cry baby ↮rubelangel™

C R Y B A B Y [34]

—Tengo que volver, Miguel. —Su rostro se descompuso al escuchar a Rubén—. Lo siento.

—Sabes que no te dejaré ir sólo. —Habló con la voz temblorosa—. Te pueden hacer daño. Querrán que regreses ahí. —Advirtió—. No dejaré que te pogan un dedo encima, no otra vez.

Rubén rodó los ojos molestó. No quería que le hicieran daño, pero tenía que volver por Guillermo. El lo quería y no dejaría que le hicieran daño.

—Es mi última decisión, Miguel. —Tomó su mano—. Déjame ir. Prometo volver ileso.

Miro su rostro, sincero. Cerró los ojos dejando escapar el aire. Asintió y Rubén sonrió.

—Pero jurame que no harás nada que te ponga en peligro, por favor.

—No soy tan tonto como crees. —Susurro besando castamente su mejilla—. Te quiero mucho.

Miguel beso sus labios lentamente. —Yo más... —Sonrió entre el beso y se levantó del cómodo sofá. Estaban solos ya que la madre de Miguel había salido a una reunión con sus amigas.

—¿Que quieres comer? —Preguntó mirando a Rubén delante suya con las manos en su cintura. El castaño puso una mueca pensativa, haciendo reír al pelinegro.

—Pues... No he comido bastantes cosas en mi vida. —Se encogió de hombros. Miguel lo miro unos segundos y a levantó quedando frente a el.

—Que tal... si vamos a algún lugar. ¿Que te parece? —Rubén sonrio alegre, asintió con rapidez tomando la mano de Miguel entrelazado sus dedos—. Vamos entonces...

***

Una vez más caminaba por las calles de Madrid mirando a cada una de las personas pasar a su lado. Buscando alguna pista que le ayudará a dar con Rubén.

—¿Perdido? —Un muchacho de Cabello negro y gorra azul se acercó—. ¿Eres nuevo en la ciudad?

Lo miro unos segundos y asintió temeroso. El joven sonrio cálido.

—Me llamó Borja, pero mis amigos me llaman Luzu. ¿Y tú?

—Gui-Guillermo... —Hablo tímido extendiendo su mano. Luzu la tomo con una sonrisa de oreja a oreja.

—Luzu, Amor. —Una rubia aserco detrás de Luzu mirando a Guillermo con confusión—. Hola, ¿Quien eres?

Luzu rio sosteniendo la mano de la rubia. —Ella es Lana. Mi novia. El se llama Guillermo, Lana. —La chica sonrio alegre tomando la mano del chico tímido de ojos achinados.

—¡Nice, Nice! Mucho gusto, Guille.

—Mucho gusto.

***

Ambos caminaban por la plaza envueltos en Carcajadas y cumplidos que hacían sonrojarse a Rubén. Las tiendas llenas de gente. Jóvenes hablando animadamente y familias contentas comiendo.

—¿Quieres algo? —Pregunto amable Miguel tomando su mano.

—Por ahora no, Gracias. —Sonrió besando su mejilla.

—Ahí hay una juguetería a la que me traía Flora de pequeño... —Suspiro pestañeando, tratando de aclarar la vista por las lagrimas—. ¿Vamos?

Rubén lo miro de reojo y asintió. Ambos caminaron hasta la esquina del Mall donde estaba aquella juguetería que había mencionado Miguel.

Al entrar Miguel observó todos los juguetes como si de un niño se tratase. Los juegos de mesa adornaban toda la pared y varios juguetes como camiones, juguetes de acción y pistolas Nerf en toda la estantería.

Su vista se enfocó en un pequeño pikachu al fondo, justo como el que había tenido de pequeño. Se tambaleo por culpa de un leve mareo. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su cabeza comenzó a doler. Recuerdos invadieron su mente. Desde su madre hasta sus abuelos en Noruega. Tenía que salir, tenía su huir.

—¿Rubén? ¿Estas bien? —La voz de Miguel se escuchaba lejana. Corrió a la salida del lugar. Las lagrimas salían como cataratas de sus ojos verdes. Su cabeza dolió y las ganas de golpear algo, volvieron—. ¡Rubén! —Sus manos fueron tomadas con fuerza tirando de el. Miguel lo miro con pánico en la mirada.

Estaba pálido y temblaba de una manera anormal. Sus ojos estaban oscurecidos y miraban a todas partes. Estaba fuera de si. Miguel tomó su rostro con fuerza obligando a que lo mirará. Encontró sus ojos y lo miro fijamente mientras susurraba: -Todo está bien. -En su rostro. Poco a poco fue relajando la mirada abrazando con fuerza a Miguel, quien suspiro aliviado.

—Todo está bien... —Murmuró abrazandolo con fuerza—. Tranquilo, Rubén.

—Te-tengo miedo... —Susurro con la voz temblorosa.

—¿De quién?

—De mí.

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¡Chau! <3