CAPÍTULO 25

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Les dejo foto de Adriel.

Dedico este capítulo a:
JoselynRivero18
Ojos-acuarela
YanetPeraza
Tina-gabbana
Danny-06

                   LA VERDAD

Cuando desperté me encontré sólo con Adriel, me comentó que el Supremo llamó a Reivel, siempre que esto ocurría me preocupaba, me enteraría del asunto cuando regresara.

-¿Qué hay entre el angelito y tú? –Me pregunta de repente tomándome con la guardia baja.

Comienzo a comerme una pera y lo miro de reojo mientras me asomo por la ventana, el día está sombrío, lloverá, los relámpagos anuncian una prominente tormenta.

-No hay nada, sólo es mi mentor. –Me limito a contestar.

-Yaaaaa, y la luna es de queso, a quién quieres engañar.

Me sonrojo pero oculto mis encendidas mejillas tras la cortina de la ventana, simulando que miro hacia afuera.

-Sólo somos eso. –Le afirmo, la verdad no miento, hasta el momento ésa ha sido nuestra relación.

-Aja, y lo que interrumpí ayer ¿Qué fue? Parecían muy cómodos uno en los brazos del otro.-Me sonríe de forma traviesa.

-Nada pasó. –Me excuso.

-Porque yo llegué si no el intercambio de saliva hubiera sido productivo.

-"Intercambio de saliva" –Repito y no puedo evitar sonreír.

-Escucha Agatha, me agradas, a diferencia del pesado de Reivel. Te daré un consejo, tómalo o déjalo es tu decisión. Sé que entre ustedes hay sentimientos, pero no te compliques la vida, lo suyo no tiene futuro.

Lo miré con la interrogación reflejada en mis facciones.

-Me explico, la relación entre humanos y ángeles está prohibida, ellos son seres de luz, no pertenecen a este mundo. Adquieren un cuerpo físico al estar en la Tierra pero al morir regresan a su forma original.

Recordé de inmediato a mi padre, entendí a qué se refería.

-Jamás conocí a mi padre, la única manera que un humano y un ángel pueden convivir como pareja es que el ángel renuncié a su divinidad, lo que lo convertiría en un simple mortal. Tendrá nuestras mismas necesidades, envejecerá, enfermará, morirá, pregúntale a tu Reivel si está dispuesto a dejar su aura celestial por ti, al menos mi padre no lo hizo y mi mamá tuvo que hacerse responsable de mí, sola.

-No lo sabía. –Respondí perdiendo el buen humor.

-Tú por el contrario, me contaste que tu padre le pidió a tu madre venir con él, se lo jugó todo por ella. Eso sólo significa que de verdad la amaba.

-¿Has sabido de algún ángel que se convierta en humano?- Trato de averiguar.

-No, que yo sepa.

-Entiendo. –Pierdo interés en la pera pero mi vista sigue clavada en ningún lugar en específico del bosque.

-Sin embargo. –Continúa. –Hay un apuesto mitad ángel que no tiene ningún problema en iniciar una relación con una linda brujita. –Pronuncia acercándose a mí levantando una ceja, haciendo una mueca de chico sexy que me hace reír.

-¿Qué pensarían las ninfas?- Le sigo el juego.

-Mi corazón es tan grande que lo puedo dividir en cuatro.

Ambos nos reímos, Adriel se apoya en el marco de la ventana.

-Gracias, por tratar de hacerme sentir mejor.

ENTRE SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora