Reencarnación® #Wattys2016 (SerieRe#1)

3.1: "¿Te conozco?"

En multimedia, Emma y el lobo.

"Recuerda, no confíes en nada ni en nadie. Solo en él. Tienes el espíritu de siempre Emma. Eres inteligente, sabrás que hacer. Esta vez no será igual"

Me despierto lentamente gracias a los golpes de mi puerta. "Sabrás que hacer" ¿Qué significa eso? No entiendo nada, solo tengo eso en mi cabeza, no recuerdo nada más.

—¡Vamos Emma! ¡Arriba!—escucho la voz de Madison detrás de la puerta, ya estoy arrepintiéndome de haberle dicho que si.

Esta vez, desayuno más tranquila y llevamos todo lo que necesitamos, caminamos hacia el sendero despacio ya que solo son las 7 de la mañana. Cuando llegamos, Madison agarra la mochila y empezamos a trotar, hasta llegar al mismo punto donde vi la luz la vez pasada. Estiro mi cuello para ver pero no, no hay nada. Frunzo el ceño cuando escucho la voz de Madison.

—Em, ¿volvemos?—pregunta nerviosa. La miro frunciendo el ceño aun más, si eso es posible.

—¿Qué sucede?—le pregunto, ella tira de mi y comenzamos a caminar por el mismo lugar donde vinimos.

—Nada, solo que unos amigos me dijeron que por aquí andan lobos, y no quiero cruzármelos—contesta nerviosamente. Suelto una risita y ella me fulmina con la mirada.

—¿Lobos? ¿Quién te ha dicho eso Mad?—le digo sonriendo—. Eso no es posible—me le adelanto sacándole la mochila para tomar una botella de agua. Cuando estoy a punto de beber, Madison tira de mi brazo bruscamente— ¡¿Qué te sucede?!—chillo. Ella tiene sus ojos abiertos y apunta algo, sigo su mirada y me sorprende lo que veo.

Lobos, son tres, y parecen enojados. "Que irónico" Pienso. "Hablando sobre esto y mira con que nos encontramos" Suelto una risa por mis pensamientos, Madison y creo que hasta los lobos me miran con confusión. Soy la única persona en el mundo que se reirá en una situación así.

Iba a hablarles a los lobos para calmarlos pero Madison tira de mi brazo empezando a correr. Trato de seguir su paso pero me es imposible, ella siempre ha sido más rápida y ágil, tropiezo con una raíz y caigo al suelo.

—No-o te muevas Emma—tartamudea Madison. Siento un aliento en mi cuello y giro lentamente mi cabeza, estoy a unos centímetros de la cara de uno de los lobos, los otros dos están detrás de este. "Vamos Emma, piensa rápido" Me digo internamente.

—Tranquilo chico—le susurro al lobo. Este gruñe cuando intento levantarme—. Tranquilo, no te voy a hacer daño—le vuelvo a susurrar. De pronto, me mira con detenimiento, o eso creo, y entonces decido hacer algo loco y estúpido de mi parte. Tocarlo.

Levanto la mano hacia su cabeza y cierro los ojos esperando que este me ataque. Pero nada sucedió, de hecho, sentí el pelaje en mi mano. Abro mis ojos lentamente y veo como el lobo disfruta de mi caricia, lo sigo haciendo por unos minutos, cuando decido levantarme.

El lobo me lo permite, nos miramos por unos segundos y se va seguido por los otros dos.

—¡Emma!—me grita Madison— ¿Estás bien?—pregunta examinándome la cara y chequeando que esté todo normal. Yo solo asiento y digo en un susurro:

—Solo vámonos.

Caminamos a casa por el sendero sin decir nada, las dos estamos sin palabras, esto no pasa todos los días. Al llegar, cada una vamos a nuestra habitación, al pasar por la sala siento como nuestros padres nos miran esperando un saludo o algo, pero nada, ninguna reaccionamos.

Cuando entro a mi habitación lo primero que veo es a mi mejor amiga acostada en mi cama tecleando en su celular.

—¿Amy?—pregunto confundida. Ella me mira sonriendo mientras deja su celular en la cama y se levanta de esta.