Avances

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Corre... Corre... es lo único que escucho. Todo absolutamente todo esta negro. Corro por un lugar sin fin mientras las lágrimas caen por mis mejillas.  Choco brutalmente con una pared, me daño la frente, pero no le tomo importancia. Me paro de inmediato y unas luces se encienden. Ahora el paisaje es diferente, estoy en un largo pasillo donde hay unos recuadros. En el primero está Johanna, con la misma mirada despreocupada de siempre. Avanzo un poco más y mi mamá esta distante, más de lo normal. Luego está Haymitch. Tiene en su rostro un gesto de compación. Camino y llego al último... Peeta. Esta asustado, no ahora parece triste, o tranquilo? Está mal, este cuadro está... Escucho un ruido muy fuerte, me esta dañando los oídos...

Me despierto sobresaltada, estoy sudando. Peeta está mal, pero no puedo hacer nada por él. Me digo eso todo el rato, y me estoy haciendo daño.

Me meto a la ducha, lo más fría posible. No me lavo, solo dejo que la fría agua toque mi cuerpo. No tengo alguna reacción frente a esto... como si ya hubiese perdido el tacto. Salgo y me visto.

Recostda en el sofá, recuerdo que esto es lo que yo hacía cuando regresé, quedarme aquí por toda la eternidad. Hasta que llegó Peeta. Hago el esfuerzo de cocinar, pongo un pollo al horno y hago puré. El pollo se quema y el puré se corta. Lloro nuevamente. No sé que hacer, parece que tirarme en el sofá no es tan mala idea.

Alguien habre fuertemente la puerta, haciendo que me despierte. Es johanna.

--Hola, linda. -sonrie-. Parece que estas mal. -la miro mal como respuesta-.

--Bien, no creas que vine solo a molestarte. Vine para avisarte que hable con Peeta. -levanto la mirada-.

--¿Q-Que?, ¿Que dijo? -la miro-.

--Dijo que estaba preocupado, por ti. Me pidió que le contara como estabas tu. Y a eso vine, a ver como estaba la descerebrada. -medio sonrie-.

--No le digas nada. -digo-.

--No. No puedo, Katniss. Se lo prometí, tengo que contarle lo que veo. -me mira y yo escapo una lágrima.

--Tranquila... todo va a estar bien. Pronto tu chico del pan va a estar aquí. -me abraza como puede-. Adiós.

Eso quiero, que esté junto a mi, pero... que este bien. Que olvide sus ataques y que se sienta a salvo a mi lado. Es angustiante tener que esperar, pero es lo único que puedo hacer ahora.

Mi intento por salirse limita a llegar hasta el final de mi jardín, ya que en frente está la casa de Peeta. Me entristese verla con la luz prendida, porque sé que está lejos de mi. Escucho un ruido en la casa de Haymitch, no sé porque deseo ir allá, pero tengo que ir.

--¿Haymitch? -pregunto al entrar-.

--¿Qué pasa, preciosa? -me mira-.

Se me cristalizan los ojos, y antes de cualquier palabra, le doy un abrazo. Evito llorar, pero es imposible, las lágrimas salen por si solas.

--¿Haz ido a hablar con él?

--Si. -digo en su hombro-.

--¿Qué dijo?

--Que una parte de el quería matarme, y que estaba luchando para que ese lado no lo dominase-. -sollozo-.

--Si pudo superar esto una vez, lo podrá hacer de nuevo. -me toma ambos hombros-.

--¿¡Pero cuanto tendré que esperar, Haymitch?! -me altero-.

--Tranquilizate, porque nadie sabe eso. Él tiene la iniviativa de mejorarse, eso dará buenos resultados.

--¿Tu crees?

--Estoy seguro.-me abraza-.

Mi intento por no llorar no sirve, de hecho me lleva a más tristeza, me da pena tener que, de nuevo, intentar no llorar.

--Mucha gente me ha visitado para saber algo de la "noticia del momento". Prensa, amigos, vendedores, de todo.

--¿Que les haz dicho? -Lo miro-.

