EL DON
Caminábamos atravesando el bosque, un poco siniestro, en estos parajes viven criaturas que los humanos ni se imaginan, seres nombrados en la mitología pero no ficticios, tan reales, como el desagradable Sátiro.
Se escucharon varias risas y ligeros pasos corriendo a nuestra redonda. No eran brujas de eso estaba segura. Adriel se detuvo en seco y sonrío a sus anchas, moviendo la cabeza a los lados y cruzando los brazos. Mi ángel por el contrario sus facciones se endurecieron.
-Salgan ya, no me gustan sus estúpidos juegos.
Amenazó Adriel mirando a un punto en específico. Pronto tres mujeres aparecieron, jóvenes y hermosas, con sus rostros ovalados, ojos verde musgo, sus cabellos largos los traían trenzados, una de un amarillo muy claro, casi blanco, otra zanahoria y la última negro como la noche. Lo que me encanta de las ninfas son las pequeñas alas que sobresalen de su espalda, cristalinas, dando la impresión de las gotas del rocío.
-Hola Adriel. _Saludó la de cabello rojo con voz cantarina. Sus cortos vestidos se movían al ritmo de sus movimientos, una corona de flores adornaba sus cabezas.
-Triccia, cuánto tiempo.
-No tanto en realidad querido Adriel.
Se acercó a él y pude ver como él se tensó a su proximidad, las ninfas son traviesas por naturaleza pero a la vez traicioneras, no se puede fiar de ellas. Las otras dos se arrimaron a Reivel fascinadas.
-¡Un ángel! ¡Es un ángel! _Exclamaron las dos emocionadas, como si se tratara de todo un suceso.
-Que apuesto es. _Expresó la rubia colocando sus manos sobre el pecho de mi ángel, mordiendo su labio inferior. Las ninfas son unas coquetas y por primera vez en mi vida sentí una punzada de celos.
-Suficiente. _Expresó Reivel librándose del agarre de la de cabello azabache.
-¿Falta mucho para llegar a dónde vives? _Consultó a Adriel.
-No, está aquí cruzando aquella arboleda.
-Bien. _Siguió su camino y vi como las ninfas hacían pucheros ante la indiferencia de Reivel.
-Tu amigo es muy antipático. _Afirmó Triccia, rodeando a Adriel con sus delgados brazos.
-Yo por el contrario soy muy sociable. _Respondió el aludido sonriendo. Ambos se besaron con demasiado ímpetu. -Debo irme bonita, nos veremos más tarde. _Le insinúa Adriel al oído y ella le muerde con delicadeza el lóbulo de la oreja.
-Qué amargado eres. _Le reprocha a Reivel mirándolo de reojo.
-No me gustan las ninfas.
-Tengo un acuerdo con esas señoritas, son casi mis amigas.
-Venderían tu alma, si te descuidas. _Reivel fija su mirada en una choza que se encontraba en un claro.
-Lo sé. _Contestó Adriel frotándose la nunca. –Pero son hermosas. _Dijo a modo de disculpa.
-¿Es ésa tu casa? _Reivel frunció el ceño con interrogación.
-Bienvenido a mi humilde morada. _Enunció Adriel con modestia.
-Es una casucha mal trecha. _Volvió a hablar Reivel.
-Heyyy, más respeto, nadie les dijo que vinieran conmigo, se pueden ir si lo desean.
-No, no Adriel, es perfecta, agradecemos su gentileza al recibirnos. ¿No es así Reivel?
Éste me mira con reproche pero entiende mi indirecta.
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ENTRE SOMBRAS
ParanormalTINChoiceAwards2019 SINOPSIS Mi nombre es Agatha y soy una bruja. Mi linaje y legado provienen de la antigua Salem, donde la iglesia católica nos cazó en tiempos de la inquisición. No estoy orgullosa de mis raíces, pero tampoco es sencillo renunciar...