Capítulo: 2

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Él leía mis documentos detenidamente.

—Prácticamente la mejor en contabilidad y manejo de oficina.— dijo ahora soltando los papeles.

—Siempre doy lo mejor de mí y obtengo buenos frutos.— sonrió.

Sonrió por cuatro segundos exactos.

—Mañana empiezas, hoy debes ir con Evenine, qué estará esperándote afuera a buscar tu uniforme.

Me quedé inmóvil.

¿Me eligió a mí?

Iba a hablar pero me interrumpió exasperado.

—¿Qué estás esperando?

Me levanté automáticamente.

—Sí, señor Mendes.

No dijo nada y decidí salir.

Una señora me sonrió amablemente.

—Hola cariño, soy Evenine.— dijo acercándose para darme un abrazo.

Le correspondí el abrazo feliz.

Hace mucho qué no recibía un abrazo.

Nos separamos y me pidió que la siguiera hasta un auto, el cuál es de la compañía pero para su uso personal.

Luego de minutos llegamos a una boutique. Evenine le dio las indicaciones a la empleada y ella me midió para saber mis tallas.

—Desde un principio supe que te iba a elegir a ti.

Sonreí, ella era una señora mayor, bastante bonita y se veía que era una gran persona.

—Estoy muy feliz y daré lo mejor de mi. Me mudé aquí hace un mes y está fue la entrevista número trece solo en este mes.

—Wow, ¿estás sola en New York? Te ves muy joven, creo que serás la más joven en la compañía.

—Sí, estoy sola, mis.. mis padres murieron hace cuatro meses.— dije suspirando.

La empleada trajo los uniformes, se componían de una camisa blanca, un chaleco negro y una falda del mismo color.

—Lo siento mucho.. puedes contar conmigo para lo que necesites.

—Muchas gracias.

Evenine pagó y salimos para buscar los tacones. No tardamos tanto porqué los elegí sencillos y cómodos.

Menos mal que sabía usarlos.

Never be aloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora