NARRA NIALL
El timbre que anunciaba la primera ronda sonó. Matt y yo chocamos nuestros puños cubiertos de aquellos incómodos guantes y nos separamos, cada uno a un lateral. Él sonreía, deseaba ganarme, yo, en cambio, solo me concentraba como antes lo hacía.
Oía a la gente gritar, algunos mi nombre, otros el de Matt y eso hizo que mi adrenalina fuera un termómetro de mercurio en un desierto, subió hasta explotar. Sin más, lancé un golpe a Matt, un golpe que a continuación fue esquivado y yo fui el que recibí uno en mi costado.
Mi tórax fue hacia delante para evitar el dolor y me recompuse luego, sentí la bilis subir por mi tráquea pero la mantuve dentro. Ahora él recibió mi puño en su pómulo, se tambaleó y los gritos aumentaron, el otro puño fue hacia su costado e hizo lo mismo que yo antes. Su mirada subió a mi con rencor, no entendí hasta que millones de golpes con furia abatieron mi cuerpo haciéndome descansar en las cuerdas mientras el arbitro se lo llevó al otro lateral.
La gente chillaba, al igual que mis demonios, mis oídos pitaban y sentía la sangre arder dentro de mi. Cada lugar donde su mano en forma de puño se había enterrado dolía, ardía, era desastroso. Algo dentro de mi chilló que vuelva y le hice caso, dejé las cuerdas a un lado y ahora yo fui a por él.
Uno, dos, golpes esquivados, que volvieron hacia mi como un boomerang, los gritos ahora eran de preocupación y el timbre sonó, el fin de la primera ronda. Fui hacia mi esquina y mi entrenador limpió la sangre que salía de mi labio roto y mi sudor con una toalla, yo bebía el agua y me la tiraba encima, debía despertar y ganar, dedicárselo a ella, que esté orgullosa de mi.
Entrenador: Tranquilo Horan, debes darle cuando piense que ha ganado- colocó un pequeño papel en mi labio, era para parar la hemorragia, lo que siempre se ponía en los hospitales- Estarás bien, recuerda, eres " The Monster".
Miré al pasado unos momentos, todos los combates ganados y el orgullo de mis amigos, su mirada en la mía, su angélica mirada que me sacó de todo esto, la sangre me heló por segundos y recordé mis premios, entonces fue cuando desperté. Miré a mi entrenador, asentí y coloqué el protector en mi boca. Ahora él había asentido y yo choqué mis puños con fuerza y me levanté eufórico.
Él chocó su mano en mi espalda desnuda con fuerza, no me dolía, me daba ánimos. Salió del ring y el timbre volvió a sonar. Recordé todas mis tácticas de antes y fui hacia Matt, paso lento, pero no pausado. El aire llenaba y se iba de mis pulmones con fuerza, mi corazón latía al sentirme en la cima. Todo se volvió negro durante segundos y choqué mis manos en su pómulo, nariz, labio y costado, todas las partes que podía tocar hasta que cayó en las cuerdas como antes lo había hecho yo.
La gente gritaba con fuerza, decían mi nombre como si ya fuera el ganador, pero no. Matt se levantó, me miró durante segundos mientras levantaba mis brazos como si ya hubiera ganado, pero su guante se colocó en mi hombro, me hizo girar y ahora yo era el herido. Paré sus golpes bloqueándolo con mis brazos delante de mi rostro y le di en su pómulo.
Se tambaleó y le di de nuevo, su cuerpo no tocó el suelo durante unos rápidos segundos y cuando lo hizo mi puño dio con fuerza en todo su rostro, cayó al suelo y mis brazos se levantaron, como las voces de alrededor. La busqué y allí estaba, junto con los chicos, me miraba sonriente. La señalé con el guante de uno de mis brazos y luego lo llevé a mi boca, de nuevo la señalé, le había mandado un beso, ella hizo como si lo hubiera cogido y se lo llevó al pecho, era cursi, pero eso le encantaba.
El arbitro levantó mi brazo, gané. Louis me miraba orgulloso mientras se forraba de los que habían apostado en mi contra. Bajé del ring y la busqué, cuando la vi, corrí hacia ella esquivando a la gente y le abracé por la cintura sudoroso. Sus manos temblaban mientras se enredaban en mi pelo y me separé para plantar un beso en sus finos labios.
Todos me felicitaron, sobretodo Louis, claramente, le había hecho más rico de lo que era en unos minutos.
Louis: Sabía que ganarías.
Yo: Y yo que te forrarías, cabronazo.
____: Y yo también sabía que ganarías, desde el primer golpe.
Harry: ¿Y no te da pena Matt?
Yo: No, era un simple combate.
Harry: Niall, me gusta oír tu opinión, pero se lo decía a ____.
Yo: Ups.
____: Claro que me da pena, pero ha ganado mi novio, con eso se me pasa.
Todos reímos y fui al vestuario a cambiarme, ellos me esperarían afuera. Había sido una gran noche, sin duda, "The Monster" ha vuelto.
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Amor odiado (Niall Horan y Tú)
DragosteÉl la perderá y ella llorará Ella le perderá y él se maldecirá Sus corazones se romperán y no sabrán si volverán a ser uno