VII

6K 509 25
                                    

No corregí errores ortográficos.

Movimientos bruscos y gruñidos la despertaron, cuando despertó bien se encontraba aun sobre el cuerpo de su novio, la tenía apretada de los brazos.
- Dawson - Puso las manos en su ancho y marcado pecho y lo sacudió - Dawson - Casi volvió a gritar, él abrió los ojos de golpe y llevo las manos al delgado cuello de ella, cuando reaccionó y vio quien era la soltó apresurado y la abrazo, ella se encontraba aturdida por lo que había pasado, no llegó a orcarla pero si había apretado un poco.

Después de un largo silencio él logró hablar.

- Lo siento... no fue mi intención - Charlie parecía estar en shock. No lograba cavilar aun todo aquello, abrió la boca pero nada salio.

- ¿Qué soñabas? - Preguntó en voz casi inaudible después de un rato, él paso saliva y nego.

- Nada - Ella rodó los ojos, él suspiro - Dormir allá no es nada tranquilo, solo eso - La vio tan hermosa, tenía las mejillas sonrosadas, y el pelo revuelto, ella iba a preguntar algo pero se apresuró a callarla con un beso.

Después de hacer el amor nuevamente la invito a cenar, se ducharon juntos y sin poder evitarlo lo hicieron de nuevo, él no se llenaba de ella, podría pasar una eternidad haciéndola suya y jamás se enfadaria.

Condujo hasta un restaurante más o menos reconocido.

- ¿Te gusta? - Le preguntó cuando ella le dio el primer bocado a su alimento.
- Esta bueno - Tomó un poco con el tenedor y se lo llevo a los labios él lo mastico saboreandolo.

- Mis platillos son mejores - Ella sonrió.

- Que modesto - Él le guiño un ojo. Bromearon y se rieron como no lo hacían hace tiempo.

Después de pagar la llevo al boliche, ninguno de los dos hizo una chuza, Charlie ni siquiera logró tirar más de dos pinos, Dawson a veces lograba dejar sólo uno de pie, fue frustrante pero se habían divertido. Fue una noche apasionada, casi a la una de la madrugada estaban quedándose dormidos. Charlie despertó asustada, Dawson se sacudia desesperado, apretaba las sábanas, prendió la lámpara para poder verlo mejor, no sabía como despertarlo sin que volviera a reaccionar de la forma anterior. Lo abrazo y comenzó acariciar su rostro, su cabello, sus brazos.

- Shh... estas aquí, conmigo - Susurro en su oído, él se fue calmando de apoco, no abrió los ojos, solo la pego más a él y la abrazo acomodando su cara en el hueco de su cuello. Eso había estado bien, no había despertado como la primera vez.

No hubo más pesadillas en Dawson durante toda la noche paso tranquilo, Charlie tardó en volver a dormir pero despertaba cada hora o cuando lo sentía mover.

¿Qué lo atormentaba?, se preguntó eso durante todo el sábado, lo miraba todo el tiempo tratando de desifrarlo, pero Dawson sólo asomaba lo que él quería que los demás mirasen, era un baúl de secretos, todos sus miedos los tenía bajo llave. Charlie creía conocerlo, pero estaba equivocada.

- Odio que sólo sea un mes el que estaré aquí - Dijo cuando se separó de aquel tierno beso.

- ¿Un mes? - Repitió con decepción en su voz - Duraste casi un año y, ¿sólo un mes?

- Bebe, esto es así, tal vez la próxima me den más tiempo - Volvió a besarla pero ella no le correspondió.

El domingo por la noche volvió a tener los mismos arrebatos mientras dormía, eso la estaba preocupando demasiado.

- Él no quiere hablar de eso conmigo - Dijo a sus dos amigos mientras almorzaban.

- Creo que no es raro, sabrá Dios que cosas no verán en aquellos lugares, leí una vez que las pesadillas ayudan a curar tus miedos - Dijo Nat antes de llevarse un bocado y masticarlo.

Junto a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora