Me levanto sin ánimo de nada, pienso ir a hablar con Haymitch, pero ¿Que voy a lograr?, nada, solo pesadeses de su parte. Me doy una corta ducha de agua fría y me visto como siempre. Bajo las escaleras y Johanna me detiene.
--¿A donde vas?
--A ningún lado.- le digo desganada.
--¿Pasa algo?- me mira preocupada y a la vez confundida.
--No.- le digo y me tiro al sofá.
--No te creo, dímelo.
Johanna siempre sabe mi estado anímico, aunque seguramente me debo ver tan mal que cualquier persona se daría cuenta.
--Peeta se ha comportado muy raro. Me evita.- suelto mientras miro la ventana que se encuentra entreabierta.
--Quizás le volvieron sus ataques.
--Es que solo me evita a mi, el otro día Delly fue a su casa y él la recibió sin ningún problema.
--Tienes que hablar con él, yo creo que él no quiere hacerte daño.- lo medito un poco y salgo por la puerta hasta la casa de Haymitch.
Le toco la puerta y me abre enseguida, puedo ver que no esta ebrio, camina estable y ni esta cabizbajo, no dudo en entrar y sentarme en una de sus sillas.
--Haymitch, tenemos que hablar.
--¿Y de que sería, preciosa?- dice con su tono burlesco.
--De Peeta.
--Ah, ¿Algún problema con el chico?
--Pues si, uno bien grande.- veo que Haymitch no habla a la espera de mi testimonio, así que prosigo.- Estábamos muy bien juntos, hasta que un día me dejo de hablar, perdió el contacto conmigo.
--Él tiene miedo.- me suelta.
--¿De qué?, ¿De mí?- digo decepcionada.
--No, de él mismo, tiene miedo de hacerte daño.
El me dijo que yo le hacía bien, que lo ayudaba, ¿Que habrá pasado?, no lo sé.
--¿Y entonces porqué no me lo dijo?
--Eso no lo se, ve hablar con él.
--Ok, gracias.- salgo corriendo a la casa de Peeta y toco la puerta y no hay respuesta, entonces le grito.
--¡Peeta, habreme...Tenemos que hablar!
Escucho que baja las escaleras y se queda un rato parado, como si pensará en abrirme o no, pero finalmente decide en hacerlo. Se me queda mirando sin palabras, estoy a punto de irme corriendo, pero le hablo.
--¿Por qué me estas haciendo esto?- digo entre lágrimas.
--Yo no... Yo no quería hacerte daño.- dice nervioso y angustiado.- yo niego con la cabeza.
--¡¿QUE NO TE DAS CUENTA QUE IGNORANDOME ME HACES MUCHO MÁS DAÑO DE LO QUE ME HARÍAN TUS ATAQUES?!, ¡¡NO LO PUEDO SOPORTAR MÁS!!- digo llorando y gritando desgarradamente.
--Katniss, tranquila.- me abraza.
--No hagas eso más, nunca más.- le lloro al oído.
Me abraza mientras entramos a su casa y nos sentamos en su sofá, Peeta me da una taza de té para tranquilizarme.
--No sabía que te importaba tanto.- Cuando Peeta me dice eso yo lo miro a la cara con el ceño fruncido.
--Claro que me importas, siempre me has importado.- Peeta me mira feliz- Ahora cuando tengas algún problema conmigo, dímelo.
--Está bien. Lamento no haberte dicho nada.- baja la cabeza.
--Ok, pero explicame, ¿Por qué me ignorabas?
--Pues porque no tenía la valentía de decirte que te alejaras de mi, simplemente no te podía echar de mi vida. Sé que ignorarte no esta bien, pero no sabía bien que hacer.
Estábamos tranquilos abrazados cuando un ruido proveniente de la cocina hace que nos pongamos a alerta, Peeta y yo nos dirijimos a la cocina y me sorprendo al ver a un gordo y viejo gato anaranjado.
--¿Que hace Buttercup aquí?
--Al parecer no le has prestado mucha atención, así que vino hasta a aquí a pedir comida, maullaba tanto que le di las sobras del almuerzo hace algunos días. Creo que se empezó a acostumbrar.
--Este gato estúpido no tiene remedio.- digo riendome y negando con la cabeza.
--Jajaja.- abre el refrigerador y le pone comida en un plato al gato.
Lo abrazo porque se ve muy adorable al acariciar a Buttercup, tengo unas ganas terribles de besarlo, estoy segura de que el nota, el beso no tarda en llegar, ambos lo necesitábamos, lo noté cuando la lengua de Peeta me pidió permiso para entrar en mi boca, yo acepté enseguida y nos fundimos en un hermoso beso.
Le pedí a Peeta que me acompañase a mi casa y que se quedará conmigo toda la tarde y el aceptó, así que el saca un abrigo y salimos caminando en dirección a mi casa.
Pasamos la tarde conversando sobre Johanna y Haymitch, además Peeta me enseña a pintar pero no me resulta tan bien como a él, Peeta pinta hermoso. Johanna llega en la noche y sé queda parada en la puerta confundida.
--¿Ustedes están bien?- nos apunta a los dos.
--Si, arreglamos las cosas.- le digo feliz.
Johanna se sienta a mi lado y prende la televisión, sintoniza un canal de comedia. Peeta, Johanna y yo nos reímos como locos, no por los chistes, sino por el ridículo acento capitolino que tiene el comediante. Al parecer nos reímos tan fuerte que Haymitch llega asustado, cosa que hace que nos riamos aún más.
Finalmente Haymitch se nos une a la cena que transcurre bastante bien, pocos silencios incómodos, pero hartas insinuaciones de Haymitch y Johanna que hace que nos sonrrojemos.
Todos se van, Peeta se queda conmigo y nos acostamos en mi habitación, me quedo dormida al escuchar sus latidos del corazón que tanto me tranquilizan.
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Gracias tributos por sus lecturas, votos y comentarios, el próximo capítulo voy a dedicárselo a alguien que me a apoyado mucho. (Haré lo mismo en los siguientes 3 capítulos)❤
PD: (Sigo esperando que me caiga un Peeta del cielo).
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Emprendiendo El Vuelo Del Sinsajo
FanfictionYa no hay guerra, ya no hay juegos, un nuevo Panem está naciendo. Katniss, Peeta y Haymitch ya están de vuelta en el distrito 12 y Katniss tendrá la oportunidad de reconstruir su vida. Luego de todo lo que pasó Katniss cree que su vida no tiene un p...