XIIII

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No corregí errores ortográficos.

No habían pasado más de diez minutos en los que ella había dicho esas palabras que rezonaban un en su cabeza, estaba en shock, ella no podia estar hablando seriamente, ¿como que eso había terminado? No era posible, no, él no la dejaría ir. Camino rápidamente a la maleta que llevaba en sus manos y se la arrebató.

- No te irás, no puedes - Él negó repetidas veces.

- No puedo quedarme a esperar tu muerte, por que vas a un campo de minas donde no sabes si al pisar volaras en pedazos, lo siento - Intento quitarle la maleta pero él no lo permitió.

- No seas estúpida Charlie, ambos sabemos que no podemos estar el uno sin el otro, ¿me dejarás? No lo creo - Dejó la maleta en el piso y camino hacia la puerta cerrando con llave para al final meterla en su bolsillo.

Con paso firme se acercó a ella y unió sus labios chocandolos con violencia, no pudo resistirse y lo recibió con desespero, el beso era intenso, salvaje, desesperado, anhelante, ambos lo deseaban, ambos se deseaban, la cargo hasta la habitación y se tumbó con ella de bajo, no se separaron en ningún instante, faltaba oxígeno pero eso era lo de menos, se estaban disfrutando el uno al otro, la desvistio con una rapideza sorprendente al igual que él, la besos desde la pinta de los pies hasta su entrepierna, la probó, la hizo gemir, vibrar. La excitación la estaba enloqueciendo lo quería dentro lo más pronto posible. Lo besó de nuevo y con manos ágiles tomo su miembro y lo torturó unos segundos, él tomó sus manos y las puso por enzima de su cabeza, abrió sus piernas con un simple movimiento y sin esperarlo de esa manera lo tenía en su interior, gimio con su boca pegada al hombro de él, soltó una mano del agarre y tomó su cuello para unir sus labios, cada gemido de aquellas duras pero deliciosas embestidas era callado con sus besos, él solto su otra mano apreto uno de sus pechos, con su boca lamio y mordisquio el otro, todo aquello era la gloria pura, si moría en ese momento no le importaría ir al infierno porque gracias a ella había conocido el cielo. Cuando terminaron la abrazo, ella no se irá a ningún lado, no la dejaría.

- Esto no esta bien y lo sabes - Susurro adormilada en el hueco de su cuello.

- ¿Qué no esta bien? - Pregunto en un susurro él y le dio un beso en la frente.

- Arreglar nuestros problemas con sexo - Él la movió e hizo que lo mirará.

- No es sexo, hacemos el amor - Dijo mirándola con el entrecejo fruncido.

- Aun sigue estando mal - Clavo sus ojos oscuros en los azules de él.

- No me iré Charlie, no en estos momentos - Ella hizo un fallido intento por separarse de él, al final volvería a irse - Escuchame - La tomó por el rostro para que no se moviera.

- No quiero escuchar tus mentiras, ¿Qué me dirás? ¿Que es la ultima vez? ¿Que volveras pronto? - Rio sin humor.

- Se que esas palabras ya son cuentos viejos pero... - Ella negó y volvió hacer todo lo posible por separarse de él - Escuchame carajo - Dijo gritando exasperado.

- Estas irreconocible, Dawson - Dijo con el ya habitual nudo en la garganta.

- El tiempo que te dije que estaría aquí en nuestro hogar a tu lado lo estaré, no me iré, denegare el pedido que me han mandado hacer, pero iré, y juro por este amor que te tengo que será la última vez, deje... - Aclaró su garganta - Deje un pendiente y prometí volver, lo prometí... prometí... - Se quedo ido, perdido en sabrá Dios que.

- Dawson, Dawson... - Lo llamó pero él no reaccionaba, lo tomó de la cara y lo volvió a llamar - Dawson - El parpadeo un par de veces.

- Yo... perdón tengo que ir... - Quito sus manos con suavidad y salió a la sala, escucho un fuerte ruido que la hizo estremecer, salio corriendo y lo miró tirando todo a su paso.

- Dawson, por Dios, basta - ¿Porque actuaba así?, no había dormido para que tuviera esas pesadilla que tanto lo atormentaban y lo hicieran despertar de ese modo.

- Lo siento, lo siento tanto - Se dejo caer al piso de rodillas y con sus manos tapó su rostro, ¿estaba... llorando? Se acerco a él con el pecho mas comprimido que nunca, lloraba como un niño pequeño y asustado.

- ¿Qué sucede, amor? - Se arrodilló junto a él y lo abrazó en su pecho, lo escucho sollozar por varios minutos, después de ese largo tiempo en el que él lloro lo escucho mas tranquilo - ¿Qué sucedió? - Volvió a preguntar con voz tierna.

- Había un grupo - Tomó aire - Un grupo de pequeños, no debían tener más de diez años, todos los dias cuando... cuando hacíamos las rondas ellos salían a jugar, siempre sentí que con nosotros se sentían seguros, eran muy amables, siempre nos ofrecían agua, alimentos, yo... yo conseguía algunos dulces y se los obsequiaba, al igual que mis compañeros, a todos nos caían bien pero a mi en especial uno de ellos, tal vez tenía unos siete años, era simpático - Sonrió con tristeza - No tenia un nombre pero lo empecé a llamar Carl, se acostumbró al poco tiempo, supe que sus padres habían muerto al poco tiempo de que el nació y no le pudieron dar un nombre todos le llamaban sabbi que significa chico en su idioma. Era un hombrecito listo. Tenía los ojos café dorado, si carita era tan pequeña, la piel blanca pero quemada por el sol, no media más de un metro, tal vez le faltó desarrollarse por la mala alimentación que llevaba. Un día me dijo que lo sacará de ahí, que lo trajera conmigo, porque también le conté de ti, de nosotros, los ojos le brillaban de alegría cada vez que se planteaba una vida fuera de ese maldito infierno - Volvió a sonreír negando - Un día como cualquier otro hacíamos las rondas, lo mire jugar junto con los demás con una vieja pelota, me saludó con la mano y yo le respondí, después de eso todo fue un caos, empezó un tiroteo que no tenemos idea como fue que empezó, todo estaba bien asegurado pero... - Tomó un jarrón blanco que había ser a de él y lo arrojó a la otra esquina del apartamento - Demonios - Mascullo con todo el odio del mundo - El grupo de niños, niños inocentes fueron asesinado, maldita sea, fueron asesinados frente a mi prácticamente, yo los debía proteger, yo, yo debía... - Se tapó el rostro nuevamente y lloro, Charlie no se dio cuenta cuando ella también había comenzado a llorar sintiendo el mismo dolor que él sentía.

- Tu no sabía que iba a pasar eso - Hablo en un sollozo.

- Cuando llegue a ellos sólo tres estaban agonizando, uno de ellos era Carl, el brillo que sus ojitos tenían siempre, se apagó, recuerdo su rostro, tenía una pequeña sonrisa en el al verme, no se quejó en ningún momento, estiró su pequeño brazo y tocó mi mejilla después de eso resbaló y su sonrisa desapareció, yo debia Charlie, le prometí traerlo aquí y no... No pude, jure por su muerte que acabaría con el mal nacido que acabo con su vida, lo jure, lo jure - La miraba desesperado.

- Dawson, ¿volverás? - Él no comprendió.

- ¿Como? - Fruncio el ceño.

- ¿Prometes volver con vida? - La miró por unos segundos procesando la pregunta.

- Jamás podría dejarte - Ella sonrió y él le correspondió.

- Te amo - Le dio un casto beso que de a poco se fue intensificando.

Hay me dicen si les gustó el capítulo.

Bye.

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