POV Naomi.
Estaba molesta conmigo misma, todo era mi culpa. Recordar la muerte de mis padres era desastroso para mi.
Tocaron la puerta, ni me inmute, no quiero ver a alguien.
-Naomi, soy yo Nathan, ábreme por favor.
Ni aunque fuera Nathan, no planeaba abrirle, estaba demasiado molesta conmigo misma, demasiado triste.
Debajo de mi cama saque un pequeño cofre y corrí al baño. Abrí con desesperación el cofre encontrándome con una pequeña navaja.
Agarre con inseguridad aquella cosa. Hace mucho que no me corto, la última vez fue hace diez años, seis meses después de que Evangeline nos adoptara, Mizore me había encontrado en pleno acto y me lo prohibió, nadie sabía de esto, este era un secreto entre ambas.
Pase con cuidado y delicadeza el filo de la navaja, podía sentir dolor, pero ese dolor hacia que olvidara el dolor de mi corazón. Comencé a cortar mis brazos, hubiera seguido, pero la puerta del baño se abrió de golpe.
-Naomi...
-N-Nathan- había dejado soltar la navaja y mis ojos se inundaron de lágrimas.
Odiaba que me encontraran en este estado tan lamentable. Mizore me había encontrado así y ese día le prometí que nunca más me cortaría.
El me abrazo con fuerza. No quería abrazarlo porque lo marcharía de sangre. El, al darse cuenta de que no le correspondía, se separó preocupado.
-sucede algo?
-es solo que... no quiero mancharte- reí con amargura y me fui al lavabo a lavarme las heridas.
Saque unas vendas, pero Nathan me las quito y me ayudo a curarme las heridas. Cuando al fin acabo me miro a los ojos y yo hice lo mismo, el me volvió a abrazar y me susurro.
-todo esta bien, yo estoy contigo.
Me aferre a el, aquellas palabras me había dicho mi mama antes de que muriera.
-me vas a decir que pasa?
Me separe de el, solté aire y volví a agarrar aire. Para mi, volver a recordar todo esto es difícil.
-yo era la niña más feliz del mundo, puesto que tenía el amor de mis padres y a ellos y eso era todo para mi, pero todo cambio una noche...
Flash back
Había despertado, pues había escuchado un ruido proveniente de la cocina. Baje las escaleras sin hacer ruido. La luz de la cocina estaba prendida. Iba a ir a ella, pero unas manos me agarraron.
Antes de que pudiera forcejear o gritar aquella persona me susurro al oído.
-no te asustes, soy mama.
Ella me llevo al baño que había en la planta baja. Mama se encontraba aún en su camisón para dormir, se veía preocupada.
-mami, que pasa?
-un hombre malo entro a la casa, pero no te preocupes, papa se encargara de todo esto, solo hay que permanecer ocultas aquí.
Escuche la voz de papa y la del hombre, parecían discutir. Rato después escuche un balazo y deje de oír sus voces.
-mami, que pasa?
Ella no me respondió, solo podía ver como lágrimas caían de sus ojos.
-no voy a dejar que se la lleve- susurro mi mama.
Ella saco una pequeña navaja y salió corriendo. Yo espere a que ella viniera y le dijera que todo había pasado y que papa se encontraba bien. Pero no sucedió. En cambio, se escucho otro disparo y fue cuando decidí salir al ataque.
En cuanto llegue a la sala me arrepentí de haber salido del baño. La escena era traumante para cualquier niño. Mi papa se encontraba en la entrada de la cocina con el pecho lleno de sangre y muerto, mi mama se encontraba contra la pared agarrándose la pierna, la cual estaba ensangrentada, y el hombre que llevaba la navaja que anteriormente llevaba mi mama.
-no permitiré que te la lleves!
-eso veremos.
Trate de localizar algún arma que me ayudara a salvar a mi mama. Cerca de mi estaba una pistola. Al principio dude en agarrarla o no, pero al fin y al cabo la tome. Cargue y apunte al frente, donde se encontraba mi mama y el hombre.
-Naomi...- susurro mi mama.
-vete! lárgate!- le grite al hombre.
-niña! no sabes usar eso!
-vete o te disparo.
El hombre intentó acercarse a mi y quitarme el arma.
-Naomi! corre y escóndete!- escuche que me decía mama.
Dude en hacerle caso, pero a fin de cuentas dispare dos veces. Silencio. Fue lo que se escucho después de esos dos tiros.
Abrí los ojos temblorosa, el hombre estaba en el suelo, lo más seguro que muerto. Mama seguí contra la pared. Corrí hasta ella y me hinqué.
-mama!
Al estar cerca pude ver como el pecho de mi mama se teñía de rojo. Me comencé a asustar. No podía creer lo que pasaba. No solo le había disparado al hombre... también le había disparado a mi mama...
Comencé a llorar y a culparme a mi misma. "si tan solo me hubiera quedado oculta" me repetía una y otra vez. "Si tan solo hubiera hecho caso y hubiera escapado" me repetía.
Sentí como le rodeaba con sus brazos y se aferraba a mi de una forma débil.
-perdón, perdón, perdón, perdón- repetía una y otra vez.
-no fue tu culpa.
-claro que si! sí tan solo te hubiera hecho caso...
-todo esta bien, yo estoy contigo... y jamás te abandonare...
Esas fueron sus últimas palabras antes de que se fuera para siempre. Yo era la culpable de su muerte... yo era una asesina... no... yo soy una asesina...
Fin del flash back.
-después la policía llego y lo demás no lo recuerdo con claridad, solo se que dos semanas después del incidente me habían llevado a un orfanato donde conocí a lo que serían mis hermanas.
Había estado llorando y ahora mis ojos están rojos. Nathan me abrazo con fuerza y yo correspondí.
-perdón, no debí de haber preguntado.
-no te preocupes.
-cuál era su nombre? el de tu mama.
-Natalia, Natalia Hernández.
Así es, mi madre fue una de las mujeres que menciono Evangeline a la hora de explicar. Eso simboliza que yo soy una de las propietarias de algún elemento.
Estaba cansada y habían sido demasiados recuerdos por hoy. Poco a poco comencé a cerrar los ojos hasta quedarme dormida en los brazos de Nathan.
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Después del Fin [Inazuna Eleven]
FanficDespués de que Inazuma Japan haya ganado la FFI vuelven a sus vidas normales como estudiantes. Algunos de los que no pertenecían al instituto Raimon deciden cambiarse a este. La llegada de cinco estudiantes nuevas al instituto Raimon, traerán nuevos...