#1 My Dream (Kaisoo)

Capítulo 12: Besos

Muchas personas se le quedaron viendo mientras cargaba a Kyungsoo en modo princesa hasta su auto, quien incluso roncaba muy despacio cerca de su oído y de vez en cuando se quejaba tratando de acomodarse a su cuerpo en busca de calor.

No podía importarle menos si llamaba o no la atención, estaba muy cómodo llevándolo, el pequeño no pesaba mucho, y aunque lo hiciera, no estaría preocupado en absoluto.

Se apoyó en su auto, quitando la alarma y luego de abrir la puerta haciendo una maniobra lo dejó sentado en el asiento del copiloto. Jongin se preocupó de ponerle el cinturón de seguridad y acomodarlo bien, Kyungsoo por su parte se encogió y apoyó su cabeza en el asiento, parecía un pequeño niño que susurraba algo que no lograba entender pero que lograba hacerlo sonreír ante la imagen que daba.

Rodeó su auto y se metió en él, ajustó el espejo retrovisor y se colocó también el cinturón de seguridad, dando una última mirada al chico que dormía a su lado, se preparó para manejar, aún recordaba la dirección de la casa del bajito, así que se dirigió allí con calma.

El viaje fue de unos 20 minutos, y ya estaba estacionado frente a la casa del menor. Aún estaba indeciso sobre entrar a su casa, quizás eso sería demasiado, pero en todo el camino que llevaban el menor no había despertado, seguía tan dormido como si hubiera sido drogado o algo similar.

- Kyungsoo... - Jongin lo llamó primero con voz suave pero no hubo respuesta alguna, volvió a llamarlo un poco más fuerte, con su voz más áspera mientras con su mano lo movía por el hombro para despertarlo pero no pudo. Jongin suspiró entre agobiado y divertido, no habría imaginado que durmiera tan profundamente, así que estaba resignado, salió de su auto y abrió la puerta de Kyungsoo para sacarlo, asegurándose de sostener en su mano derecha las llave que Baekhyun le había dado antes.

Suponía que no era demasiado tarde, aunque la luz natural ya se estaba acabando. Con mucho cuidado tomó a Kyungsoo entre sus brazos y automáticamente se aferró a su cuerpo como si fuera un pequeño koala. Jongin respiraba armándose de valentía, intentó primero tocar el timbre, quizás habría alguien en su casa, Kyungsoo vivía con su madre y quizás ella estaba allí, pero luego de varios minutos no hubo respuesta, Jongin una vez más no tuvo alternativa y con ayuda de la llave entró a la casa.

El lugar no era lujoso, no era demasiado grande pero tampoco era pequeño, desde la entrada podía ver toda la sala y parte de la cocina hacia el final, todo estaba muy ordenado y limpio, tal como se imaginaba debía ser Kyungsoo.

No tenía idea de dónde estaba la habitación de Kyungsoo y de todas formas se sentía bastante incómodo al hacer eso, como si fuese un ladrón entrando sin permiso.

Así que se decidió por dejarlo en el sofá de cuero más grande que había en la sala, Kyungsoo se quejó de inmediato, y sus manos se apretaron alrededor de su camisa, haciendo que el moreno tuviese que acomodarse a su lado.

Kyungsoo hizo una mueca con los labios pero luego de eso soltó un suspiro. Jongin lo observaba dormir tranquila y profundamente, con los ojos cerrados haciendo que sus pestañas curvas y largas chocaran con su piel, su boca ligeramente abierta y no pudo resistirse a pasar el pulgar por sus labios.

Eran tan suaves, gorditos y lindos que era imposible que no quisiera probarlos. Jongin tuvo que cerrar los ojos y obligarse a dejar de pensar en eso, no era lo correcto, lo sabía pero era una maldita tentación y casi un castigo que Kyungsoo fuera así y tener que estar tan cerca.

Kyungsoo abrió los ojos, su cuerpo buscaba más calor y tuvo que pestañear varias veces para poder recuperar la consciencia luego de haber dormido tanto.