Vivo En La Oscuridad

Capítulo 5

No se como he acabado aquí. Pero estoy en la mesa de mi casa sentada enfrente de mi futura hermanastra. No tenía pensado tener ningún tipo de relación con ella, fuera quien fuera.
-¿Como te llamas?- me pregunta entusiasmada.
-Paula- digo secamente mirándome las manos.
-Encantada de conocerte! Nunca he tenido una hermana y me has mucha ilusión tenerla!- dice con voz de pito y con una sonrisa de oreja a oreja.
-Mmm... ¿Cuantos años tienes?- la pregunto dudando de su edad.
-Como tu! 19! Me voy a mudar aquí, a Londres. Y voy a ir a tu misma Universidad!- dice alegre.
{¿Enserio me pasa esto a mi?}
-Genial...- digo sin ninguna clase de emoción.
-¿Estas triste? ¿Te pasa algo?- dice haciendo un puchero como si fuera una niña pequeña.
-No. Yo soy así.- digo secamente y mirándola. Es muy guapa. Tiene ojos azules muy intensos y bonitos y su pelo me encanta.
-Ah.- dice un poco decepcionada.
¿Se imaginaba que iba a ir de compras con ella o algo?
-¿Y que haces aquí?- pregunto.
-Empiezo la Universidad mañana- me dice ilusionada.
-¿Y que haces aquí?- repito.
-Pues... Me preguntaba si me puedo quedar aquí a dormir hoy. Bueno, hasta que encuentre un apartamento...- dice avergonzada. Le da mucha veruenza pedir favores, se nota.
Me lo pienso un rato. Es un poco pesada. Pero esto es una cosa que necesito para ser normal ¿no? Tener una hermana no está mal. Al fin podré tener a una persona en la que confiar.
-Vale. Puedes quedarte todo lo que necessites.- digo secamente aunque suena muy amable.
-¿Enserio? Que bien!- dicho esto se levanta de la mesa y me intenta abrazar.
-Para, una norma de esta casa es que no se permiten abrazos.
Se le pone la cara roja hasta el cuello y sale de casa diciendo: Voy a por mis cosas.

Todo es blanco. Derrepente todo se vuelve negro. No hay nada. Pero derrepente aparezco tirada en el suelo de rodillas. Tengo 16 años y derrepente aparece mi padre. Está discutiendo con mi madre. Yo estoy en una esquina sin querer mirar esa escena.
Derrepente todo se vuelve negro otra vez. De nuevo veo a mi padre enseñando a caminar a un bebé, el bebé soy yo.
Todo eso se desvanece y aparezco yo sentada en mi cama leiendo un libro. Tengo 16 años. Llevo ropa colorida y nisiquiera llevo maquillaje. Estoy tan... normal. Aparece mi madre delante mío y se sienta a mi lado.
-Paula...- dice triste. Con ojos cristalinos. Unos ojos increíblemente verdes. Me mira a los ojos y se seca las lagrimas que han caído por sus mejillas.
-¿Que pasa mamá?- digo preocupada.
-Papá.... Es papá.- dice tapándose la cara con las manos y llorando aún más.
-¿Que ha pasado con papá?- digo mientras mi preocupación augmenta.
-Se a ido hija... Ha fallezido-

-NO! NO TE VAYAS! PAPA!-
-Paula... Paula... tranquila- dice una voz femenina agitandome suavemente.
Abro los ojos y miro la cara de Ashley que tiene los ojos llenos le lagrimas y está muy preocupada.
-¿Que...?- digo confusa. Levanto mi torso, sentándose en la cama.
-Estabas gritando Paula... Me había preocupado.- dice secándose las lagrimas.
-Vete a dormir- digo en un tono demasiado borde. Ella pone los ojos en blanco y se va.