--Que no se molesten en ir a visitarte. -rie-. Ah, y que todo había sido un mal entendido. Tranquila, no permitiré que te desprecien en los medios.

--Eso no es lo que más me importa, Haymitch. Solo quiero saber si Peeta está bien, o en que piensa.

--No he sabido nada desde entonces. Lo siento. -pone su mano en mi hombro-.

--Me encantaría ir a hablar con él, pero no me salen las palabras. Es inútil. -bajo la mirada-.

--No tienes que esperar a que te salgan las palabras, solo di todo lo que me haz dicho, Katniss. Convénselo de que tu no eres un muto, de que lo amas.

--¿Y si sale mal?, ¿Y si no me quiere volver a ver?

--¿Y si asi se arreglan las cosas?, ¿Y si debido a esto vuelven a estar juntos? -me devuelve las preguntas-. Piensa en positivo. Si estas todo el día pensando en que las cosas te van a salir mal, nada va a funcionar. Si quieres te acompaño.

Haymitch tiene razón, no pierdo nada en intentarlo, si quiero recuperar a Peeta tengo que hacer lo que sea. Como él haría si algo me pasa.

--No, voy sola. Quisiera que fuera lo más cómodo para él. -Asiento-.

--Bien. -me da golpes suaves en la espalda-. Te espero aquí. -sonrie-.

Salgo y me dirijo directamente a la casa de Peeta. Antes, debo tomar aire. Sentirme segura. Asi que me detengo y respiro, una... dos... tres y toco la puerta.

--Señorita Everdeen. -me dice el mismo hombre de bata blanca-.

--¿Podría verlo?

--Espereme un momento. -cierra la puerta unos segundos y luego la abre-. Pase.

Subo lentamente las escaleras hasta llegar a su habitación y abro la puerta con cautela, hasta verlo a él.

--Haz vuelto. -dice-.

--Si, pero esta vez he venido a decirte muchas cosas, Peeta. Y deberías escucharme.

--¿Que cosas?

Estoy apunto de girarme y salir corriendo, pero no, me prometí a mi y a Haymitch hablar con él, asi que tomo aire y le digo.

--Como que... no voy a perderte otra vez, no por una tontería asi. No soy la mujer más bonita, la más fuerte, ni nada de eso, pero soy quien quiere estar contigo. Quiero ayudarte, Peeta, pero para eso tienes que abrir tus ojos y darte cuenta de que no soy un muto, soy Katniss, la chica con quien fuiste dos juegos, a una guerra que pudimos ganar, alguien que después de todo aprendió a amar gracias a ti. Tu eres el que me saca de mis pesadillas, el que ve las cosas de una manera positiva, el chico del pan, el pintor, y me encantaría poder estar de nuevo contigo, poder apreciarte mientras pintas, poder volver a dormir teniendo la tranquilidad de que junto a ti voy a estar bien, como alguna vez la tuve. -se me escapan lágrimas y a él también-.

--Katniss Everdeen, Te amo, también quisiera estar junto a ti toda la vida, estoy haciendo lo posible para que sea realidad, lucho cada día para que el muto de dentro de mi se mura y poder estar junto a ti.

--Quiero luchar contigo y ayudarte. -sollozo-.

--Muy pronto estaré de nuevo contigo, Katniss, te volveré a pintar, a hornear pan y a dormir junto a ti. -me sonrie-.

--Ya sabes, estoy al frente de tu casa. -rio con los ojos llorosos-. Te espararé el tiempo necesario. -sonrio-. Adiós. -me doy media vuelta.

--Katniss, espera. -me toma el brazo y me da un beso-.

No sé como reaccionar, solo le correspondo y sonrío por poder sentir sus labios nuevamente junto a los mios.

--Adiós.-medio sonrie-.

--Adiós. -le devuelvo la sonrisa-.

Esto me rompe el coraaaazón! Cuando escribí la conversación entre Katniss y Peeta me dieron ganas de llorar! Esto me hace mal, necesito que esten juntos... Peeta, pobre Peeta.

PD: (Sigo esperando que me caiga un Peeta del cielo).






Emprendiendo El Vuelo Del SinsajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora