No corregí errores ortográficos.
Lean lo del final. Bye.
- Maldita sea - Dawson estrelló el plato que tenía con comida al piso.
Un mes hago pasado y los doctores aún no sabían por que sus piernas no funcionaban.
- Dawson, basta, con esto no lograrás nada - Charlie se puso de pie para después ponerse a juntar el desorden que había causado su novio.
- Estoy harto Charlie, de ser un maldito inútil - Gruño.
- No eres un inútil, deja de ofenderte a ti mismo - Se puso de pie nuevamente y tiro los restos del plato al bote de basura - Y no vuelvas a tirar otro plato que Masson puede cortarse.
- Iré a la habitación - Charlie sólo asintió.
Cuando lo vio desaparecer suspiro. Estaba mas irritante que antes, todo el día todos los días pasaba de mal humor.
Escucho a Masson llorar y corrió para ver lo que la sucedía.
- ¿Que pasa cariño? - Lo tomo en brazos.
- Papá - Apuntó a Dawson que le daba la espalda.
- Le quite una de mis insignias.
- Por el amor de Dios Dawson, no les va a pasar nada - Intento no gritar para no alarmar al pequeño.
- No quiero que toque mis malditas cosas - Él había sobresaltado a ambos.
- Vamos Masson, ¿Quieres ir con tía Nat? - El niño asintio. Le hecho un último vistazo a Dawson que no se movía y salió. Causa al problema de Dawson había tenido que mudarse a una casa con más espacio y en planta baja. El apartamento de Nat quedaba a tan sólo dos cuadras.
Así que acomo a Masson en la silla de bebés y condujo.
- Voy en seguida - Grito la chica desde el otro lado de la puerta.
- ¿Podrías quedarte con Masson? Más tarde vendré por él, es sólo que Dawson esta como una fiera y se molesta por todo, tengo que ordenar y con este pequeño de aquí allá es imposible.
- Shh... - La silencio y le extendió los brazos a Masson y el niño se fue con ella enseguida.
- Gracias, gracias, vendré por el antes de las nueve.
- Vete sin cuidado, Masson y yo veremos alguna película y comeremos chocolates y algunas otras golosinas - El niño sonreía más que feliz, esas eran las razones por las que le gustaba ir con tía Nat.
- Te amo, Masson - Le dio un beso en la mejilla y fue de vuelta a su casa.
Cuando llego tomo valor suficiente para lo que le iba a decir, respiro profundo y abrió la puerta de la habitación. Dawson estaba recostado en la cama.
Desde un principio nunca quiso la ayuda de Charlie para moverse, aún que los primeros días fue muy difícil ahora lo hacía a la perfección.
- Deja de portarte como un niño de cinco años, estoy tan enfadada de que trates a nuestro hijo como si fuera... un estorbo en tu vida. Creí que el sería lo más importante para ti como lo es para mi. Creí que lo ibas amar tanto como yo lo amo.
- Que demonios estas diciendo, claro que lo amo, es mi sangre.
- Entonces por que lo tratas así, es sólo un niño, el no sabe lo que está bien y lo que está mal.
- Tiene que aprender, tiene que ser fuerte, no quiero gritarle y que se suelte llorando como magdalena, quiero que acate mis órdenes.
- Escuchas lo que estas diciendo. Es un niño por Dios, tratalo como tal - Subió un poco el volumen de su voz.
