Capítulo 10

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Jaden

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Jaden

No tuve problema con mi padre él sabía que estaba en el hospital por Jeff, así que el regreso a casa fue llevadero, espero toda la mañana para que el reloj diera las doce, estudiamos toda la mañana pero las tardes son nuestras.

Recién salgo de clases llamo a Hazel.

—¿Estas lista? —no la dejo ni saludar, benditos nervios que no van conmigo.

—Si, acabo de salir —me dice—. ¿En dónde nos vemos?

Sé que Hazel no quiere que le tenga lastima y no lo hago, pero es imposible dejar de lado esta preocupación, si la expreso me malentenderá.

—Lily ira con nosotros —dice seria.

¡Demonios! demore demasiado en contestarle ¿Espera? ¿Dijo Lily?

—Olvídate de Lily, esto es una cita —contesto apurado.

—¿Cita? —pregunta incrédula.

—Si, cita, encuentro previamente acordado —le doy una pequeña definición.

—Entre dos o más personas —contraataca.

—Si preciosa pero nuestra cita solo es de dos.

—¡Valla Jaden! Así que esta es tu verdadera personalidad —finge voz de sorpresa.

—Me pediste que no me reprimieras y eso hago —le digo.

—Y yo dije que no me arrepentiría y así será.

Debo admitir que ser yo mismo me agrada y es especialmente fácil decir lo que pienso cuando estoy con Hazel.

—Dile a tu prima que te lleve al teatro de la universidad —le doy el lugar de encuentro—, estoy en la entrada.

—Vale, en 3 minutos llego.

Cuelgo y después de unos minutos las veo acercarse.

—¿Cómo estas Jaden? —saluda Lily—. Solo quería saludarte y advertirte que si le pasa algo a mi prima no tendré piedad contigo —sonríe como si me estuviera preguntando sobre mi día.

¿Cómo puede sonreír mientras dice algo como eso?

—Lily no lo asustes —me defiende Hazel.

—No estoy asustado —intervengo.

Lily me mira y vuelve a sonreír esta vez más escalofriante.

—Deberías —cruza los brazos—. A mis doce años me enfrente a todos los chicos de mi clase ¿y quién crees que ganó?

Se que es una pregunta retórica sin embargo le voy a contestar solo para hacerla enojar, pero Hazel llama mi atención.

—¿Jaden? —dice extendiendo el brazo.

En vez de tomar su brazo agarro su mano y la acerco a mí, se pone de un lindo color rojo, y sonrío de medio lado.

Cuando giro mi cabeza veo a Lily observando la escena con los ojos llorosos pero con una sonrisa sincera.

—Este... me voy —dice incomoda cuándo se da cuenta de que la estoy mirando.

—Yo la llevare a casa ¿Te parece?

—Me parece perfecto —me acerco a Lily.

—La cuidare bien – le digo en voz baja para que Hazel no escuche.

Ella solo se despide de Hazel y me dedica una sonrisa.

—¿Cuál es el plan? —pregunta Hazel mientras la llevo dentro del teatro.

—Paciencia... ya veras.

Nunca he hecho algo como esto y espero que en verdad le guste, camino por todo el teatro y la llevo de la mano. Con su mano libre sujeta mi brazo.

—Hay cinco escalones —le aviso.

Subimos los escalones muy precavidamente, caminamos unos pasos más y la ubico mirando los asientos.

—¿Jaden? ¿Estamos en el escenario? —valla que es perceptiva. Sonreí orgulloso.

—Así es preciosa, aquí estarás dentro de poco.

—¿Qué? —hay desconcierto en su voz.

—Vas a triunfar Hazel —afirmo—. Eso te lo aseguro.

Con esa voz ¿Quién no triunfaría? No sé nada sobre cantar pero definitivamente se sobre la música y se cuándo algo suena bien y su voz es una melodía perfecta, no dejare que se desperdicie.

—¿Hablas sobre mis canciones?

—Si —río—, de eso estoy hablando.

—¡Por supuesto! triunfare, por algo estoy estudiando música.

—¡Hey! Solías ser más modesta —recuerdo nuestra primera conversación.

—Lo soy, lo que pasa es que ese es mi sueño Jaden —dice suspirando—. Tengo que ser positiva, de eso se trata ¿No?

La tomo de los hombros y la llevo hacia el enorme piano blanco que estaba a unos pasos detrás de nosotros.

—Siéntate —pido y ella se sienta confiada.

Esa muestra de confianza me agrada, y no puedo negar que muy dentro de mi algo se está derritiendo ante ese hecho.

Yo también me siento quedando de frente al piano de cola y al lado de Hazel, pongo mis manos sobre las teclas y por primera vez desde que empecé esta carrera estoy impaciente por tocar.

Suspiro sonoramente y alargo el momento, mis dedos se mueven creando la melodía que llena todo el auditorio.

Giro para observar a Hazel, está entre sorprendida y emocionada, he de admitir que haría lo que fuera por saber lo que está pensando en este momento.

Dejo de tocar inmediatamente cuando sus ojos se llenan de lágrimas.

¡Mierda! ¡La hice llorar!

—¿Qué pasa? —me sorprende el tono de ternura que tiene mi voz.

Ella niega con la cabeza, llevo mis manos a su cara y la acerco.

—¿Te hice recordar algo? Lo siento, creo que fue mala idea —vuelve a negar.

—No, no es eso —dice pasándose la manga del buso sobre la nariz—, solo... es que me tomo por sorpresa, es hermosa, amo esa pieza, es una de mis favoritas ¿Sabes?

—¿Segura? Si quieres podríamos irnos ya —sugiero.

—No, cállate y sigue tocando —me ordena.

Empiezo a tocar de nuevo tratando de descifrar a la chica que tengo al lado, está llena de secretos y cada vez me parece más fascinante, es hermosa, y de buen corazón, quiero seguir conociendo a esta persona que llora al escucharme tocar.

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El sol puede llegar a ser muy especial...

Con las personas que son especial para él.

El Sol También Brilla De NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora