—¡Emma arriba!
Me despierto sobresaltada al oír la voz de mi madre, miro la hora y veo que en cinco minutos la alarma sonará por lo tanto, la desactivo. Suspiro, lunes de nuevo, día de escuela. Estoy tan cansada que preferiría quedarme durmiendo, pero mis padres nunca me lo permitirían.
—¡Ya bajo! —grito en respuesta, me levanto y me dirijo lentamente al baño, toco la puerta por si alguien y al no contestarme nadie, entro— ¡Por dios Olivia, avisa que estas aquí! —exclamo cuando veo a mi hermana dentro del baño y no de una muy linda manera, si, se está depilando las piernas. Ella murmura algo y al no entender, le pregunto:—. Perdón, ¿qué dijiste?
—No podía hablar —me dice lentamente, al ver mi cara confundida me dice:—. Estaba con esto —me muestra una ¿toalla?—, en la boca.
—¿Y porque tenias eso en tu boca? —le pregunto aun más confundida.
—Porque me estoy depilando con cera, ¿es que no lo ves? —exclama—. Duele mucho —agrega con la voz partida y yo me río de ella.
—¿Y porque estás haciendo esto? No eres de hacer estas cosas —agrego y la miro alzando mis cejas.
—Puede ser que tenga una cita hoy —murmura agachando la cabeza y yo vuelvo a reírme.
—Vale, luego vendré al baño —aviso y ella asiente—. Tú sigue poniéndote linda.
Escucho como me grita y yo bajo las escaleras saltando de dos en dos, hoy tengo mucha energía y no sé porque, será por no haber tenido ni un sueño. Sacudo la cabeza sacándome esos pensamientos y me dirijo a la cocina, donde veo que todos desayunan.
—Buenos días —saludo con una sonrisa y ellos me la devuelven, me siento a un lado de Madison y tomo mi desayuno.
—Emma —me llama papá y lo miro—. Hoy no podre llevarlas, ¿podrían caminar?
—Papá, nos lo dices como si nunca haríamos nada —contesto divertida empujando por el hombro a Madison, quien suelta una risita.
—La verdad —dice mamá—, hacen poco y nada ustedes, no sé cómo se mantienen en forma —ambas soltamos una risa y mis padres nos acompañan.
—Vale, vale —suspira Madison—. Me iré a terminar de arreglar.
Yo vuelvo a subir para ir al baño y vestirme, luego de hacer todo bajo y me siento en el sillón a esperar a que mi hermana termine de arreglarse. Tomo mi celular y juego con el hasta que me llega un mensaje que me deja sin palabras.
"Nada es por siempre, la vida puede cambiar de un momento a otro"
Me quedo estática mirando el mensaje, no se porque siento que es la misma persona que me ha estado siguiendo, rápidamente me fijo de quién es y marca desconocido, estoy unos minutos pensando que hacer y hago lo más estúpido que se me ocurre, llamar.
"¿Hola?" Es lo primero que digo cuando me atienden, nadie contesta y solo escucho una respiración pesada "¿Qué es lo que quieren?" Pregunto susurrando.
"A ti" Contesta y corta la llamada, miro el celular impactada y sin saber que decir o hacer.
—¿Emma? —escucho como Madison me llama.
—Ya estoy —contesto fingiendo una sonrisa. Caminamos tranquilamente hasta el instituto hablando muy poco, ya que todavía ella sigue dormida y yo no dejo de pensar en lo sucedido, al llegar cada una nos dirigimos donde siempre. Llego al casillero donde veo como Amy escribe rápidamente en su celular, al notarme me mira con una sonrisa.
—¡Hola! —saluda feliz y yo le sonrío— ¿Cómo estás? —pregunta escribiendo nuevamente en su celular.
—Bien —le contesto—. Estoy descansada —le comento y ella asiente distraída— ¿Amy? —pregunto mirándola fijamente pero no me presta atención— ¡Amy! —la vuelvo a llamar más fuerte y ella se sobresalta.
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Reencarnación® #Wattys2016 (SerieRe#1)
RomanceAunque intenten que todo sea diferente esta vez, su destino no tiene un final feliz. La mala suerte no solo la tiene por su alma, si no que ahora, también corre en su sangre. Pero todo siempre termina, ¿verdad? 'Reencarnación: renacimiento del alma...