Me despierto sudando e hiperventilando. He pasado mala noche y he dormido como máximo una hora. Cuando llego a la cocina estoy como una zombi. Ashley esta desayunando un bol de cereales de muchos colores que yo nunca he comprado. La miro extraña y voy hacia el armario de la comida. Cuando lo abro, compruebo que está lleno de comida super bien ordenada y colocada.
-¿Has echo tu esto?- la digo mirandola
-¿Quien iba a hacerlo si no?- dice orgullosa de di misma. Lleva puesta una falda azul ajustada que le llega a las rodillas y un jersey blanco con el logo de nuestra Universidad en azul. Va muy arreglada. Parece una empollona. Tiene una coleta con una trenza y lleva poco maquillaje. No tiene nada que ver con el vestido y las medias de encaje que llevaba ayer. Parece una persona distinta.
-Eres rara- la digo sentandome en la mesa enfrente de ella con una mandarina en la mano.
- Habló- dice metiéndose la cuchara llena de cereales en la boca para evitar reírse. Tiene razón.
-No me cuestiones, esa es otra de mis reglas, digo comiendome la mandarina.
-Vale vale- dice riéndose. Ayer parecía una niña pequeña con ropa sexy y ahora parece una chica madura con ropa aburrida. No la entiendo. Pero no me cae del todo mal.
-¿Porque estas vestida?- pregunto y miro el reloj negro de mi muñeca.- son todavía las siete menos cuarto- digo
-Porque voy a tomarme un café antes de que empiecen las clases.- responde.
-¿Que clase tienes primero?- la pregunto un poco asustada.
-Tengo...- saca un papelito pequeño de la mochila que cuelga por detrás del respaldo de la silla- Psicología Adolescente- dice con una amplia sonrisa.
-¿Enserio? Igual que yo.- digo intentado ocultar mi sonrisa. Es perfecto porque así me podré sentar con ella envez de con Alicia.
-¿Me puedo sentar contigo?- dice juntando las manos y volviendo a poner ese tono infantil.
-Vale- digo secamente y me vuelvo a mi habitación.

-Hoy chicos vamos a hablar de las emociones de los adolescentes de secundaria- dice el profesor Evans.
Estoy sentada en el pupitre con Ashley y tenemos detrás a Alicia. Ahora estoy en primera fila porque mi futura hermanastra es tan cabezota que quiere estar delante.
-Creo que me va a gustar esta clase- dice mirándome con una sonrisa.
-A mi me gusta más filosofia- la digo devolviendole la sonrisa.
-Espera, ¿Has sonreído?- dice riendo
-Dejame- la digo poniendo los ojos de nuevo en el profesor.
La clase se acaba rápido y cuando estoy recpjiendo mis cosas para la siguiente clase Alicia se me hacerca.
-¿Paula te apetece venir a Golden's el viernes?- dice con la sonrisa mas falsa del mundo.
-¿Me tomas el pelo?- me río sarcasticamente- ¿Piensas que voy a ir contigo después de lo que me has echo?- la digo asesinandola con la mirada.
-Yo no he hecho nada- dice con una sonrisa maliciosa- fue Abel.
-¿Estas de coña? Fuistes tu quien me lo restrego todo en la cara. Y te recuerdo que Abel era mi amigo antes de que tu le convencieras de lo contrario- digo enfadada- Vámonos Ashley- la digo a mi hermanastra que nos está mirando con los ojos salidos de esas gafas que se pone para leer. Dicho esto me sigue y nos vamos.
En la siguiente clase no coincidimos Ashley y yo. Es Psicologia Infantil. En otras palabra: los problemas de los niños pequeños.
Me siento con Joey en la clase y empezamos a hablar pasando del profesor. El tiempo se me pasa rápido hablando con ese chico con cresta rubia y ojos grises. Es muy guapo y me recuerda a alguien pero no se ha quien.

Las otras clases pasan muy rápido. Descubro que sólo coincido con Ashley en Psicología Infantil. Hago un par de examenes muy faciles en las ultimas horas. La última clase es Filosofía. Me encanta la filosofía y creo que se me da muy bien. Me siento en primera fila, cosa rara viniendo de mi. Espero a que alguien se siente a mi lado, por ejemplo Mónica. Pero entonces aparece Ella Evans y se sienta a mi lado. Es muy estirada y empollona según lo que me han dicho y ademas es la hija de mi profesor de Psicologia Adolescente. Y por su cara, no parece que le guste un pelo mi aspecto.