Enamorada de la competencia.

Capítulo 11. Show 1

̶ De nuevo, cinco seis siete y...

Estábamos terminando el ensayo de la coreografía con Diana (nuestra coreógrafa). Al principio me asusté, es decir, ¿cómo cantar, bailar, y no morir, al mismo tiempo? Já, pero la raza humana es más inteligente de lo que pensamos: existen técnicas para eso. Mjum, así es, técnicas. Que no voy a decir aquí porque no son gratis y, porque me da flojera, principalmente.

̶ Excelente chicas, aprenden rápido. Es todo por hoy, pasado mañana pulimos todo y el jueves nos vemos de nuevo para el ensayo general -nos indicó, nosotras asentimos-. Es un gusto trabajar con ustedes, de veras son uno de los mejores grupos con los que he trabajado.

̶ El mejor -corrigió Sussan. Y luego miró a la videocámara que grababa cada uno de nuestros movimientos (excepto en el baño), moviendo las cejas.

Luego de despedirnos de Diana adecuadamente, tomamos nuestras cosas y salimos del estudio de baile.

̶ Chicas, son las cinco -dice Sussan- ¿y si hacemos un muñec- es broma, ¿y si vamos a McDonal- bromeo de nuevo. No voy a preguntarlo, ¡Llévanos a McDonald's más cercano, Edward! -le dijo Sussan al chofer. Él asintió con su sombrero, y arrancó el auto.

̶ ¿Cómo supiste el nombre? -le susurré.

̶ Todos los mayordomos se llaman Edward. Si te llamas Edwards, Dios te trajo al mundo para servir, querida amiga. O para chupar sangre, pero bah.

...

̶ ¿Qué van a pedir? -la chica de McDonald's al vernos frunció el ceño, y nos observó fijamente. Luego, sus cejas subieron con sorpresa y preguntó:- ¿u-ustedes están en The X Factor, cierto?

Naturalmente -y no lo digo por ser egocéntrica-, es ella la que debería emocionarse por conocer a personas de la televisión. Pero soy yo la que está emocionada porque NOS RECONOCIÓ.

̶ Sí -contestó Dannia, sonriendo-.

̶ Oh por Dios ¡yo amo The X Factor!, fui a las audiciones y las escuché cantar, lo hacen fabuloso, creo que fue fantástico que los jueces las unieran -expresó son simpatía-.

̶ YO TAMBIÉN -salté yo a fangirlear- Ese juez, Gary, él dijo que no, pero yo sabía que sí, y él como-

̶ NO LO VAN A LOGRAR -Kathie imitó a Gary.

̶ Pero yo como-

̶ SI LO VAMOS A LOGRAR -Kathie me imitó a mí.

̶ Así que, sí -suspiré, sonreí, y recordé la situación en la que estaba, y que no podía estar recostada en la mesa de la caja registradora- Oh, lo siento, la caja de diez Nuggets.

Sussan rió.

̶ ¿No quieres mejor la cajita feliz?

̶ Esa solo lleva cuatro Nuggets -Dannia bufó- Es un robo- eh, lo siento. -se disculpó.

̶ Yo sólo trabajo en la caja, no me ofende -la chica se encogió de hombros.

Luego de que cada una pidiera y pagara lo suyo, hablamos con la empleada por unos minutos hasta que nos entregaron las bandejas con comida. Entonces nos fuimos a una mesa apartada (algo estúpido considerando que todo el local estaba vacío, pero... sólo pero).

- ¿Qué sintieron exactamente cuando la chica nos reconoció? -pregunté.

- Yo sentí como que mi mamá se debería sentir orgullosa -dijo Sussan.