Capitulo 8:
"Una chica corría ante mi ojos; escuchaba el latido de su corazón desbocado en mis oídos; y podía sentir su miedo cada vez que ella volteaba la cabeza hacia atrás. Iba a intentar acercarme, parecía que corría perseguida por algo o tal vez alguien. Pero antes de que mis pies avanzaran, un disparo atravesó la espalda de la chica. El estallido de la bala me hizo estremecer. Me asusté al ver aquello, pero aunque intentaba alejarme, mi cuerpo se quedaba rígido en su lugar. Había quedado en un estado de shock, del cual era imposible librarme.
Entonces aparecieron varios hombres y celebraron entre ellos; ellos habían matado a la chica. Quise salir corriendo, quería escapar de esos asesinos, y temía que si no me movía, ellos también me matarían. Pero al ver el cuerpo de la chica supuestamente muerta, arrodillándose en el piso, hizo que mis ojos se salieran de sus orbitas. Estaba viva, y eso era prácticamente imposible con un disparo de escopeta, que había dejado un horrible agujero en su espalda. Pero desafiando a la muerte, la chica se paró del piso. Miró a sus supuestos asesinos, y luego al orificio que había en su torso.
Una mano se acercó a la herida de ella, pero no se atrevió a tocarse. Su cara de espanto duró hasta después de levantar la vista hacia esos hombres. No lo había notado antes, pero ellos tenían una vestimenta extraña. Sus ropas eran las de cualquier persona, pero en sus espaldas y manos, cargaban con todo tipo de armas. Pistolas, escopetas, cuchillos, sogas, arcos, cadenas y ballestas.
-¿Qué me hicieron?- preguntó la chica.- ¡¿Qué significa esto?!
Ella señaló su abdomen, vacio, carente de piel, músculos y huesos.
-¡Cállate, niña!- gritó uno de los hombres.
Y mientras yo trataba de quitarme del asombro de ver como el agujero en el cuerpo de la chica, se iba cerrando, otro hombre le volvió a disparar. Pero esta vez, ella no cayó al piso, sino que se miró la nueva herida y después clavó sus ojos ahora rojos en los hombres. Vi como una soga era lanzada por encima de la rama de un árbol, y antes de que pudiera advertirle a la chica, la soga se enroscó en su cuello. Ella se dio cuenta, pero solo cuando la soga apretaba su cuello y la jalaba hacía arriba.
Sus pies empezaron a patear el aire, mientras que sus manos se aferraban a la soga que la ahogaba. El aire empezó a faltarle, y su cuerpo dejó de agitarse ferozmente en el aire, para gradualmente quedarse quieto. La respiración se me cortó por un segundo, no podía creer que había visto a la chica morir dos veces. Cuando estaba por volver a respirar, los hombres usaron el cuerpo de la chica como tiro al blanco para sus pistolas. Mi corazón se detuvo en esos minutos, en los que varios disparos perforaban el cuerpo muerto de la chica. Este se agitaba en el aire cada vez que una bala la atravesaba, pero volvió a quedarse quieto cuando los hombres dejaron de disparar.
La sangre salía de todo su cuerpo, ni siquiera se distinguía de donde salía el líquido carmesí. Pero en un par de minutos, la chica ya estaba bañada por su propia sangre. Los hombres volvieron a celebrar gustosos, mientras el oxígeno volvía a mis pulmones y salía rápidamente. Mi respiración entre cortada, no pareció ser escuchada por los asesinos, ya que ellos salieron del lugar mientras reían felizmente".
Al abrir mis ojos, me di cuenta de que la luna había desaparecido de la ventana. Y mi vista bajó hacia el reloj que había en el velador, habían pasado cuatro horas desde que había llegado a la habitación. Frida dormía plácidamente en su cama, y por unos breves segundos pensé que parecía tranquila. Pero rápidamente descarté la idea. Las manos de la morocha se aferraban fuertemente a las sábanas, el pelo cubría su rostro y noté que su mandíbula estaba tensa. Tal vez tenía una pesadilla, pero no tenía la suficiente valentía para despertarla y descubrirlo.

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Cazando sangre
Werewolf-¿Qué me está pasando? ¿Qué soy? ¿Qué somos todos nosotros? -Eso lo sabrá cada uno. -¿Usted tampoco es humana, verdad? -Ya no… Pero no puedo decirte lo que soy, ahora lo único que tienes que saber es que estoy aquí para protegerlos. -¿De qué? -Aún n...