Never be alone

Capítulo: 24

Mi espalda dolía mucho, la silla en la que intentaba dormir era muy incomoda. Me levante y busque mi mochila que aún tenía todo lo que había echado hace unos días. No traía cabeza para nada. Encontré las cartas y tome la carta que no sabía de quién provenía, Megan Clark.

—¿No puedes dormir?— dijo con voz ronca.

—Lo siento ¿te levante?

—Nunca respondes lo que te pregunto— dijo sonriendo.

—No puedo dormir Shawn.

—Acuéstate conmigo— dijo mordiéndose los labios y reí.

Lo obedecí y lo abracé.

—Esta carta, me llegó hace unos días.

—¿De quién es?

—Al parecer un familiar.

La abrí y comencé a leerla.

Querida Lia Clark:

Espero que estés bien, soy tu tía Megan. Me he enterado de donde vives por la terrible noticia tuya y de tú ahora prometido que tuvieron un accidente.

Además tus amigas Liliana y Sarah se han quedado conmigo para ir a visitarte.

Necesito hablarte y es muy importante. Puedes hablarme a este numero xxx-xxx-xxxx.

—¿Cómo es que..?

—La prensa está más pendiente de nosotros de lo que crees, deberías hablarle.

—lo haré más tarde...

—Clark ¿qué sucede?

—Nada..

—Josh me habló sobre tu amigo, me dijo que no le tiene confianza, ¿crees que intente matarme cuando te vayas?

—¿Qué? Shawn por favor..— dije seria.

—Ya dime qué sucede Lia.

—Es él, solo lo veo como un amigo y él no me ve así, cuando Josh fue a buscarme él intentó besarme. Le he dicho que te he elegido a ti tantas veces.

Mire a Shawn preocupada pero él solo sonrió burlonamente. Y eso me extrañó, ¿había escuchado bien?

Levante mi cabeza para verlo bien y él me besó.

—Él no te hará sentir ni lo mínimo que te hago sentir yo. Qué se ande con cuidado que aún puedo partirle la cara de bonito que tiene.

Solté una carcajada y volví a besarlo.

—Señor Mendes como se siente. Oh, disculpen..

Hablando de rey de Roma...

—No se preocupe doctor, estoy de maravilla.

Me dio una corta mirada y luego volvió a Shawn.

—Le daremos de alta. Con unas dietas, sobre sus terapias no deben excederlas para que no se fatigue.

—De acuerdo.

Jayden lo miraba y Shawn le sostenía la mirada, desafiándolo.

Cuando se puso incomodo el ambiente, tosí llamando la atención de ambos.

—Gracias doctor— dije y me miró serio y luego se retiró.

Miré a Shawn me veía serio. Estaba en problemas.

—¿Te besó o casi lo hace?

—Casi, ya Shawn no importa.

Me levante y tome mis cosas para acomodarlas y tome el celular para llamar a Karen.

—¿Lia ese idiota te besó?

Le di una mirada corta y Karen contestó.

—Hey, Karen, le darán de alta, sí, lo llevaré, no hay problema.

Colgué y lo miré.

—¿Lo hizo Lia?— preguntó enojado.

Eso no parecía importarle hace unos segundos.

—¡Ya basta Shawn! solo los rozó, pero Josh lo evitó, si te hace feliz, le dio un puñetazo que lo dejo caer.

Cambio la mirada y no dijo nada hasta que Jayden volvió a entrar con unos papeles.

—Necesito que firmen para poder darte de alta.

Tome los papeles sin mirarlo y los firme y luego se los di a Shawn. Empecé a recoger sus cosas.

—Llevare esto al auto— le dije a Shawn y ni siquiera me miró.

Rodé los ojos y salí con todas las cosas. Apenas podía con mi bulto y sus cosas. Las personas a mi alrededor me miraban pero ninguna se ofreció a ayudarme.

Cuando llegue al auto guarde todas sus cosas. Vi mi rostro a través de los cristales del auto y me di cuenta que mi cabello estaba completamente alborotado, tenía ojeras y mis labios estaban resecos y morados por el frío del hospital. Últimamente no cuidaba mi apariencia.

Volví adentro y me encontré con Jayden, más bien tan pronto cuando me vio entrar fue hacía mi. Lo esquivé y seguí caminando.

—¡Lia! ¿Realmente esto es lo que quieres? Mírate cómo estás por él, él ni siquiera te merece.

Pare de caminar de golpe y lo miré enojada.

—Cierra tu estúpida boca— grité haciendo que todos me miraran.

Las lágrimas empezaron a caer y comencé a mover las manos intranquila. Estaba tan nerviosa y le echaba la culpa a no haber comido y dormido bien.

—Arruinarás tu vida al lado de un inválido ¿y sabes qué? será muy difícil que sane y eso lo saben todos menos tú.— cada palabra que salía de su boca reflejaba desprecio.

Las personas que pasaban por aquel pasillo empezaban a susurrar cosas. Mientras que yo lloraba y no podía expresar lo que necesitaba decir. Me volteé sin poder gritarle como quería. Y comencé a correr hasta la habitación en donde estaba Shawn.