Capítulo 15

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Nos seguimos besando, no quiero parar. Pero se que tengo que hacerlo. En cuanto nos separamos el me mira extrañado pero a la vez... algo aliviado.
Nos miramos a los ojos, intensamente. Tiene unos preciosos ojos azules cielo, nunca me había fijado. Pero ahora, es como si no pudiera apartar la vista de ellos.
-Paula...- dice mirándome fijamente.
-¿Que?- le digo intentando ser lo menos borde posible.
-Tienes unos ojos preciosos- dice sonriendo.
-Y los tuyos...- pero no puedo acabar la frase porque mi boca ya está tapada por sus dulces, carnosos y rosados labios. De verdad, ¿Que me pasa? Supongo que no me debo de encontrar muy bien o algo porque yo no soy así.
Cuando nos volvemos a separar esta vez es todo más extraño. Me mira con el ceño fruncido como si no entendiera mi reacción.
-Yo...- digo bajando la cabeza y mirando al suelo. Me rasco la nuca, es una manía que tengo cuando estoy nerviosa.
-No hace falta que digas nada- dice demasiado serio. Se levanta y se va por el pasillo hacia delante sin mediar palabra. Yo me quedo petrificada, se ha puesto muy serio.
Un hombre bajito y gordo con túnica sube al escenario de la Iglesia y todos se ponen de pie menos yo. Que estoy sentada mirando al suelo con la mirada en el suelo. Pero derrepente alguien toca mi hombro. Levanto la mirada y veo la perfecta sonrisa de Brad. Yo me hago a un lado para que se siente a mi derecha y el lo hace.
-¿Que haces aquí?-le digo mirando al suelo.
-Quería acompañarte en este dia- dice y me mira, pero yo no lo hago.
-¿Como sabías que estaba aquí?- le digo un poco extrañada.
-Ashley me lo dijo, pero ella y su novio no podían venir- dice borrando la sonrisa que tenía hace unos segundos.
-Ah- no se que más decir.- ¿Has venido desde Oxford?- pregunto y me giro para mirarle. El sonríe, afirmando mi pregunta con la cabeza.
El cura empieza a hablar y yo vuelvo la mirada hacia el suelo.
Desconecto durante casi toda la ceremonia y no escucho nada del discurso de sus padres. Pero cuando llaman a Adán al escenario me entra la curiosidad y el pánico. Cuando ya está arriba empieza a hablar.
-Hola.- dice secamente- hoy estamos todos, aquí.- traga saliva- para recordar a Ali- le cuesta hablar pero aún así sigue- Ali fue mi amor durante unos meses. Yo... La quería mucho- dice y se tapa la boca- Ya no puedo hablar más... Losiento.- dice. Tira el micrófono al suelo y sale corriendo de la Iglesia. Pobre. Miro a Brad que está contemplando la puerta aún balanceandose.
-Ve- me dice aún sin mirarme. Estoy a punto de soltarle alguna cosa mala. Pero entonces, por acto reflejo me levanto y salgo de la Iglesia.
Cuando estoy fuera una brisa veraniega se topa con mi cara echandome todo el pelo hacia atras. No hace frío, al contrario, y está bien que haya un poco de viento. Adán no está en el umbral así que bajo las escaleras que llevan a la entrada y miro hacia los dos lados. En la izquierda hay un parque. Y a la derecha hay una fuente. Pero Adán no está por ninguna parte.
-Vuelve Vuelve Vuelve- oigo susurros. Provienen de la izquierda. Camino hacia donde se escuchan y cuando me giro, veo a Adán apollado en la pared en el suelo, con las rodillas en su pecho.
-Vuelve porfavor- dice con la cabeza escondida en las rodillas. Yo clavo las mías en el suelo, delante de el. Y como no nota mi presencia le doy un toque en el hombro. Sube la cabeza y me mira. Tiene los ojos inyectados en sangre y las mejillas llenas de lágrimas. Me mira detalladamente y vuelve a meter la cabeza entre las rodillas. Y está vez se balancea para alante y para atrás.
-Despierta... Es sólo una pesadilla... despierta- empieza a decir.
Yo como no se que hacer me siento a su lado igual que el. Pero sin la cabeza en las rodillas.
-No estas solo- digo mirando hacia alante.
-Ella lo era todo- dice aún en la misma posición.- Ella era la que me hacía soñar y no tener pesadillas, ella era la que se metía en mi mente y no se iba. Ella me enseñó a vivir sin preocupaciones, ella me enseñó que no estaba sólo. Ella lo era todo- dice aún ahogandose en un mar de lágrimas. Como no se que más decir digo lo primero que se me pasa por la cabeza.
-Ella te queria- digo- y nunca dejará de hacerlo, siempre estará contigo aunque no aqui- digo. Y cuando termino el me mira y ríe débilmente.
-Que gilipollez ¿no? Todos dicen que está aqui- dice señalando su corazon- pero yo la quiero aquí- y está vez señala el espacio que hay entre nosotros.- Me pase toda la noche esperando a que entrara en casa y me dijiera que todo había sido una broma de mal gusto. Ya no duermo, no duermo sin ella. No puedo vivir sin ella Paula- dice y me mira a los ojos, pero desvía la mirada rápido.
-Nunca la olvidaré- dice y traga saliva- nunca me olvidaré de sus caricias y sus besos- sigue- Nunca, nunca me olvidaré de ella, Alicia, nunca me olvidaré de ti- y mira al cielo.- Nunca...

Vivo En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora