Ha regresado

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Despúes de ese grato momento llegó la hora de irse a acostar.

--Katniss, ven.- me indica Peeta para que nos vayamos a la habitación.

Noto a mi mamá algo sorprendida, ¿Qué?, si somos novios, ¿Acaso no podemos dormir juntos?

--Emm... Hija, tenemos una habitación para cada uno, si quieres puedes ir a dormir a la otra.- me acerco a ella mientras Peeta entra al dormitorio.

--Mamá, somos novios, además ya hemos dormido juntos.- le digo con una sonrisa.

--Si, esta bien.- la noto poco convencida.- Buenas noches.

--Buenas noches.- entro a la habitación.

Adentro me encuentro a Peeta en pijamas y me dice:

--Hay un problema, si quieres dormir, tendrás que dormir algo incómoda. La cama es de una plaza.- veo la pequeña cama.

--No importa, dormiremos más juntos.- me acerco y lo beso.

Nos acostamos en la estrecha cama y Peeta me abraza fuertemente.

--Con ese agarre no te vas a caer nunca.- le digo riendo.

--O si me caigo, tu te caes conmigo.- se ríe y me besa.

...

--Oye, despierta dormilona.- me sacude suavemente Peeta.

--¿Que pasa?

--Es tarde.

--¿Tarde para qué?- le sigo preguntando.

--Tarde para tomar el desayuno, se te va a enfriar el té. Vamos, levantate.

--Agh, no quiero.- me niego.

--Ah bueno, entonces vendrás por las malas.

Peeta me enpieza a tomar por la cintura y luego me agarra en brazos.

--¡PEETA BAJAME!.- digo entre risas.

--Te bajaré cuando lleguemos a abajo.

Forcejeo un rato y luego me doy por vencida porque, uno, Peeta es más fuerte que yo, y dos, porque me da flojera bajar por mi misma. Ya abajo todos nos miran con cara de "son hermosa pareja", lo que hace que me sonroje, como siempre.

--Hola chicos, ¿Durmieron bien?- pregunta Annie.

--Si, un poco apretados pero bien.- dice Peeta.

--Me hubiesen pedido el cuarto, mi cama es para dos.-comenta Johanna.

--Y ahora lo dices.- le fulmino la mirada.

--Si no fueses tan descerebrada te la hubiera ofrecido.-se ríe.

--JAJAJA, MIRA COMO ME ESTOY RIENDO.- que se note mi sarcasmo.

Terminamos el desayuno y nos repartimos las tareas del aseo, sería muy desubicado de nuestra parte alojarnos en la casa de Annie y luego mandarnos a cambiar, así que Peeta está limpiando las ventanas, Johanna lava los platos, mi mamá lava la ropa, Annie cuida de su hijo y a mi me ordenaron ir a regar las plantas. Salgo al patio y tomo la manguera.

Al parecer Annie riega su patio regularmente, porque lo conserva precioso, tiene de todas las flores, margaritas, claveles, calas, rosas (por suerte no son blancas, sino rojas) y en una esquina puedo ver las blancas flores que me recuerdan a mi hermana. Mi mirada se mantiene en las prímulas cuando una voz familiar me llama.

--¿Katniss?- levanto mi cabeza y miro hacia atrás.

Su rostro hace que mi cuerpo se ponga rígido, me gustaría que no fuese así, pero su cara ser trae malos recuerdos.

--Gale. ¿Que haces aquí?

--Yo solo vine a pasear por el distrito, estaba buscando arriendo.- se ve raro.

--Ah, pues aquí no hay alojamiento.- le digo sin mirarlo.

--¿Así que tu eres el mejor amigo de Katniss?- aparece Johanna por detrás.

--Era.- le corrigo.

--Estoy buscando alojamiento. ¿Sabes donde hay?- dice Gale.

--Claro, haz llegado al lugar indicado. Las puertas están abiertas.- veo una sonrisa en la cara de Johanna.

--¿¡Qué?!, Annie no ha dicho nada.- digo indignada.

--No seas amargada, Annie no se molestará.- le abre la puerta a Gale para que entre.

No puede ser, Gale no ha llegado en el mejor momento. ¿Que se cree?, ni siquiera le importa como estoy yo o si tengo ganas de verlo.

Termino de regar y entro a la casa después de Johanna y Gale. Peeta me mira con cara de "¿What?" y yo solo le niego con la cabeza. No tengo ganas de ver a Gale.

--Annie, ¿Dejarías que Gale se quedara en la casa por algunos días?- dice Johanna.

--Claro, de todas formas formó parte de la rebelión, y ahí lo conocí un poco.

--No puede, no hay más camas.- digo.

--Si, además no hay más sillas en el comedor.- me apoya Peeta y yo asiento.

--Ay, ¿Les pasa algo?, tu duermes con Peeta, sobra una cama. Y Peeta, hay sillas en la bodega.- dice Annie.

Bien, creo que nos han ganado, yo simplemente doy media vuelta y salgo caminando rápidamente hacía mi habitación, alguien me sigue.

--Katniss, tenemos que hablar.

--No quiero hablar, Gale.

--Okey, si quieres no hables, pero yo si hablaré.- hace una pausa.- Sé que debería haber venido hace mucho tiempo y lo lamento. Seguramente estas molesta porque crees que yo maté a tu hermana, pero es algo que no te lo puedo explicar porque ni yo estoy seguro de eso. Pero por favor no me sigas haciendo la vida imposible.

--¿¡De verdad crees que te voy a perdonar de un día para otro?!, no Gale, necesito tiempo, mucho tiempo.- digo entre sollozos.

--¿Y después todo va ha ser como antes?- se le ilumina el rostro.

--Por más que yo quiera Gale... Pero no... La confianza es un frasquito de cristal, que si se quiebra, aún por más que pegues sus piezas, el frasco no volverá a ser el mismo.- niego con la cabeza lastimosamente.

--Te daré tiempo.- me sonríe esperanzado.

--No, solo dejame tranquila y no me presiones. Mientras menos me hables menos conflictos habrá.

--No, no puedo dejar de hablarte, Katniss... Yo aún te amo.- se acerca a mi y yo doy un paso atrás.

--Gale, yo estoy con Peeta, lo amo. Y por favor no te entrometas en nuestra relación, por favor.- lo miro a los ojos.

Gale solo asiente y se va. Como me gustaría que todo este conflicto no hubiese pasado, Gale y yo seguiríamos siendo amigos, todo estaría bien. Extraño los momentos cuando salíamos al bosque, o cuando íbamos al quemador a comprar, pero lamentablemente la rebelión cambió a Gale...

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Hola chicos!!, lamento la demora en actualizar, pero el colegio y todo lo que el trae consigo no me dejan mucho tiempo para escribir. Bueno, pero aquí está, espero que lo hayan disfrutado!!! Comenten y voten que me hace muy feliz :)

PD: (Aún estoy esperando que me caiga un Peeta del cielo).








Emprendiendo El Vuelo Del SinsajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora