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- Oh, vamos, solo es una comida - Rogo Charlie a su amiga.

- Tengo cosas que hacer Charlie - Seguía escribiendo como si su vida dependiera de ello.

- Te caerá muy bien, es buen chico.

- Si digo que si, ¿me dejarás terminar el resumen?

- Sip - Sonrió mostrando todos su blancos dientes.

- Esta bien, pasa por mi - Le dio un rápido abrazo y corrió para su ante penúltima clase.

*

El miedo y la oscuridad eran el peor enemigo en esa situación, las malditas calles aquel pueblito estaban asquerosamente infestadas de bastardos, habían descubierto el maldito escondite, la noche era el peor enemigo, no podías ver más allá de tres metros, el maldito general lo había dejado a cargo.

- Ustedes - Señalo a tres chicos que habian llegado apenas tres dias de una bace que quedaba a más de cien kilómetros - Vayan al techo y traten de pedir refuerzos, esta mierda no va a terminar bien - Gruño, de algún ú otro modo tenía que salir vivo de ahí, se lo prometió.

- Señor, esta despejado por el túnel, y más de quinientos metros libres al salir, tenemos de cinco a tres minutos para poder salir de este lugar - Dijo una de las chicas.

- Nadie dispare, aun no saben donde estamos eso nos da ventaja de salir, vayan, iré por los chicos - Ordenó con voz grave.

Todos corrieron, él subió por aquellas escaleras casi inservibles.

- Señor, mandamos el comunicado, tardarán en llegar.

- Al carajo con eso, salgamos de aquí - En el último que bajo por la escalera la rompió sin querer dejando a Dawson arriba, eran cuatro metros, tomó aire y saltó sin importar si se lastimaba.

Se arrastraron por el túnel y al salir corrieron con toda la fuerza que tenían, tenían dos días enteros sin dormir, cual quier ruido los alertaba. Escucho cuando uno de ellos gritó y cayó al suelo.

- Mi pierna - Gritaba.

- Soldado, cubranos, tú - Señaló a un chico afroamericano - Ayudame a sacarlo de aqui - Asintio, entre los dos lo tomaron por ambos brazos y corrieron, el otro chico que los cubría disparaba a ciegas.

Pudieron llegar aun nuevo escondite a más de tres kilómetros del otro, no podían quedarse, esos desgraciados conocían el terreno.

- Doctor, haga lo que pueda - Dejaron al chico en el piso.

- Cole, esta sangrando - Pudo ver con la poca luz una de las chicas.

Por esa razón sentía entumesido el brazo, se sacó la parte de arriba del uniforme quedando en pura camisa de resaque. Todos sabían de primeros auxilios.

- Perforó, pero la bala salio - Dijo la chica morena - Tendre que hacer unas puntadas, si no esto seguira sangrando - Él asintio sin mirarla, ni siquiera sintio cuando eso paso, lo unico que su cabeza pensaba era en salir vivo de ese atolladero.

Sintió el dolor de la aguja entrando en la piel, no hizo ninguna mueca de dolor, fueron diez puntadas en total, vendo el brazo y se volvió a poner el uniforme.

*

- Feliz día de gracias - Noviembre, nueve meses, nueve malditos meses sin él, desde la llamada en Tucson ya no había vuelto a tener noticias de él.

- Nat, te equivocaste de profesión - Dijo Barry llevándose un troso de pavo a la boca.

- Ni yo misma sabía que podía hacer esto - Dijo probando lo que había preparado. Estaban en la casa de Charlie, no había querido ir a ningún lado, sólo era una semana de vacaciones - ¿No te gustó? - Preguntó cuando vio que su amiga no había comido.

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