Miro hacia arriba. Este apartamento tan alto es nuestro. Y lo estoy flipando en colores. Entramos al vestíbulo y vemos que casi todo es blanco pero hay sofás negros. Entramos al ascensor para ir hacia nuestra planta.
El ascensor es metálico y grande. Podrían caber 10 personas. Pero sólo somos dos y 4 maletas.
Cuando llegamos a nuestra planta buscamos el número de nuestro apartamento, el apartamento 150. Y cuando vemos una puerta de madera con el número grabado en dorado, Kevin saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta.
El es el primero en entrar a la casa y cuando empieza a mirar se le ilumina toda la cara. Yo soy un paso en el umbral y cuando me atrevo a mirar a la casa veo que todas las paredes son blancas. El suelo está cubierto por una gran manga negra y a mi derecha hay una puerta de mármol que da al baño. Entro y veo que todo es muy estilo moderno con paredes de mármol negro.
Cuando vuelvo a salir. Dejo la maleta en el umbral y digo paseando por la casa. En el salón hay un gran sofá rojo y tiene toda la pinta de ser comodisimos. Así que lo que hago es tirarme en el y observar la televisión de plasma que hay en medio de una estantería blanca enorme y vacía. Ahora a mi izquierda veo una mesa negra de mármol también que tiene cuatro sillas blancas a su alrededor. Más a la izquierda se puede ver un gran ventanal que llega del techo al suelo. Me levanto del sofá y me dirijo hacia el. Rodeo la mesa y llego hasta mi destino. Apoyo mis manos en el cristal y miro las vistas. Es increíble. Todos los grandes edificios de Manhattan y los coches caros. Mirar hacia abajo da vértigo. Ya que vivimos en un décimo piso. Pero es impresionante. Me aparto de ahí y me dirijo hacia el pasillo que hay a la izquierda de la gran estantería. Todo el pasillo está pintado de blanco y tiene una alfombra roja. A mi derecha veo una puerta. Cuando la abro descubro la gran cocina. Es toda de mármol negro con suelo blanco y taburetes rojos que le da un aire moderno. Salgo de la cocina y sigo andando por el pasillo. Más alante a la izquierda hay otra habitación. Cuando entro, veo que es una sala de trabajo. Con una mesa y ordenador. Pero también están todas las cajas de mudanza. Salgo de la habitación y me dirijo a la última habitación. Es la que está al final de la habitación.
Entro y me encuentro una habitación completamente negra con velas en varias mesitas. Una cama grande y roja y encima de ella un cuadro. Pero no es un cuadro cualquiera.
Es una pintura de dos chicos abrazados en el borde de un puente al anochecer. La habitación es tan preciosa que me dan ganas de llorar.
Derrepente una mano se posa en mi hombro. Y me susurra al oido.
-Nos lo merezemos- me dice la preciosa voz de Kevin- Te amo Paula Sánchez. Nunca lo dudes- dice suavemente.Y ahora si, una lágrima ácida, la primera lágrima de mi vida, rueda sobre mi mejilla.
Por primera vez, me siento querida, me siento amada. Y siento que yo también se amar. Y que yo puedo con todo.-Sigue luchando siempre, porque conseguirás cosas como estas-
Siempre... Nunca me rendire.
Y un último consejo antes de irme:
Si algún día piensas que no puedes más, que ya nada tiene sentido. Almenos no te rindas. Se fuerte y sigue luchando. Porque sólo tenemos una vida. Y esa vida está en tus manos.
A partir de hoy.
Dejo de Vivir en la Oscuridad

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Vivo En La Oscuridad
RandomPaula Sanchez es una chica borde, orgullosa y mal educada. Tiene el pelo negro y los ojos color verde jade. Es muy guapa y siempre va de negro. Vive ella sola a dos horas de la casa de su madre con la que se lleva fatal. Ella va a la Universidad de...