Una vez duchados, aseados completamente y con ropa diferente. Pasé de llevar unos vaqueros rotos, un plumífero manchado de sangre y de tierra, una camiseta gris, que anteriormente habían sido blanca y unas botas, a estar vestido higiénicamente: llevaba unos pantalones de chándal y una sudadera, debajo de un chaleco rojo. También tenía unas playeras que me enamoraron desde el momento en que las vi.
Incluso, ya nos habíamos instalado. Iñigo y yo elegimos una litera para dormir. Él dormía abajo y yo arriba. El señor Smith, como nos lo había indicado Madalen, dormía en una planta diferente, y Saray, en otra casa.
Ahora estábamos los cuatro sentados en un banco, comentando el lugar, las personas y que íbamos a hacer a partir de ahora.
-Este lugar me gusta.- Dije agradecido porque pronto tendría mi pierna.
-A mi me resulta un tanto extraño.- Comentó Iñigo.
-Yo pienso lo mismo,- Dijo Saray.- ¿habéis visto las pintas de esa mujer? No la veo muy formal para dirigir un lugar así...
-Ahi tienes razón.- Agregó el señor Smith.- Fumando en el despacho, y con esa ropa de camuflaje...
-No judgeís a las personas por su apariencia...- Dije.- Madalen es una buena persona que nos ha recibido con los brazos abiertos y si poner ninguna pega.
-Christian tiene razón...- Siguió Iñigo.- Mirarnos con que pintas llegamos a Competray, y sin embargo nos aceptaron a pesar de estar sucios.
-Una cosa, tenemos que buscar a Alex y a Ingrid.- Recordó el señor Smith.- No me pareció bien lo que hicieron.
-Pero señor Smith... Ahora formamos parte de ellos, no busquemos problemas.- Intenté hacerle cambiar de opinión.
-No se, no se...
-Bueno, ¿habéis pensado a que os vais a dedicar?- Preguntó Iñigo.
-La verdad es que me gustó la idea de trabajar en la enfermería.- Respondí.
-Yo prefiero encargarme de ir a por provisiones.- Dijo Saray.
-Yo... Yo no se...- Habló Iñigo.
-Yo estoy como tú Iñigo,- Dijo el señor Smith cruzando los brazos.- Tal vez la pregunte si puedo hacer algo relacionado con mi antiguo trabajo, director de marketing.
-Espero tenerlo claro para mañana...- Dijo Iñigo.
-Supongo que lo conseguirás.- Animó Saray.
-¡Hey chicos!- Nos saludó Madalen.- Venía a llevarme a Iñigo, para ponerle la pierna ortopédica.
-No, se equivoca. Iñigo soy yo.
-El de la pierna soy yo, Christian.
-Oh, siento la equivocación.- Dijo Madalen riendo.- Bueno, Christian, ¿preparado?
-Si,- Dije ilusionado. Pero, ¿puede acompañarme Iñigo?
-Hombre claro, la duda ofende.
-Muchas gracias.- Agradeció Iñigo.
-¡Os vemos luego Saray y señor Smith!
-Hasta luego chicos.
Nos pusimos de pie, agarré mis muletas y me dispuse a seguir a Madalen, que acaba de encender su segundo cigarro.
-Y que chicos, ¿os gusta Competray?- Preguntó.
-Si, claro.-Respondí.
-Es un gran sitio.- Comentó Iñigo.- Parece muy seguro.
ESTÁS LEYENDO
The Walking Dead
FanficCuando el mundo que conocemos desaparece, cuando la línea que separa el bien del mal se difumina y cuando se toman decisiones de vida o muerte a diario, ¿que harías por sobrevivir? Para Christian, la prioridad es cuidar de si mismo y de los suyos, p...