v e i n t i c i n c o

8 1 0
                                    

-Buenas noches señor Smith.- Dijimos Iñigo y yo a la vez mientras subíamos las escaleras de la casa hasta lo que iba a ser nuestra habitación.

-Buenas noches chicos. Cualquier cosa, bajar y despertarme.

-De acuerdo.- Asentí.

Una vez que Iñigo y yo llegamos a la planta más alta de la casa, entramos a nuestra habitación para encontrarnos con dos chicos mirándonos con los ojos abiertos como platos. Iñigo y yo reaccionamos mirándonos asombrados, creíamos que estaríamos solos.

-Hola...- Saludé tímidamente.

-¿Quienes sois?- Preguntó el mayor de los dos.

-Mi nombre es Christian.- Me presenté.- Y el es mi mejor amigo, Iñigo.

-¿Y vosotros?- Preguntó Iñigo.

-Yo soy Cody.- Respondió el mayor.

-Y yo soy su compañero de habitación, Miguel.

-¿Cuantos años teneís?- Pregunté al verlos más jóvenes que nosotros.

-Yo tengo catorce años, y Miguel once. ¿Vosotros?

-Nosotros dieciséis.- Respondímos subiendo a la litera. Iñigo dormía abajo y yo arriba, debido a que mi mejor amigo tenía mucho miedo a las alturas.

-Nos alegramos de que alguien más este con nosotros.- Confesó Miguel.- Las noches nos dan muchísimo miedo estando solos.

-Miguel tiene razón, solemos oír muchos ruidos...

-No os preocupéis, con nosotros aquí no os pasará nada malo.- Animó Iñigo.- Hemos vivido en un infierno, esto no será nada para nosotros.

-Muchísimas gracias, espero que podamos dormir tranquilos.- Dijo Miguel.

-¿Duerme aquí alguien más?- Pregunté.

-No... Sólo estamos nosotros cuatro.- Respondió Cody.

-Antes también estaba Theo, pero una noche desapareció.

-¿Cómo que desapareció?- Preguntó Iñigo.

-Si... Una noche se acostó en aquella cama.- Miguel señalando una cama que se encontraba algo más apartadas que las demás.- Bueno, realmente siempre dormía allí, pero esa noche, cuando despertamos, no había nadie.

-¿Volvisteis a verlo?- Pregunté asustado por la historia.

-No, no volvimos a saber de él.

-Joder... Que... Traumático, ¿no?- Comentó Iñigo.

-Si... Pero más nos vale ir pensando en dejar de hablar, en cinco minutos es el toque de queda y nadie puede hablar.- Explicó Miguel.

-Cody tiene razón, así que... Buenas noches chicos.- Dijo Miguel.

-Que extraño todo... Mañana hablamos Iñigo.- Susurré tapándome con la manta y cerrando poco a poco los ojos.

-Hasta mañana Christian.

*****

-¡Christian, despierta!- Exclamó Iñigo haciéndome despertar de mi profundo sueño. Miré el reloj de mi muñeca y comprobé que ya eran las 9:30.

-¿Qué pasa?- Pregunté bostezando y estirando los brazos.

-Nos hemos dormido y nos hemos quedado sin desayuno.- Respondió mientras unos ruidos extraños surgían de mis tripas.

The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora