Oscuro Paraíso: Everything Is Grey

Capitulo 8: Bola demoledora.

Todo fue gritos, gritos y mas gritos todo el día. 

Estuvieron limpiando el infierno que hicimos en el instituto toda la noche, es un alivio que hayamos contratado un equipo de limpieza porque duraríamos todo el mes limpiando nuestro desastre y no podríamos hacer el viaje. 

El increíble el dolor de cabeza que tenia me dio la oportunidad de irme a casa y no ayudar a limpiar. claro se molestaron mucho las chicas pero saben que no miento cuando digo que me siento horrible y eso es una ventaja a veces, pienso que me consienten mucho... tanto que me da miedo. 

****

Había llegado a casa en la mañana, me había traído Sander, Gwen y John. 

Ahora estoy pensando en que debí haberme quedado con ellos para no escuchar ninguna palabra de lo que discutieron mis padres al llegar a casa. 

Mis padres aun no me dirijan la palabra y yo ni los miraba,  No me importaban. 

Decía quererlos pero no soporto la idea que me traten así, cuando llegue se podía escuchar la discusión que tenían ellos... se trataba de mi y a la vez me entere de algo que era muy difícil para mi entender y aun quiero entender.

*Flashback*

Sander, Gwen y John pidieron llevarme a mi casa ya que era la misma ruta, me dolía demasiado la cabeza, como odiaba el alcohol, todo. 

  — Llegamos chico pálido — Pude escuchar la voz de Sander haciendo que me doliera mas la cabeza.

  —Gracias por traerme — Dije bajándome del coche y caí de rodillas al instante, John bajo rápido del coche y me ayudo a levantar (Joder no sentía mis piernas).

  — ¿Estas bien?, ¿Te llevo hasta la puerta?   — Pregunto John y Asentí. 

Me ayudo a llegar hasta la puerta, hice esfuerzo al caminar pero a la mitad del paso ya podía sentir mis pies aun así no quiso apartarse de mi y no me molesto.

 — ¡NO ENTIENDES QUE FUE MALA IDEA! —Se escucho un grito adentro de la casa, sonaba de mi padrastro, algo estaba sucediendo y tenia un gran escalofrió.

 John y yo nos agachamos de la ventana, no dejaba ver por dentro; por la cortina de seda marrón que cubría todo.

 John me hizo seña que guarde silencio y me preocupe mas de lo que estaba pasando, trataba de escuchar lo que discutían mis papas.

  — No se si debí aceptar casarme contigo sabiendo que iba a cuidar al marica hijo de Carlos— Me quede helado al escuchar el nombre de mi padre biológico y muy disgustado porque me haya dicho así.

¿Que sucedía? cada vez mas me pongo mas nervioso, John nota lo triste que me ponía.

No debería hacer suposiciones pero no entiendo nada de lo que esta pasando y es lo único que entiendo.

  — Cariño por favor, prometí con mi vida que cuidaría a Alex como mi hijo, Carlos confiaba en mi antes de su muerte y me enamore a simple vista de Alex cuando lo conocí y decidí cuidarlo con mi vida, pero ahora ya no se que hacer, yo no crié a su hijo para que fuera un... Ah ¡ES UN HOMBRE!— Sollozaba mi mama.

— ¡BASTA!—Grite.

Me aparte de John, corrí al patio y entre por la puerta de atrás.

Me vieron subir a mi habitación y me encerré.

—¡VÁYANSE! —Grite al escuchar que alguien tocaba la puerta, solo me tire de un lado de la puerta con seguro y caí al piso.

  — Alex, soy yo — Se escucho una calidad voz al otro lado de la puerta, no sonaba parecida a mis padres y medio abrí la puerta para ver quien era.