Visita

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Salgo a comprar, y en realidad no sé si la gente me está mirando o no. No es lo que más me importa en estos momentos. Ya ha pasado un mes desde que fui a visitar a Peeta. No lo veo salir, pero tampoco enscucho gritos. Eso me da alguna seguridad.

Vuelvo con un par de bolsas, nada especial, sólo lo necesario. Entro a mi casa y en el sofá esta sentado él. Si, Peeta.

--¿Peeta?

--Katniss. He estado mejorando. Me dejaron visitarte.

Dejo todas mis cosas por ahí y voy rápidamente a darle un abrazo. Uno de los más reconfortantes, el cuál me llena de alegría y seguridad. Siento que me corresponde y no se cuanto tiempo pasa es el abrazo, solo sé que podría estar horas cerca de él. Quedo atónita, ya que luego de separarnos, el me besa. De la manera más suave posible. Lo necesitaba, tanto yo como él. Ambos sabemos que ese beso nos puede reparar el sufrimiento de días y darnos esperanza.

--¿Qué harás ahora? -le pregunto.
--Lo que sea para volver a estar junto a ti.

Una sonrisa se asoma en mi cara y le doy un abrazo.

--¿No dormirás acá?

--Quisiera, pero puedo pasar la mayor parte del día a tu lado.

--Gracias. -respondo automáticamente.

--Lamento profundamente lo que pasó. En realidad es una tontería. No sé porque reaccioné así. -mira cabizbajo-.

--Yo también. Pero ya pasó. -sonrío-. Y si algún día te sientes a gusto... puedes volver a dormir junto a mí.

--Eso espero. -sonríe-.

Como la puerta está entreabierta, Johanna no se molesta en tocarla y entra indiscretamente.

--No puede ser... ¡El chico del pan! -corre y lo abraza-.

--El mismo. -responde Peeta-.

--No sabes lo que me alegaba tu amada. Cada día del mes te lloraba. -eso hace que me sonroje-.

--Todos te extrañabamos, Peeta. -le digo.

--A ti y a tus panes. -Rie Johanna-.

--Habrá Peeta para todas, tranquilas. -Bromea-.

--Pero más para mí. -lo digo y luego pienso lo extraño que debió haber sonado eso saliendo de mi boca-.

--Claro. -me da un beso-.

--Ya, los dejo. Tengo que arreglarme. -sale-.

--¿A dónde va? -pregunta Peeta-.

--Quien sabe..

Aunque haya pasado un mes sin tener ningún contacto con él, nada ha cambiado, puedo abrazarlo, besarlo, sé que debo ir de a poco. Tampoco lo veo nervioso o incómodo, es como si nuestra ausencia se hubiese transformado en paciencia y tranquilidad. No sé, pero ahora si que estoy tranquila, siempre y cuando Peeta esté a mi lado. Nos sentamos a tomar un té en el sofá.

--¿Vendrás antes de ir a la panadería?

--No lo sé. Es muy temprano, no te quiero despertar. -dice-.

--No, despiertame. Siempre duermo hasta muy tarde.

--Katniss... lo siento mucho.

--¿Que dices?

--Yo también tengo muchas ganas de dormir contigo, pero a la vez tengo miedo de hacerte daño. -me mira con los ojos entristecidos-.

--Esperaré. E iré a la panadería en cuando despierte.

--Solo no te preocupes por mí.

--¿Es una broma? Peeta, he pasado el último mes aquí sola, preocupandome por ti, porque se que estas complicado de salud. Ni me vuelvas a pedir algo así.

--Es raro verte hablar así. -sonríe-

--¿Hablar cómo?

--Tan preocupada. Es decir... no es que seas despreocupada solo que... ay... pues no sé... -lo interrumpo con un beso-.

Lo hice no porque no quería seguir escuchándolo, sino porque yo entiendo a lo que se refiere. Nunca he sido alguien de palabras dulces, en parte lo besé para darle a entender que ya capté sin decir un cállate, bueno y la otra parte porque quería, por que no?

--Tengo que irme. -sonrie-. Voleveré más tarde, lo prometo.

--Está bien. Adiós.

Si bien ha pasado mucho tiempo desde que ni siquiera nos miramos, hay algo extraño que hace que podamos seguir siendo los mismos de siempre, el par de trágicos enamorados del distrito 12.

Suena el telefono y contesto.

--¿Hola?

--Katniss.

--Gale... -trago saliva- ¿Para que me llamas?

--Y-yo solo quería pedirte diaculpas.

--Está todo bien, Gale. No fue culpa de nadie.

--Pero sé que sufriste, y no quiero verte así.

--Gale, sabes que estoy con Peeta y en... -me interrumpe-.

--Si lo sé. Amas a Peeta, y nunca dejarás de amarlo. Va a ser difícil, pero yo solo quiero, que volvamos a ser los de antes.

--Si tan solo estuvieras acá y no en otro lado. -cuelgo-.

No quería ser así de cortante, pero me dio miedo lo que dijo. "Volver a ser los de antes" dos niños confundidos entre el amor y la amistad. ¿Querrá él haber insinuado eso? Quizás quiere que volvamos a ser amigos, cosa que va a costar, y mucho. Me da pena haber roto nuestra amistad, haberla roto de esa manera, porque si rompes una hoja de papel en dos, es fácil de pegar, pero si la rompes en mil pedazos, es casi imposible, sobre todo si los pedazos vuelan si retorno.

No tengo ni idea de que hora es, me la he pasado pensando y se me fue el día. Noto el cielo cada vez más oscuro y el clima más fresco que en el día. ¿Será que algún día dejare de perder el tiempo pensando?

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*Aparece después de mucho tiempo* Perdón por la ausencia! Volveré con todo en mis otras historias. Gracias siempre por apoyarme!! Los quiero, bye!

PD: (Aún espero que me caiga un Peeta del cielo).

Emprendiendo El Vuelo Del SinsajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora