XII

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Los días habían pasado los sueños o más bien pesadillas habían cesado, se mantenía casi toda la noche en vela y casi al amanecer se dormía.

Charlie lo notaba distante, casi no la tocaba, apenas y la miraba a los ojos, le dolía tanto verlo así.

Eran casi las tres de la tarde cuando llegó a su casa, la Universidad la estaba volviendo loca, no estaba segura de lo que había hecho pero tenía que hacerlo, por el bien de él. Se quedo en la entrada de la puerta observandolo un momento el ni siquiera se había percatado de que ella había llegado.

- Amor... - Lo llamó con voz suave para que no se alterará. Él levantó la vista hacia ella y le sonrió, el corazón le dio un brinco apenas y sonreía y ese dia lo estaba haciendo - Tengo algo planeado para los dos - Cerró la puerta tras de ella y camino hacia donde él, le dio un tierno beso que él le correspondió con la misma ternura.

- ¿Qué es? - Preguntó cuando se separaron.

- Decidí tomar una semana completa libre sólo para ti y para mi, decide el lugar que quieras - El fruncio el entrecejo.

- ¿Y las clases?, te retrasaras - Ella negó.

- Ya tengo todo acomodado, no te preocupes, ¿si? - Él asintió no muy convencido - ¿Entonces? - Alzó las cejas.

- Tu decide - Le dio un beso en la punta de la nariz.

- ¿Hawai? ¿New York? ¿Inglaterra?

- ¿Qué parte de Inglaterra? - Lo miró interesado.

- Bueno es tu decisión, yo soy feliz a donde tu quieras ir.

- Tengo una idea...

Para el anochecer ya iban rumbo al aeropuerto, llevaban poco equipaje, pero iban cargados con muchos litros de agua y comida, a Dawson se le había ocurrido llevar comida a la gente más necesitada de África, había hablado con algunas personas y todo estaba en orden, llegando un carro los recogerá y los llevaría a las afueras donde había mucha hambruna. Ha Charlie le encantó la idea humanitaria de su novio, nunca había pensado en eso, pero si había escuchado de esos casos extremos de pobreza y le partían el alma, ahora lo podía hacer y estaba más que feliz porque lo hacía al lado del hombre amaba, sabía bien que su Dawson aun seguía ahí dentro, él cariñoso, cursi, tierno, adorable, y demás, aun estaba ahí.

El viaje fue cansado pero habían aterrizado sin problemas después de nueve horas, el auto ya los estaba esperando, cargaron todo lo que traían en la cajuela y después llegaron aun hotel, dormirian un poco y después saldrían a dejar todo lo que habían comprado.

- La ruta que me dieron esta aquí, duerme y yo te despertare - Le dijo dandole un beso en la frente, ella nego.

- Los dos necesitamos descansar, no dormiste nada en el vuelo - Susurro abrazandolo por el cuello.

- No estoy cansado.

- Claro que lo estas, tus pupilas están dilatadas, ven, no quiero estar sola en la cama - Le dio un casto beso en los labios.

- No, no lo est... - Dio un largo bostezo. Ella alzó ambas cejas.

- No pasará nada, tienes que dormir, cariño - Lo guió hasta la cama y lo tumbó para después ella hacer lo mismo, se a cómodo en un par de almohadas y él se puso sobre su vientre, le acarisio el cabello hasta que escucho su respiracion acompasada, ella al igual quedo dormida por el cansado vuelo.

- Tenemos una hora esperando al guía y no a llegado - Dijo Charlie mirando por la ventana del restaurante en el que habían quedado de verse.

- Lo llamó pero no contesta, sabes, yo conducire, tenemos los puntos, pondré el GPS y listo, no ocupamos la maldita ayuda de nadie - Él se puso de pie y pago la cuenta.

Cuando llegaron al lugar y vieron la extremada pobreza de aquellas personas Charlotte no pudo ocultar las lágrimas, ver tanta desnutrición y niños pasandola parecían dejados de las manos de Dios. Dawson la consolo entre sus brazos, si supiera todo lo que el a visto esto fuera lo de menos.

- ¿Ya estás mejor? - Ella asintió dándole una tenue sonrisa.

Bueno iba hacer difícil, muchos no hablaban en su idioma, maldito guía, para eso lo necesitaban.

- Hey, chico - Lo tomó por el hombro, el muchacho llevaba apenas y unos pantalones que le quedaban el doble de grande y amarrado con un mecate. Este se le quedo mirando - ¿Hablas español? - Él nego. Dawson gruño. Le tendió una bolsa con víveres y el chico la agarró dudoso. Vio lo que había dentro y una enorme sonrisa apareció en su rostro, gritó unas palabras en aquel idioma y más gente salió de las casas a medio hacer.

Hacer eso les tomo más de cinco horas, la gente de ahí los invito a comer, no se negaron, se veía que estaban muy agradecidos con ellos, hubo una pequeña personita en especial que llamó la atención de Charlie, era una pequeña, su pelo era demasiado risado, sus ojos increíblemente verdes, se podía ver claramente la desnutrición.

- ¿Cual es su nombre? - Le pregunto a un chico medio hablaba español.

- Wolk, que significa Nube, su madre falleció hace unos meses y se a quedado con su abuela - Señaló a una señora que estaba segura apenas y veía.

- ¿Podrías... - No estaba segura de lo que iba hacer - ¿Podrías traducir para mi? - Él asintió. Dawson la observaba desde unos metros, sabía que se traía algo entre manos y sabía que no le iba a gustar.

Se sentó casi frente a la anciana, tomó suficiente aire y hablo.

Le dije que le gustaría saber sobre la pequeña, le pregunto por su padre y la señora le dijo que él se había ido y abandonado a su hija embarazada, le pregunto que si no tenían más familia, la anciana negó, sólo eran ellas dos. La idea que tenía se la plantearía a Dawson y esperaba que él cediera. A la hora se fueron, llegaron al hotel y se tumbaron en la cama.

- Dawson yo... - Él nego, ya sabía lo que diría.

- No nos podemos hacer cargo de esa pequeña.

- Pero...

- No Charlotte, sabes muy bien, yo me voy, tu aun estás en la universidad, no estamos establecidos como se debe, ¿Quien la cuidara?

- Yo podría contratar una niñera sólo por las mañanas, y...

- La niña no habla nuestro idioma, apenas y te conoce, ¿cres que querrá irse con dos desconocidos? - Él se puse de pie.

- Podríamos tomarnos este tiempo para conocerla y que nos conozca..

- No, y no sigas insistiendo - Dijo eso con un tono más elevado que la sobre salto, camino hacia la puerta y salió dando un fuerte portazo.

Se quedo atónita observando la puerta, tal vez él tenía razón, pero esa niña sin que ella se lo esperará le robó el corazón, y no queria irse sabiendo que en cualquier momento se quedaría desprotegida.

Pues aquí el tan esperado capítulo, tal vez no les guste, tal vez si, déjenme saber en lo comentarios por faaa.

Pasen a leer mi nueva novela que se llama The Killer, ya subí el prólogo espero que les guste.

Bye.

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