Capitulo 18:
Las puertas se detuvieron poco a poco y supe que los cazadores se estaban alejando de nosotros. Pero no me atreví a dejar de empujar las puertas hasta que dejé de escucharlos por completo. Solo entonces solté un suspiro de alivio y me recosté contra una de las paredes del pasillo.
-Esperen, ¿por qué se están alejando?- cuestioné.
-Tal vez, ya se cansaron- dijo Keith.
-No creo, tiene que ser algo más, están tramando algo.
Volteé hacia Osian y lo encontré viendo las puertas de tres metros.
-Osian, ¿puedes ir a espiar por una de las ventanas a los cazadores? Serás nuestro espía- dije para convencerlo.- Y nos dirás si ves algo sospechoso.
El pequeño sonrió emocionado y corrió hacía las escaleras para ponerse en su posición, me reí divertida por lo que había hecho.
-¿En qué estabas pensando?- cuestionó Anibal.
Levanté la cabeza en su dirección; estaba enfrente de mí y parecía enojado.
-Pudiste haber hecho que nos mataran a todos.
-Sabes, esperaba un “oh, no sabes cuánto me alegra saber que estas bien”- comenté molesta.
Nadie dijo nada, pero todos se quedaron viéndome con enfado.
-¿No?- pregunté ignorando la sensación de dolor en mi pecho.- Bueno, no importa.
-¿Por qué rompiste la puerta, Cleo?- insistió Anibal.
-En realidad me sorprende que hubiera podido hacerlo- comentó David haciendo que sonriera.
-No la animes- se quejó Anastasia.
-Yo ya te dije porque lo hice- respondí.
-¿Solo por eso?
-Sí.
-Anibal, creo que Cleo se merece un agradecimiento por salvarnos, si ella no hubiera abierto la puerta, probablemente no seguiríamos con vida- dijo David.
Le sonreí, ¿Por qué estaba actuando tan protector conmigo? No importaba la respuesta, solo me gustaba que alguien se comportara así conmigo. Anibal no dijo nada sobre el comentario del gemelo y eso hizo que una parte de mi se encogiera…creo que fue mi corazón.
-Bueno, como nadie va a decir nada, tengo que hacerles unas preguntas- dije.

ESTÁS LEYENDO
Cazando sangre
Manusia Serigala-¿Qué me está pasando? ¿Qué soy? ¿Qué somos todos nosotros? -Eso lo sabrá cada uno. -¿Usted tampoco es humana, verdad? -Ya no… Pero no puedo decirte lo que soy, ahora lo único que tienes que saber es que estoy aquí para protegerlos. -¿De qué? -Aún n...