Enamorada de la competencia.

Capítulo 20. "Cosas en el estómago significa que no te gusta".

– En el bajo, Amy –dijo Molly. Una chica alta y morena entró en la habitación, con una sonrisa tímida adornando sus labios. Ella nos saludó con la mano. Le sonreí y la agité mi mano en el aire también– En la batería, Drake –esta vez entró un chico alto y flacucho, que caminó muy casual hasta llegar al lado de Amy, con un par de baquetas en la mano, y nos saludó con un asentimiento de cabeza y un guiño de ojo– En el teclado, Chriss –entró una chica rubia vestida bastante dark, pero con una actitud alegre y un aura pacífica, sonriendo de oreja a oreja.

– ¡Hola! –saludó, entusiasmada. Era adorable, en realidad.

– ¡Hola! –saludamos las cuatro en conjunto, con una sonrisa igual.

– Y en la guitarra, Jared –finalizó Molly. Jared May, el chico que conocí esta mañana en motocicleta, entró en la habitación. Saludó a las chicas con una media sonrisa, y a cuando me vio, me guiñó un ojo.

– Molly, ¿podemos hablar un segundo? –preguntó Paul, entrando a la habitación. Se frenó al percatarse de que la sala no estaba sola– Oh, disculpen. Hola chicas.

– ¡Hola Paul! –saludamos.

– Les dejaré un rato para que se conozcan y practiquen las canciones –avisó Molly, caminando hacia la puerta con Paul– Jake va a estar en la sala de grabación en media hora.Y sin más, se fue.Y fue incómodo hasta que Dannia decidió hablar.

– Heeey, soy Dannia –dijo.

– Aria/Kathie –dijimos Kathie y yo al mismo tiempo, y después tuvimos de esas miradas de complicidad que tienen los amigos cuando dicen algo al mismo tiempo.

– Sussaaaaan –Suss levantó su mano.

– Sabemos sus nombres –aseguró Chriss, como si estuviera a punto de explotar (sus mejillas estaban rojas, tenía una sonrisota, y por su tono de voz, contenía unos chillidos)

– ¡Soy fan desde The X Factor, AAHH DIOS MÍO NO PUEDO CREER ESTO! –chilló, y comenzó a golpear el brazo de Drake, emocionada.

– ¡Auch! ¡Chriss! –Drake masajeó su hombro.

– ¡Lo siento! –rió, y volteó para vernos con ojos brillantes– Soy la más grande fan, ¡lo prometo, AAHH!

– Dios mío, ¿puedo abrazarte? –preguntó Sussan.

– ¿Puedo yo también? –preguntó Dannia con hilo de voz.

– ¡VOY A LLORAR! ¡No voy a llorar! ¡Lo tengo bajo control, no se preocupen! –respiró hondo, y luego corrió a abrazar a Dannia y a Sussan, y a fangirlear con ellas. Yo sonreí ante lo adorable que se veía, y luego caminé hacia Jared y Drake. Amy hablaba con Kathie.

– Bienvenidos al barco... avión, submarino, tren, lo que sea, bienvenidos a bordo- ¿por qué dije eso? Nunca digo eso –me recriminé, cuando caí en cuenta de lo patética que soné. Jared y Drake soltaron una carcajada.

Joder, ¿por qué siempre hago el ridículo? Y siempre soy yo, es una maldición, a Dannia, Sussan o Kathie no les pasa: la cosa es conmigo. Estúpido Zeus y sus cosas contra mí.

– Hola, OIGAN, holi –Sussan llamó la atención de todos– Bueno, estaba pensando que sería fino... ya saben, sería genial que nos... no sé, que hablemos todos y nos conozcamos y socialicemos al mismo tiempo y todo esto entonces... No sé, podemos hacer como en esos sitios de rehabilitación en los que cada uno cuenta cosas sobre uno mismo.

Y como todos estuvimos de acuerdo, lo hicimos. Hicimos un círculo sentados en el suelo. Al principio fue un poco raro, en los primeros quince minutos sólo estábamos hablando cosas como cuántos años teníamos, qué banda nos gustaba más, a qué edad iniciamos con la música... pero después de eso, se comenzó a romper el hielo, hasta que terminamos haciendo bromas estúpidas, realmente estúpidas, como: