NUEVAS ALIANZAS
Como todas las noches, caí muerta del cansancio, miré mi muñeca, aún me costaba creer que la horrible marca desapareciera, luego de explicarles que la sangre de un ángel nos liberaría, no hubo mucha objeción, Reivel trajo un cáliz santificado y con un corte en su muñeca, vació su sangre en la copa, tomándola los interesados, viendo maravillados como se desvanecía hasta quedar una cicatriz blancuzca.
Me remuevo incómoda en la cama, no puedo conciliar el sueño, escucho un extraño sonido bajo mi cama y me alarmo ya que ahí escondo el libro. Enciendo la lámpara inclinándome, lo saco y está abierto. Lo cierro y al instante, el mismo sonido de páginas moviéndose vuelve a resonar y al volverlo a halar me doy cuenta que está abierto en el mismo lugar ¿Será que quiere que vea algo?
Lo coloco sobre la cama y leo: "Hechizo para Alianzas", no era el mismo que hice la última vez, lo leí mentalmente, y al momento la ventana azotó con rudeza de par en par haciéndome brincar del susto. La cerré pero al darme vuelta una mujer se encontraba frente a mí.
-No temas Agatha, no te haré daño. -Me dijo con voz pausada
-¿Quién eres?
-Soy Frida, pertenezco al Clan de las brujas blancas.
Lo comprendí de inmediato, Frida es .de las brujas que decidieron no pactar con la oscuridad.
-¿Por qué estás aquí? –Le inquirí.
-Tú me llamaste.
-Yo no.... –Recuerdo que he leído el hechizo, eso debió ser.
-Lo hice mentalmente. –Contesto confusa.
-El resultado es el mismo. _Sonríe.
-¡Oh! –Exclamo sin entender
-Agatha, vas a requerir de muchos aliados para lo que viene, aunque no tenemos poderes como ustedes, conocemos conjuros, pócimas poderosas, queremos participar en la campaña, no permitiremos que esta locura continúe.
-Primero debo encontrar a la Bruja Madre.
-La respuesta está justo en tu nariz niña. –Señala el libro.
-No entiendo. –Respondí frunciendo el ceño.
-Recuerdas lo que te dijo tu madre, lo que está escrito no está a la vista del hombre.
-¿Cómo sabes eso? –Pregunté.
-Nuestro conocimiento va más allá de tu entendimiento. Para lograrlo, vierte una gota de tu sangre sobre la primera página del libro, en el momento en que lo hagas este te reconocerá como su dueña y te mostrará todo aquello que necesites saber. Cuando llegue el momento te ayudaremos. No estás sola Agatha, tú eres la llave, por eso te temen, eres demasiado poderosa, aún para la Bruja Madre.
-Estoy asustada. –Le confieso.
-Es normal estarlo, yo también, pero debes ser fuerte. Liderarás a muchos y serás el principio de todo.
-¿Qué? No comprendo.
-Eres muy importante Agatha ¿Por qué crees que Sarangel te quiere muerta y Adiraet a su lado? He visto tu futuro, serás una guerrera del Supremo, el mal temblará ante tu nombre.
Me quedé con la boca abierta, no me consideraba para nada importante, pero al parecer, mi rol en esta campaña es primordial.
-Si has visto mi futuro, tú sabes si Rei y yo, estaremos juntos.
-Eso dependerá de las decisiones que se tomen ahora, el destino es subjetivo, está en constante cambio.
-Entiendo. –Ahogo una sonrisa de decepción.
-Tienes prioridades Agatha, no te distraigas con otros asuntos.
-Gracias Frida.
-Cuídate Agatha, hasta nuestro próximo encuentro.
Me quedé sola en la habitación, Frida se desvaneció en la misma forma en que había llegado. Tomé el libro y busqué algo punzante, encontré una aguja pinchándome el dedo, la gota cayó y de inmediato resplandeció, las páginas volvieron a pasarse solas y se detuvo al final donde una hoja en blanco comenzó a trazar líneas rojas, las cuáles formaron un dibujo. Me quedé observándolo, lo supe en cuanto lo vi, mostraba el mapa de cómo llegar a la guarida de la Bruja Madre, una alegría y a la vez consternación me inundó, tenía que decírselo a Reivel. Salí del cuarto con rumbo al suyo, abrí la puerta sin tocar y lo encontré recostado sobre la cama sin camisa leyendo. Mi vista se clavó en sus formados bíceps y no pude evitar sonrojarme.
-No te enseñaron a tocar la puerta. –Me sonríe.
-Perdón, yo... -Me quedo muda.
-Yo qué... -Se levantó y para mi desilusión se puso una camiseta.
Mis mejillas se sentían calientes, baje la mirada. Él llegó a mi lado y levantó mi barbilla hasta que nuestras miradas se encontraron.
-Es tarde, deberías estar durmiendo.
-Lo mismo podría decir de ti. –Repliqué.
-No tengo sueño. –Me mira de reojo
-Algo ha ocurrido. –Le comunico
-Dime.
Estábamos tan cerca que casi olvido por qué estaba ahí.
-El libro me mostró la ubicación donde se esconde la Bruja Madre.
Su semblante se ensombreció, frunció el ceño. Le conté todo lo sucedido y la aparición de Frida, escuchó atento y al final me pidió ver el mapa.
-Sabes lo que esto significa Agatha. –Sonrió.
Asentí y sin esperarlo me besó, fue un beso rápido pero con el suficiente poder de desear más.
-Iré a ver al Supremo, es hora de montar nuestro pequeño ejército, necesitamos más ángeles.
-Rei. –Lo llamo.
-Sí. –Responde listo para irse.
-Te amo. –No entiendo las razones del porqué lo dije, sólo lo hice.
Me miró de una manera penetrante, se acercó a mí y reclamó mi boca, con suavidad y lentitud sus labios se estremecieron sobre los míos mientras sus manos se deslizaron sobre mi espalda hacia mis caderas.
-No tenías que irte. –Lo cuestiono.
-Puede esperar unos minutos. –Me vuelve a besar aumentando la intensidad del beso.
Cuando decide marcharse al fin, me quedó el sabor de sus labios sobre los míos, recordando la observación de Frida, sonrojándome.
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ENTRE SOMBRAS
ParanormalTINChoiceAwards2019 SINOPSIS Mi nombre es Agatha y soy una bruja. Mi linaje y legado provienen de la antigua Salem, donde la iglesia católica nos cazó en tiempos de la inquisición. No estoy orgullosa de mis raíces, pero tampoco es sencillo renunciar...