Helsing

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Capítulo 3: Helsing

Capilla de San Pedro, Italia, 9 de enero del 2016, 2:45 am.

Un sacerdote de edad avanzada que se lograba sostener con ayuda de un bastón se encontraba nervioso, desde hace varios años que no tenían que recurrir a los cazadores, pero aquella tragedia ocurrida en la embajada trajo consigo nueva información, durante las autopsias las criminalista a cargo sin querer se le cayó un poco de ajo que tenía para el pútrido olor a cadáver, pero la carne quemada reaccionó calcinándose y convirtiéndose en simple polvo, la encargada era religiosa por lo que recurrió al sacerdote que realizó una pequeña ceremonia de purificación.

—Se supone que los vampiros estaban extintos, ¿cómo puede ser posible? —se preguntaba, horrorizado, hasta que el sonido del teléfono tomó su atención, el invitado había llegado—díganle que pase—unos segundos después el sonido de la puerta hizo que sus nervios volvieran—Adelante—un joven de largo cabello castaño oscuro ondulado amarrado a una coleta baja, afilados ojos dorados, tez clara, contextura musculosa junto a 1.87 m de altura, cubierto totalmente por una gabardina café oscura rota en los bordes, con tajos de cuchillos y balas en distintas parte, pero eso solo hacia al hombre más imponente.

—Padre—saludo el hombre— ¿Por qué la iglesia llama a los cazadores? Recuerde que nuestra relación con la iglesia es mera apariencia—agregó con seriedad, su voz profunda resonaba en la habitación.

—Lo sé, joven Ragnar van Helsing le solicito a usted como líder de la organización que investigue la situación—el padre tomo una carpeta cercana y se la pasó al joven, contándole todo los detalles de lo sucedido en la autopsia.

—Les dije que no estaban extintos, pero no me han hecho caso y nuestras fuerzas están debilitadas—el castaño comenzó a leer los informes con detenimiento.

— ¿Aceptará la solicitud? —el padre se encontraba impaciente.

—Por supuesto, somos los únicos que podemos parar a estos vampiros—Ragnar cerró la carpeta y se acercó al sacerdote—esperemos que su Dios nos ayude esta vez—su voz era de amenaza y un enojo interior salió a la luz, su odio hacia los vampiros.

—Re...Rezaré que así sea—respondió el hombre de edad con miedo, los ojos afilados del joven era como si penetraran en el alma del sacerdote.

—Puff...si con rezos se logrará matar a esos demonios haces años que estarían extintos, me llevaré esto y será que hable con sus superiores, nos vemos padre—salió de la capilla con fuerte estruendo, el sacerdote se limitó a persignarse.

Tras la muerte de Abraham van Helsing como vampiro, los descendientes optaron por especializarse en cazadores de vampiros, así como lo hizo una vez su predecesor con conocimientos de medicina, filosofía, arte, literatura y sobre todo historia, antes de que Abraham cayera en la tentación dejo un sin número de documentos acerca de todas sus investigaciones en diversos temas, entre ellos los vampiros.

Años después del incidente con el conde Drácula, Abraham se casó y tuvo hijos, pero el tiempo pasó haciendo de él un simple vejestorio, hasta que un vampiro llegó ofreciéndole aquella fuerza sobre humana y la vida eterna para un anciano que ya no podía con la vida, el hombre cayó y dejó a su esposa e hijos, donde posteriormente murió.

Los descendientes crearon la organización llamada Helsing, en honor al primer cazador de vampiro, pero aquella profesión quedo sellada a herencia familiar bajo la fachada de doctores, varias personas de distintas profesiones más se unieron creando una red de cazadores de vampiros alrededor de todo el mundo, hace aproximadamente 10 años se anuncio la extinción de los vampiros, ya que sin que nadie se percatara se lanzó ajo en el aire, todas las personas que tuvieron alguna reacción fueron analizadas previamente y se halló a todos los vampiros que se estaban ocultando, esta acción fue llamada la gran purga, pero solo muy pocos tenían aquel conocimiento.

Después de la gran purga muchos miembros se retiraron, Ragnard los intentó detener, les dijo que aún quedaban vampiros vivos y que la iglesia mentía sobre el hecho de no haber más casos que implicaran vampiros tras la gran purga, desde los inicios de la organización la iglesia se ha querido inmiscuir bajo supuesta ayuda de la cual no se obtenía ningún beneficio, no eran más que amenazas de sacar la verdad de los vampiros al mundo y ahuyentar a la población, lo más probable es que sea para obtener datos de los vampiros y obtener vida eterna, pero todos los líderes se han mantenido fieles sin vender a la organización y Ragnard no sería la excepción, más cuando la razón de su odio era tan clara, una vampiresa torturo a su padre y su hermana mayor, lo peor fue que no sólo mató a la chica sino que también la violo para luego beber y bañarse en su sangre, ante el recuerdo no pudo evitar enojarse.

En los años que llevaba de cazador no había rastro de aquella vampiresa que vio hace 15 años en su casa, aquel largo cabello negro, una piel tan blanca como la nieve, profundo ojos negros y una sádica sonrisa, no la podía sacar de sus pesadillas, prefirió centrarse en lo que estaba haciendo. Actualmente el castaño seguía el rumbo de uno de los vampiros más temidos, el ejecutor blanco, gracias a cierta rata de la embajada logró conseguir  información de una rama completa de vampiros que trabajaba en la embajada de Estados Unidos en Italia, se hacían llamar la rama Clinton, comentaron acerca de un plan del cual no tenían conocimientos y que todos le temían al ejecutor blanco, pero no logró conseguir más información, ya que esa noche fue la explosión, pero a cambio encontró un albino que felizmente veía como ardía el edificio y por un presentimiento decidió seguirlo.

La Descendencia de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora