La Descendencia de Drácula

Comienzos

Capítulo 1: Comienzos

-Tras esta triste noticia damos por finalizada la interrupción de la programación. En nuestra edición de más tarde se dará más información acerca del caso, nos vemos-finalizó la joven del noticiero, así una muchacha que parecía de 20 años de edad, de larga cabellera de color negro hasta las rodillas apagaba la televisión con una clara sonrisa en su pálida y suave piel junto a sus profundos ojos negros, de complexión delgada y una clara altura prominente de 1.80 m.

-Ya dio comienzo...-murmuró colocando los pies sobre la mesa de centro mientras ella se estiraba en el sofá cercano hasta que una mujer bajo sus pies gimió.

-Ama-sollozó la mujer que se ganó al lado de la mesa de centro, de cabello castaño hasta los hombros, ojos dorados, tez normal, de piel delicada y fina, perfectamente maquillada, cuerpo envidiable, ya que sólo se encontraba en ropa interior dejando ver la mayor parte de su cuerpo-Por favor-suplicó abrazando la pierna de la pelinegra y lamiendo con excitación la planta del pie de la chica.

-De acuerdo, jugare contigo un rato-comentó la pelinegra que sólo vestía un babydoll de color rojo semitransparente y volvió a sonreír, amaba sentirse superior y sus afilados colmillos salieron a relucir, no estaba mal brindarle una pequeña recompensa a la prostituta que le dio valiosa información y se la llevó a su cama, además necesitaba alimentarse.

Algunas horas pasaron hasta que alguien más entró al cuarto despertando directamente a la pelinegra que perezosamente se frotaba los ojos.

-Ama Heather, por favor no siga alimentándose de cualquier cosa que encuentra por la calle-comentó la morena, justamente la animadora de las noticias, cabello ondulado y corto hasta el cuello de color castaño oscuro, ojos color chocolate cubiertos por unos lentes, cuerpo firme digan de una deportista y vestida con ropa ejecutiva.

-No seas así Carol, no es cualquier comida, dio una información valiosa-Heather se acerco a la castaña que dormía plácidamente a su lado con 2 marcas de colmillos en su cuello-solamente le di una pequeña recompensa-paso sus finos dedos por los orificios del cuello de la chica.

-Aunque sea una recompensa-murmuró Carol enojada, sacó un pequeño pañuelo de entre su traje y limpió la mejilla de la pelinegra-Si tiene hambre pudo recurrir a mí-agregó inflando sus mejillas.

-Carol no hables idioteces, eres un rostro público lo mejor será no dejar ningún rasguño en ti-respondió seriamente Heather levantándose de la cama completamente desnuda.

-Lo siento ama-murmuró Carol bajando la cabeza.

-No te preocupes Carol, ya comenzó todo y es cosa de tiempo para que termine-dijo Heather acariciando el rostro de la morena-Ahora ¿dónde está Edward? -agregó llegando al ropero y sacando unos pantalones, blusa y chaqueta que le brindaban un estilo formal, junto a la ropa interior de color negro.

-Debe estar por llegar-comentó Carol acariciando la mejilla donde la toco su ama.

-Que divertido, finalmente podré deshacerme de la escoria de este mundo-comentaba alegre cuando el ruido de la puerta resonó en el departamento dejando apreciar a un rubio de brillantes ojos azules, vestido de traje color gris y que rápidamente fue a la habitación donde estaba su ama.

-Maestra Heather-habló Edward entrando sin más en la habitación y hallando la mejor vista sacada de sus fantasías más escondidas, la hermosa pelinegra se encontraba completamente desnuda y sostenía la ropa interior en sus manos, ante esa vista se quedó sin habla, pero a cambio le llegó un fuerte golpe que lo saco de la habitación.

-Primero llegas tarde y ahora ves a nuestra ama desnuda, maldito sin respeto-exclamó Carol apoyada en el marco de la puerta.

-Me disculpo por eso y no sería la primera vez que la veo así-respondió el rubio sobándose la mejilla.