Capítulo 27: "De camino a casa"

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Veía las fotos de mi madre, era una mujer muy hermosa, mi padre siempre me decía que me parecía mucho a ella, "cuando me veía era como volver a verla" eso me decía, pero yo pienso que nunca seré igual de hermosa como ella, lo poco que recuerdo era su reconfortadora sonrisa y sus ojos verdes tan lleno de vida, sus cálidos abrazos y la forma en que me cargaba, tan delicada pero firme a la vez para protegerme, el único recuerdo que tengo de ella fue aquel día cuando estuvimos juntos las dos asolas, ella me llevo a un parque cerca de la casa, por lo general nunca iba nadie y algunos toboganes y columpios se estaban oxidando por el salite del mar, yo estaba muy entusiasmada porque siempre quería ir pero mi sobreprotector padre nunca me llevaba, excepto ella, caminábamos agarrados de las manos y cuando llegamos quería sentarme en aquel columpio rojo, corrí entusiasmada y me senté, ella me impulsaba una y otra vez, hasta que se me ocurrió hacer algo diferente, quería que ella también se columpiara al igual que yo, aceptó muy conmovida, yo con toda mis fuerza la empujaba haciendo un débil impulso pero lo disfrutaba, veía que ella me ayudaba usando sus pies para impulsarse, estaba riendo y yo también, hasta que se le ocurrió la idea en columpiarse con migo, yo no entendía cómo... y ella me dijo que me sentara en sus piernas.

Me senté y ella se impulsaba con sus pies , yo la ayudaba en jalonear las cadenas, creyendo que haciendo eso iba agarrar más impulso, cada vez íbamos más arriba, podía sentir que volábamos , le decía a mi madre muy emocionada

— ¡Más rápido!—

— ¡Más rápido—

— ¡Más rápido!—

Creía poder tocar el cielo, ¡era el mejor día de mi vida! Hasta que de repente unas de las cadenas se parten y las dos caímos al suelo, yo estaba recostada en su pecho pero no me paso nada, estaba muy preocupado por ella y la sacudí suavemente con mucho nervio

—Mamá—

—Mamá—

—Mamá ¿Estas bien?—

Ella me respondió con una fuerte carcajada de risa, sentía como vibraba su barriga y pecho, era tan contagiosa que yo también reí como ella, parecía una niña al igual que yo ¡Era una mujer muy extraordinaria!

Y

¡La extraño mucho!...

... ... ...

Ha pasado un mes desde que conocí a Armin, todavía no me he atrevido a darle un beso, no he querido incomodar nuestra amistad, es un chico tan misterioso y lleno de sorpresas que a veces me hacer desear saber más de él, "¿Qué piensa él sobre mí?", "¿Acaso sentirá algo?" y "¿Quién es esa chica que habló el otro día?", según él fue la segunda persona que lo quiso en la vida, "¿A qué se refiere con eso?" será que de donde viene nadie lo quería, pero si es así "¿Por qué?", tantas preguntas y ninguna respuesta, se ve que es un chico especial, diferente a los demás.

Pero lo que más me extraña es que nunca lo he visto reír, ni llorar, ni molestarse, ¡Nada! Siempre mantiene su calmada y tibia actitud en cualquier situación a parte el peculiar color blanco de su cabello, yo no creo que se lo haya pintado, ¡Se ve tan natural!

La veces que ando con él no me habla mucho, siempre soy yo la que hablo, tan solo escucha y me da su opinión en algunas cosas, "¡Quisiera conocer más a Armin!" pero siento un poco de miedo al saber más sobre él y no sé porque, ¡es muy extraño!, me hace sentir segura y cómoda pero a la vez siento nervios cuando estoy a su lado, "¿Sera que de veras me estoy enamorando?" o será que "¿Tengo miedo a que me rechace?", creo que me estoy haciendo mucha cabeza con él asunto pero todavía quiero saber quién es el verdadero Armin.

Sin EmocionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora