ETAPA FINAL –
Caminaba de un lado a otro con el móvil en la mano. Su corazón latía con fuerza dentro de su pecho y la preocupación carcomía su mente a cada segundo. Rubén había desaparecido y no solo eso, también había encontrado un florero hecho pedazos en el suelo y varias gotas de sangre esparcidas en el suelo.
Temía que hubieran atrapado a Rubén, que hubieran entrado y se lo hubieran llevado. Tomó su chaqueta y en cuanto se dispuso a salir, entro su madre apurada. La lluvia caía con fuerza, empapando su abrigo.
— ¿Miguel? —preguntó—. ¿Estás bien?
—Saldré... —lo detuvo del brazo antes de que saliera.
— ¿Sabes cómo está la lluvia? ¡Por dios!
—Me iré en el coche, no trates detenerme—hablo serio tomando sus llaves y saliendo corriendo por la puerta. Su madre suspiro angustiada por la decisión de su hijo.
[***]
Se tambaleó al caminar por la acera. No tenía idea de cuánto alcohol había consumido ni mucho menos la droga que se había metido. Sólo sabía que se sentía tranquilo, y no tenía miedo. No más, estaba seguro. Tenía un pequeño cuchillo que robó del bar donde había estado. No recordó quienes tocaron su cuerpo, mucho menos cuando. Tenía un ligero dolor en el trasero, pero no le importó, se sentía bien. Estaba engañado por la combinación de Droga y alcohol.
Lo que realmente pasó esa noche, fue que un hombre mayor le había ofrecido al joven chico ahogado en problemas, una forma fácil de olvidar. Rubén al estar bebiendo sin consideración tomo el pequeño sobre con contenido blanco. El hombre aseguró que se sentiría mejor, que no tendría miedo, y estaría más seguro.
Bobamente aceptó, absorbiendo por sus fosas nasales, aquel polvo blanco. Y tenía razón, su cuerpo se relajó. No tuvo idea de que pasó después. Ese hombre lo había violado a causa de la droga que aún tenía en sus pulmones. Abuso de él y lo dejo tirado en la habitación de hotel donde despertó desorientado dos horas después.
***
|6am|
El sol de Madrid brillaba a toda intensidad, saliendo de su cueva quitándole el lugar a la Luna. Rubén era observado por varios pares de ojos. Su ropa mal puesta, sus ojos rojos, sus manos dañadas y con un caminar lento, lo dejaban mal ante las personas que caminaban para tomar el metro u otro transporte para avanzar.
Poco a poco la droga fue desvaneciendo y su estómago se revolvió con fuerza, un escalofrío agresivo puso su cuerpo a temblar con fuerza y tuvo que aferrarse a una pared para no caer al suelo. Se adentró a un pequeño callejón de la calle, donde rápidamente se inclinó para vomitar dicha droga. Su cabeza dolía por la resaca y sus manos ardían al igual que su trasero. No sabía cómo había llegado a esa situación.
Despertó de los efectos de la droga. Sintió miedo, desesperación, asco, repulsión y odio, todo consigo mismo. Porqué no todo dura para siempre. La droga había pasado y ahora más que nunca se sintió abandonado. No sabía dónde estaba, tampoco él como había llegado ahí. Su mente traía pequeños flasheos a su mente, recordándole lo que había hecho ese hombre con su cuerpo, con su dignidad. Esa que ya estaba más que pérdida.
Lo subió a un auto, y lo llevo a un hotel barato, donde abusó del chico, casi inconsciente. Eso era lo único que recordaba.
Otra vez había caído en manos de un desconocido, necesitaba a Miguel. Busco en sus bolsillos su móvil, pero no estaba. Claro, el cabronazo no sólo le había violado, sino que también había robado su móvil. Gruño molesto, cansado. Cansado de la Mierda de suerte que tenía.
Se levantó, busco en sus bolsillos algo de monedas y encontró 6 centavos. Sonrió y se acercó a un teléfono público en la esquina de la calle. Trato de recordar el teléfono de Miguel.
Marcó... 1... 2... 3...
— ¡¿Bueno!? —respondió una voz agitada. Era él. Sus ojos se llenaron de lágrimas al sentirlo tan cerca.
— ¿Mi-Miguel? —susurro con la voz quebrada por las lagrimas. Seca de tanto alcohol.
— ¡¿Rubén!? ¡Joder! ¡¿Donde Mierda estas!? —la voz agitada y llena de angustia de Miguel. Rubén se maldijo por haberlo angustiado.
—No... No lo se... desperté en... un cuarto de hote-el.... —no podía hablar por los sollozos tan fuertes y tan dolorosos para Miguel al otro lado de la línea—. Abu-abusaron de mi... ¡Miguel te necesito! —los sollozos se convirtieron en berridos llenos de dolor y de miedo.
Miguel apretó con fuerza el teléfono. Se encontraba en su auto, en la búsqueda imparable de Rubén, se rindió durmiendo unos minutos hasta que el teléfono sonó.
— ¿Te... te hicieron daño...? —apretó los labios. Habían abusado de Rubén.
—Me duele mucho... me si-siento muy mal... snif snif... —Lloraba sin poder detener las lagrimas—. Me he drogado... no snif no sé lo que pasó... desperté con un fuerte dolor... desnudó... snif.
— ¡Hijo de puta! —Golpeó con fuerza el volante, maldiciendo al cabron que había abusado de Rubén.
—Sólo he metido poco dinero, la llamada se cortará, Miguel...
— ¿Dónde... Donde estas? —limpio sus lágrimas con el dorso de su mano.
—No lo se... hay... una tienda de ropa al frente, una papelera roja y varias tiendas en la colonia. También hay un parque donde hay patos.
—El estanque rojo...—susurró—. ¡Quédate ahí!
—Ven rápido por favor... —la llamada se cortó—. Te quiero...
_____________________
Now I'm peeling the skin off my face
'Cause I really hate being safe
The normales, they make me afraid
The crazies, they make me feel sane-Mad hatter-
ETAPA FINAL –Inicia.
Ya casi se nos acaba la historia bellas personas... :c ¡PERO, CALMA, CALMA! Que aun nos queda mucho por leer... ¡Nos vemos! <3
ESTÁS LEYENDO
cry baby ↮rubelangel™
Fanfictionhistoria basada en el álbum "cry baby" de Melanie Martínez adaptado al rubelangel. _♡_ no plagio, se original.