Capítulo 14

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Ali sigue hay, de la misma manera que la encontré la última vez que la vi. La única diferencia es que ahora su pecho se mueve a gran velocidad y parece que se este ahogando.

Una hora esperando...
Dos horas esperando...
Toda la noche esperando...

A la mañana siguiente Alicia se fue, nos dejó. Todo fue muy rápido...
Médicos de aquí para allá, con su camilla corriendo... Todo eran nervios y pánico. Estuvimos toda la noche allí, esperando... Hasta que nos dieron la grabe noticia. Adán no paraba de culparse ...
-Es culpa mia... Tendría que haber conducido yo... ¡Todo es culpa mia joder!- repetía y repetía...
Todos le deciamos que no era culpa suya, pero en el fondo se que nunca se disculpara consigo mismo.
Ashley lloraba y lloraba en el hombro de Abel. Abel... se le notaba, tenía la mirada perdida y los ojos llenos de lágrimas, intentaba no llorar, conozco esa mirada. Melanie estuvo todo el rato de rodillas al suelo estirandose de los pelos y deseando que todo fuera una pesadilla.
Yo... Yo estaba sentada, estaba sentada en una silla contemplando el drama, con Kevin rodeandome el hombro con su brazo. Y pensando en las últimas palabras que me dijo cuando estaba estirada aún viva en la camilla:
-Lo siento...- decía casi sin respiración.
Esas palabras retumbaban en mi cabeza como una pelota de
ping-pong... Lo siento...
Me morire de ganas de no poder decirla: No pasa nada...

Estoy ya en la habitación de mi casa. No quiero llorar, y no lo voy ha hacer aunque tengo muchas ganas. Nunca he llorado y no quiero que la primera vez que lo haga sea por Alicia.
La voy a echar de menos, eso no lo voy a negar. Tantos momentos juntas,... joder. No me puedo creer que ya no este conmigo. Por mucho daño que hiciera, no se merecía esto.
Y Adán... El pobre Adán está destrozado. Y espero que algún día DE recupere. Estaba en el hospital sentado en una silla con las manos en sus rodillas y mirando a un punto fijo todo el rato. Tenía los ojos rojos y no tenía ninguna expresión en la cara. Daba incluso miedo.
Se que Abel le ha llevado a casa de su madre en Edale, esta a 4 horas en coche de Londres. Y por lo visto esta en estado de shock, traumatizado.
En menos de 2 minutos estoy llamando a Abel.
Un pitido... Dos... Tres... Onze pitidos y aún no contesta. Así que le dejo un mensaje en el buzón de voz:
-Abel llamame cuando puedas- le digo al buzón. Espero que lo escuché cuanto antes, porque me estoy poniendo muy nerviosa.
Entonces suena la cancion Dum Dee Dum y eso significa que me están llamando al móvil. Cojo lo antes posible el IPhone y veo que quien me llama no es Abel, es Kristel, mi madre. Por un momento dudo en contestar, y como estoy demasiado nerviosa como para entablar una conversación ahora, le doy al botón de ignorar llamada. Me levanto de la cama y empiezo a dar vueltas por la habitación. No puede ser...
Joder, quiero a Ali aquí, conmigo...

Dos meses después...

Me estoy vistiendo con un short negro y una camisa de manga larga negra un poco formal. Me maquillo bien antes de salir de casa y dirigirme a la iglesia.

Cuando llego a la pequeña isglesia veo a Abel en la entrada con un traje negro y fumando un cigarro.
Es raro esto, Ashley no está con el. Pero envez de saludar como una amiga, cojo y entro a la Iglesia sin nisiquiera saludarle. El se da cuenta pero me ignora.
Cuando estoy dentro, me siento en la última fila yo sola. Casi todos los presentes están en las primeras filas, así que me siento un poco sola, como siempre.
Oigo unos pasos y miro a mi derecha, Kevin se hacerca a mi con una amplia sonrisa, aunque se que es muy falsa. Se le notan las lagrimas en los ojos y me siento mal por el, se que Alicia y el eran amigos desde hace mucho.
Se sienta a mi lado sin mediar palabras y mira hacia adelante. Miro a mi izquierda y veo que le esta temblando el labio inferior. El me pasa el brazo por los hombros y me atrae hacia el. Hunde la cabeza en mi cuello y explota a llorar. Pf. Odio ver a las personas así. Me siento segura junto a el asi que no me aparto como normalmente lo haría. No soy capaz de decir nada así que simplemente miro hacia alante y le acaricio un poco la espalda para calmarme.
Pero cuando se está cuenta de lo que está haciendo se aparta y se seca los ojos.
-Losiento... Yo... no quería molestarte- dice avergonzado. Debe de estar acostumbrado a que le rechaze.
-No pasa nada- digo sinceramente y sonriendole. El me mira a los ojos muy asombrado y estamos unos segundos asi. No puedo contar cuantos porque en menos que canta un gallo tengo los labios pegados a los suyos.
El beso es sincero y muy tierno. Pero entonces me doy cuenta de que el no me ha besado, he sido yo la que se ha lanzado.

Vivo En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora