CAPITULO 39

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Les dejo foto de Asaliah.

Dedico este capítulo a:
*IsisMason
*FraanSanchez
*Yenrouse
*NoraArlene
*CamilaSegura07
*EdwardNuez443
*Desixu
*KNB1912
*gotitadeamor28
*Anaiprez
*22Horan

ÁNGEL CAÍDO

-Debo ir Rei, es el legado de mi familia.

-No Agatha y es mi última palabr. –Se cruza de brazos, mirándome con el ceño fruncido.

-¡Por el amor de Dios! –Pongo los ojos en blanco sintiéndome exasperada.

-Es muy peligroso. –Alega

-Entonces acompáñame.

-No puedo, el Supremo me llamó, por favor espera a que regrese.

-No lo entiendes, fui una tonta al olvidar el libro, si cae en las manos equivocadas será catastrófico.

-Deja el drama no es tan grave. –Sus palabras no me tranquilizan.

-Para ti no, pero mi madre fue muy explícita al indicarme cuidarlo.

-Agatha tengo que irme, lo discutiremos luego ¿Te parece?

-No, cada segundo que pasa es una oportunidad para que nuestros enemigos puedan tenerlo.

-No. –Repite y sé que ha dado la conversación por terminada.

-Problemas en el paraíso. –Adriel se aproxima, fulminándolo ambos con la mirada.

-Entendiendo la indirecta. –Levanta las manos en señal de rendición y regresa sobre sus pasos.

-Yo la llevaré. –Ambos volteamos encontrándonos con Asaliah.

-No es prudente. –Le indica Reivel

-No permitiré que nada le suceda, confía en mí.

Reivel intercambia una mirada entre Asaliah y yo para luego asentir.

-Sólo sean cuidadosas.

-Lo seremos. –Responde Asaliah con una cálida sonrisa.

Reivel desaparece quedando nosotras en la sala de estar.

-Gracias. –Le Agradezco

-No es nada. ¿Quieres ir ya?

-Sí, es lo mejor.

Me sonríe y me extiende su mano. Traía su pelirrojo cabello recogido en dos trenzas lo que la hace verse más joven.

Aparecimos en las afueras de la cabaña, se encontraba casi destrozada, si Adriel la viera lloraría. Miré a los alrededores, no había ni seña de las ninfas, desde que regresamos del Bosque Encantando desaparecieron.

Iba a entrar cuando Asaliah me detuvo, tomándome del brazo.

-Espera. –Su mirada se perdía atenta a la choza.

-¿Qué sucede? –Consulté.

-Algo no está bien, percibo una entidad maligna.

-¿Dentro de la cabaña? –Pregunto.

-No lo sé, es muy fuerte, es como si estuviera en todos lados.

Siento un escalofrío que me recorre la columna, pero debo conseguir el libro, y por lo tanto, ingresar a la casa.

-No vine aquí para irme con las manos vacías.

-Lo sé Agatha, pero.... –Se quedó pensativa unos segundos. -Bien, pero yo entraré primero, tú a mis espaldas y no repliques. –Me observó severo y asentí, entendí que no debía llevarle la contraria.

ENTRE SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora