Prólogo

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Prólogo

En las afueras de la Casa Blanca, Nueva York, 7 de enero del 2016, 08:36 am.

Una muchacha rubia recibía órdenes que de pronto comenzaría a transmitir en vivo, la joven dio un bocado de aire, para relajarse, finalmente había logrado ascender a dar noticias importantes, pronto leería el maldito noticiario para el cual trabajaba.

-Buenos días, soy Dayanne Eclair, estamos en las afueras de la Casa Blanca debido a la presencia de un horrible crimen, el senador John Royers fue brutalmente asesinado, pues fue despedazado en cabeza, torso y sus cuatro miembros restantes de brazos y la piernas. La conmoción fue causada debido a que la gente que pasaba por aquí de pronto escucho un estruendo, algunos advierten que esto cayó del cielo, se trata de una especie de esfinge con el cuerpo del senador. Debido a que se trata de una escena muy fuerte, sólo me limitaré a describirla-la rubia hizo una pausa-todo consiste en trozos de Madera amarrados con cuerdas rústicas, donde los miembros del senador fueron incrustados en él como en una especie de altar, por el momento los guardias del recinto junto a la policía trabajan para alejar a las personas que se quedan mirando, mientras desmontan la escena del crimen-finalizó esperando una respuesta de los animadores del noticiario.

-Que espantoso crimen, esperemos que esto no quede impune, muchas gracias Dayanne, cualquier información nueva volveremos contigo-comentó una morena que animaba el noticiero.

-Sí Carol, nos vemos-tras aquellas palabras la transmisión de acabó y sus hombros se relajaron, entregó el equipo de audio a las personas del staff y se sentó al interior de la camioneta con una cara de disgusto y asco ante la escena del crimen, debido al escándalo provocado rápidamente se subieron imágenes a las redes sociales, el equipo en vista de tener un buen rating por la morbosidad de la población fueron los primeros en llegar a la escena junto a la policía, pero la escena era tan sangrienta que no fueron autorizados a transmitirla en vivo.

Dayanne observó con cuidado como desmotaban aquel especie de altar, la cabeza había sido atravesada por la mitad, un ojo salía del hueco que lo albergaba y solo lo sostenía el nervio, el otro ojo no se encontraba, del torso corrían los intestinos y la sangre alrededor de la madera, de los brazos y piernas se podía apreciar los huesos, una clara vista a los músculos y finalmente toda la zona de la cadera se encontraba fuera del altar, donde la virilidad del senador se encontraba hecha añicos alrededor de la escena. Él staff ya había guardado todo el equipamiento, por lo que se limitaron a esperar y seguir a la policía, para así tener información de la autopsia generada al cadáver, durante el trayecto la periodista se limitó a maldecir por la noticia que le tocó llevar.

La Descendencia de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora