expresa el ángel para agregar: _Ha sido un gusto conocerte Agatha, cuídate.

-Adiós. _Contesto viéndola alejarse para luego atravesar el jardín y desaparecer.

-¿Qué sucede? _Interrogo a Reivel que no se ha movido de su sitio.

-Tenemos que hablar. _Responde cortante.

Oh-oh esto no puede ser bueno. Tiene las manos metidas en las bolsas de su jeans y la mirada perdida en un librero.

-Tengo instrucciones de que tú...... _Suspende la frase sin terminar, se muerde el labio.

-¿Qué sucede Reivel? Dilo ya.

-Debemos regresar a la Tierra, tenemos una misión pendiente.

-¿Qué misión? _Recordé las palabras de mi madre.

-Primero debes saber que he sido designado como tu mentor.

Quedé completamente impactada ¿Qué había dicho? "Ser mi mentor" eso significa "Convertirme en cazadora de brujas" "Cazar a los míos"

-Agatha, eres mitad ángel, llevas sangre celestial en tus venas. 

-Pero ¿Y qué hay de la marca? ¿Con mi unión con Adiraet?

-Lo resolveremos, un paso a la vez.

-Lo dices como si fuera tan simple.

Reivel sonríe para sus adentros, creo que él tampoco esta muy convencido de sus palabras pero intenta animarme.

-¿Cuándo nos vamos? _Consulté desmotivada, extrañaría el Limbo.

-Mañana a primera hora.

-¡Oh! _Exclamé sin ganas.

-¿Qué decides Agatha? Al final deberás elegir un bando. Si elijes el bien tienes muchas probabilidades de convertirte en un ángel, si elijes el mal, estarás con Adiraet y le darás descendencia, es tu decisión.

Analicé lo escuchado, mi propia gente asesinó a mi madre, no tenían derecho a lastimar a gente inocente ni pactar con fuerzas oscuras, evitaría que más jóvenes brujas atravesaran por esto.

-Estoy contigo, así que mi "Mentor" eh.

Me sonríe de una manera que me deja sin aliento.

-Sí, y para lograrlo necesitas entrenamiento, nos espera un largo trayecto.

-Espero que seas paciente, soy una novata.

-Cuentas con todo mi apoyo.

Compartimos una sonrisa, pero por dentro sentí temor, el temor que me daba el saber que pronto tendría que enfrentar a Sarangel y a los suyos, y aun demonio muy molesto llamado "Adiraet".

ENTRE SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora