C R Y B A B Y [18]

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Su cuerpo fue empujado dentro una habitación completamente roja. Velas encendidas dando tonalidad sensual. Temblaba de terror, la chica de pelo azul había entrado detrás de él, junto con otro niño quien lloraba y rogaba a la chica que lo soltara. Rubén miraba espantado como la chica inyectaba algo Amarillo en su brazo.

-Relájate pequeño. –Susurro besando su cuello lentamente.

Rubén se retrocedió al ver como desnudaba al niño frente a él. Recostándolo en la cama y colocando un traje negro, junto con unas orejas de gato y una cola negra y peluda. Se veía relajado, contento. Esa sustancia mejor conocida como "Murgona", estimulaba el cuerpo a la incitación sexual. Un punto fácil para relajar a los niños y no se resistieran a los toques de los mayores.

-Sigues tu muñeco. Ven. –La chica se acerco a Rubén y este comenzó a patalear tratando de alejarse. –Vamos deja de hacerte el difícil.

-Suéltame. –Chillo con fuerza tirándose al suelo. –Por favor, Por favor, Por favor. –Susurraba hincado. Suplicando a la chica que lo dejara. –Por favor.

La chica soltó una carcajada y tomo con fuerza el brazo de Rubén arrojándolo a la cama. Camino hasta la jeringa y el lleno con la murgona. –Tranquilo, apuesto a que te encantara. –Rio jalando el brazo de Rubén. Inyecto la sustancia y Rubén gimió de dolor.

Su cuerpo se relajo y se sintió feliz. El otro niño sonreía y reía mirando como la chica besaba con lentitud el cuello de Rubén, excitándolo al momento.

-Te sientes mejor, ¿Verdad? –Pregunto acariciando su miembro bajo su pequeña braga que le habían colocado junto al vestuario de niña buena.

Rubén seguía consciente de que estaba mal. Pero su cuerpo solo se sentía bien, relajado, engañado. Trato de retirarse pero no pudo cayendo de espaldas a la cama con fuerza, y que Camila, la chica de cabello azul, cayera junto con él, aun estimulando su cuerpo con suaves caricias y besos llenos de lujuria por parte de la chica.

La puerta se abrió y Gustavo entro por esta sonriente. –Ya están relajados. –Pregunto mirando con deseo el cuerpo de ambos niños indefensos.

-Mas que calientes, Gustavo. –Hablo la chica jadeante. –Porque no nos divertimos un rato? –Pregunto y de su bolso saco un Dildo color naranja. Gustavo negó por la ocurrencia de Camila.

-El cliente está por llegar, es mejor que los sigas excitando para que sea más placentero para él. No dejes que se corran, ¿Entendido?

-Vale. –Respondió con un puchero. –Pero... Luego me pagaras como se debe.

-Como sea. –Salió por la puerta.

____

-No te has levantado. –Toco Flora la puerta de la habitación de Miguel, pero este estaba envuelto en las sabanas abrazando su cojín blanco mientras lagrimas llenas de dolor salían de sus hermosos ojos cafés. –Oh, ¿Estas bien?

-No. –Apenas susurro.

-¿Es por el chico... Rubén? –Pregunto un poco confundida.

-No aparece Flora, nadie lo ha visto. –Lloraba el pequeño aferrado al cojín. –Lo quiero ver.

-Miguel, tienes que ser fuerte. –Suspiro. –Imagínate como está su padre, peor.

-No me importa, Yo lo quiero.

Flora acaricio sus mejillas sonrosadas por las lágrimas. –Tienes que entender. –Susurro. Miguel se aferro a los brazos de Flora.

-¿Pero qué pasa aquí? –Entro la madre de Miguel por la puerta. –Miguel, ¿Por qué no te has vestido? –Se sorprendió al ver las lagrimas que soltaba Miguel apanicado. –Pero...

-Mama. –Interrumpió Miguel. –Mi amigo, se perdió y no lo encuentran. –Corrió hasta los brazos de Su madre, quien lo abrazo con un deje de confusión.

-¿Qué paso? –Pregunto hincándose frente a él.

Tal vez con la ayuda de una Millonaria podrían encontrar a Rubén.

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cry baby ↮rubelangel™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora