Vivo En La Oscuridad

Capitulo 22

Kevin y yo estamos en el puerto. Es una calle preciosa. Camines por donde camines, a tu derecha hay agua y un montón de barcos. Primero miramos unas cuántas tiendas de ropa porque el quería comprarse una gorra y después comemos una paella.
-Ya se está haciendo de noche- dice Kevin dejando de andar y mirando al oscuro cielo pintado con tonos rojizos y anaranjados.
-Ven- me dice y me hace una señal con la cabeza para que me siente en el borde del puerto.
Los dos nos sentamos, a mi derecha Kevin mira hacia el horizonte, no se ve nada. Sólo agua y unos pocos barcos, ya que ha estas horas todos se han ido. Mis pies cuelgan por el borde y están a unos metros del agua al igual que los de Kevin. Apoyo mis manos a ambos lados de mi cuerpo y mi acompañante hace lo mismo, causando que mi mano derecha este cubierta por la suya. El me mira y me sonríe. La mar está en calma y el cielo es precioso.
-¿Sabes?- me dice- Nuestro amor es asi- dice y me sonríe de nuevo- Es como el mar... Se ve el principio pero no el final.- dice y vuelve a mirar al horizonte. Tiene razón, en el mar siempre se ve el principio pero nunca se ve el final. Después de unos segundos mirando a un punto fijo, Kevin me coje por la cintura y por un momento pienso que me va a tirar al agua, pero no lo hace. Me atrae más hacia el y yo apoyo mi cabeza en su hombro.
-Te quiero- susurra. Pero entonces me doy cuenta de que no lo ha dicho el, las palabras han salido de mi boca.
-Te quiero- susurra ahora el.
Yo cierro los ojos y me sumerjo en este momento mágico.
No quiero a Kevin.
Necessito a Kevin.
Porque me hace reír.
Porque me ha cambiado.
Porque no es como los demás.
Y porque me he enamorado de el...

Dos meses después...

-Siii mama- le digo impacientemente.
-¿Seguro que lo tienes todo? La ropa, la comida para el viaje, las cosas del baño...- dice atropeyadamente, pero la detengo
-¡Si mamá! ¿Ya nos podemos ir?- la digo nerviosa. Entonces me abraza. En estos meses la he estado cogiendo cariño.
-Acuérdate de no hablar a nadie que no conozcas. Ah, y ni se te ocurra pisar el Bronx- dice sería. Yo me rio.
Me giro y veo a Kevin reírse también.
-Tendré cuidado de que no se convierta en una neoyorquina chunga.- dice el bromeando y también abraza a madre.
-Va, iros que perdereis el avión.- dice Kristel secándose las lagrimas.

Media hora despues ya llegamos al aeropuerto. Estamos esperando a embarcar pero a la vez quiero que Melanie y Adán lleguen puntuales para despedirnos.
-¿Nerviosa?- me pregunta Kevin en el asiento que tengo al lado.
-Mucho- digo riendo.
-Mira quien viene por alli- dice señalando a la puerta del aeropuerto. Melanie y Adán vienen corriendo como unas motos a donde estamos nosotros. Yo me levanto de mi asiento y los abrazo. Despues de unos segundos hace lo mismo Kevin. Ahora casi todos estan llorando o estamos deprimidos.
-Tío nunca llegue a pensar que te convertirias en todo un hombre- dice Adán a Kevin.
-Y yo no pensaba que llegarías a ser toda una mujer Paula- me dice Melanie secándose una lágrima del rabillo del ojo.
Todos nos reímos, pero es la ultima risa ya que el megáfono informa que el vuelo a Nueva York va a embarcar en breve.
-Bueeno- digo y les abrazo a los dos- No es una despedida, os vendremos a visitar.
-Si si si- dicen a la vez. Nos damos un último abrazo colectivo hasta que Kevin y yo cojemos las maletas y vamos hacia la puerta de embarque.

Una vez sentados en el avión yo estoy en el lado de la ventanilla y Kevin a mi lado.
-Lo conseguimos- me dice- Vamos a vivir juntos Paula. Dice serio pero ilusionado. Y derrepente mira a la ventana y se rie. Yo miro también y veo a Melanie y a Adán con una pancarta gigante desde abajo que pone.
OS ECHAREMOS DE MENOS.
GRACIAS POR TODO AMIGOS♡

Entonces me emociono. Tengo ganas de reír y llorar a la vez. Pero sobretodo llorar. Melanie me a ayudado un montón al igual que Adán. Y no los cambiaría por nada del mundo.

Y por primera vez en mi vida.
Siento que no podré vivir sin ellos...