XVIII

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No corregí errores ortográficos.

Respondan a lo que les pregunto al final.



- Ha despertado - Esas fueron sus palabras, el corazón le latio a mil por minuto, los ojos se le inundaron. Camino hacia al doctor y sin decir ninguna palabra lo abrazo y comenzó a llorar.

- Gracias, gracias, gracias - Era lo único que salía de su boca.

- No tienes nada que agradecerme, para eso estamos - Le dio un leve apretón y se separaron, la sonrisa acompañada de unos ojos aguosos lo llenaron de felicidad, cinco meses conociendo a esa chica que día a día estuvo al lado de ese pobre chico. La miraba desde la ventana del cuartos peinandolo, hablando con el aún así no recibiera respuesta, también miraba cuando llevaba al pequeño Masson y escuchaba cuando le contaba cosas de el mismo, le preguntaba donde estaba papá y el niño apuntaba al chico dormido.

- ¿Puedo verlo? - Pregunto Charlie desesperada.

- Por supuesto, estuvo preguntando por ti desde que abrió los ojos.

- Gracias, no sabe cuan agradecidas estoy con usted - Lo volvió abrazar y después salió corriendo a la habitación de siempre.

Cuando llego y antes de abrir la puerta sintió como le volvía el alma al cuerpo, como todo en ella volvía. Tomó bastante aire y abrió con manos temblorosas.

Lo encontró recostado en la camilla pero sin esa máscara que tapaba su cara, sus ojos no tenían ni una pizca de brillo, sus labios pálidos, su cara más delgada. Se sentía nerviosa.

- Hola - Le saludo mientras se acercaba a él, una enorme sonrisa se apareció en el rostro de Dawson, aún que sus ojos no tenían el brillo que ella recordaba que siempre tenían.

- ¡Hey! - Se sentó junto a él, la rodeó con sus brazos y ella hizo lo mismo. No pudieron evitar llorar - Tuve tanto miedo - Le confesó él - Creí que no volvería a verte nunca - Susurro en su cuello.

- Estas aquí, estas vivo - La separó un poco para observarla, quería pintarla de nuevo en su memoria, el semblante que tenía no le gustó mucho pero aún así era ella, le repartió besos por toda la cara y por último término en sus labios.

- Lo siento, lo siento, no quería que pasarás por esto, lo siento, cariño - La volvió abrazar.

- Esta bien, ya pasó todo - Lo escuchaba llorar como aún pequeño y eso le partía el corazón - Tranquilo Dawson, estas aquí, volviste y no te irás jamás.

- Te amo preciosa.

- Y yo a ti, amor.

- Necesito ir al baño - Dawson intentó levantarse pero las piernas no le respondieron - Charlie - Susurro atemorizado.

- ¿Si? - Miro su cara de horror y eso la asustó un poco.

- No puedo - Se tocaba las piernas desesperado - No puedo sentir las piernas - Se quito la sábana de un tirón y con todas sus fuerzas intentó moverlas pero no hubo resultado.

- Espera iré por el doctor - Salió a toda prisa de la habitación y chocó contra una enfermera.

- ¿Señorita se encuentra bien? - Las dos se levantaron del piso.

- No, necesito ver al doctor Horatio en seguida.

- En estos momentos está en el sexto piso.

- Necesito que este aquí, mi... mi novio no... no siente sus piernas y no se que hacer, ¿podría llarmalo?

- ¿El chico que acaba de despertar de coma? - Charlie asintio un monton de veces con la cabeza - Iré a buscarlo, tranquilicense - Le dio un leve apretón en el hombro y salió casi corriendo al ascensor.

Cuando entro a la habitación encontró a Dawson en el piso quitándose todo lo que estaba conectado en su cuerpo.

- Dawson, Dawson, basta, te vas a lastimar - Intento detenerlo pero claramente no tenía la misma fuerza que él.

- No siento las malditas piernas - Grito desesperado y con lágrimas en los ojos.

- El doctor vendrá en un momento, tranquilizate, todo estará bien - Lo abrazo y beso la coronilla de su cabeza.

- ¿Y si no vuelvo a caminar... nunca? - Ella pasó saliva.

- Estarás bien cariño, todo será como antes, tienes que ser fuerte por nuestro hijo - Él levantó el rostro.

- Masson - Susurro viendo a sus ojos. Apareció una pequeña sonrisa en sus ojos.

- Si, Masson - Beso su frente - Ven, te ayudaré a ponerte en la camilla.

Ella se puso de pie y paso sus manos por de bajo de sus brazos y jalo para acercalor más a la camilla, él con las fuerzas de sus brazos y ayuda de su novia se pudo sentar de nuevo en la camilla, ella acomodó sus piernas y lo tapo con la sábana.

- Todo estará bien - Le dio un beso en los labios.

- Buenos días - El doctor aclaró su garganta.

- Doctor, que bueno que a llegado. Dawson no siente sus piernas.

- Haremos unos estudios y comprobaremos de donde viene el problema. Los ordenare ya mismo - Se dio la vuelta y salió de la habitación.

- Hablaré a tu hermano.

- Espera, ¿Owen está aquí?

- Hace meses que ha estado a tu lado.

- No quiero verlo.

- Dawson, él esta arrepentido, yo no le guardo rencor y espero que tu tampoco.

- No quiero.

- Dawson, basta, no es el momento, el en verdad está arrepentido.

- Maldita sea Charlotte, por culpa de él casi te pierdo, ¿cres que podría perdonarlo?

- Tienes que aprender a perdonar - Se dio la vuelta y salió de la habitación marcando el número de su cuñado.

- ¿Charlie?

- Owen, Dawson despertó - En el rostro de Owen se pintó una enorme sonrisa.

- Voy en seguida, Dios, no lo puedo creer.

- Te veo aquí.

Minutls depues llego con su sobrino en sus brazos.

- Espera aquí, quiero que vea a Masson, para que lo conozca.

Tomó a su hijo en brazos y camino de vuelta a la habitación, el doctor había dicho que en una hora comenzaba con todo los estudios para saber la base del por que no podía mover las piernas.

- Dawson - Él volvió la vista a ella, el cuadro que estaba presenciando lo dejó atónito, ese hermoso pequeño era su hijo, recordó cuando le dijo que estaba embarazada, todas las emociones que había sentido en un sólo segundos las estaba volviendo a sentir.

- Puedo... puedo cargarlo - Ella sonrió.

- Es tu hijo Dawson, no me tienes que preguntar eso.

Él extendió sus brazos y el niño quiso ir sin problema alguno, lo estrecho en sus brazos sintiendo temor de lastimarlo.

- Pa-pá - Pronunció Masson.

Lloro de nuevo, no podía evitarlo.

- Estas tan grande Masson, ya eres un hombrecito - Masson puso una de sus manitas en su cara - Te amo, pequeño. Los amo - Miro a Charlie que también lloraba. Se acerco ellos. Al fin los tres estaban juntos como la familia que eran.





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