-En multimedia:Mandy-—¿En qué te puedo ayudar? —me dice una chica joven en recepción.
—Busco a Víctor y Lucas Montero. Quiero verlos.
—Ahora mismo no pueden atenderte, necesitas una cita y tendrá que ser para la semana que viene. Tenemos el hotel completo y mucha faena para atenderte.
—Bueno, es que no es por negocios — intento explicarle — Víctor me dijo que me pasara a buscarle cuando quisiera.
—Que te hayas acostado con él, no significa que puedas venir cada vez que quieras... Ahora no puede atenderte. — Vaya que directa es esta chica. Y que maleducada. ¿Qué derecho tendrá para hablar así de su jefe?
—Eh, creo que te equivocas. No me he acostado con Víctor, y no entra en mis planes. — me está cabreando — dile por favor que Amanda López ha venido a buscarle. Él sabrá porque.
—¿Eres Mandy?
—Si... Pero tranquila que ya me voy. — Me giro cabreada a la salida. Cuando oigo su masculina voz llamarme.
—Mandy espera, no te vayas. —Viene corriendo hacia mí y me coge de los hombros— A ti siempre podemos atenderte, tranquila.
—Bueno pues dile a tu "recepcionista" —se lo digo con retintín — que no me he acostado contigo para poder tener ese derecho. —me cruzo de brazos y veo como sonríe pícaramente.
—Lo siento, Mandy. Soy Sarah, su hermana —me dice la recepcionista, veo pena en su rostro— no te había reconocido. No te ofendas por favor.
—Solucionado el malentendido, vamos a la cocina. Lucas no se esperará verte. — Posa una mano en la parte baja de mi espalda, empujando hacia delante, me guía por el pasillo. Retira su mano de mi espalda y bajamos unas pocas escaleras.
—Me alegro de verte Mandy, te echábamos de menos. —Empuja las puertas de madera y entramos en una enorme cocina —Como verás, vamos un poco ajetreados. ¡Lucas!
Lo llama, esta de lleno en los fogones removiendo la comida.Levanta la cabeza, me ve y se le forma una alegre sonrisa. Viene hacia mí y me alza dándome giros en el aire. Río alegremente, echaba de menos esto.
—Mandy, que alegría verte.
Me deja en el suelo y me da un fuerte abrazo y dos besos. Veo a Víctor que alza sus cejas burlonamente.
—Oye, que yo no he tenido ese privilegio aún.
Y de repente me encuentro rodeada de otros brazos, que se sienten más calientes. Y más agradables y reconfortables.
—Te he echado de menos — me susurra al oído. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Me separo bruscamente, aunque sigue cogiéndome de la cintura y me da dos besos sonoros en las mejillas. Sonríe pícaramente y me suelta. Lo ha hecho aposta.
—Yo también os he echado de menos — Sonrío amablemente — Me alegro de veros.
—Ven, vamos a hablar de tus obras en la casa.
—Quédate a cenar con nosotros —dice de repente Lucas — No hay derecho, ahora te vas con el más guapo y yo no he tenido tiempo de charlar contigo. Quédate...
—Vale, pero sólo si lo has hecho tú.
—Todo lo de aquí, está hecho por mí. Te vas a chupar los dedos Mandy. Ya verás.
Víctor me coge del brazo y salimos de la cocina. Entramos en un gran despacho. Creo es el suyo, es muy elegante y serio.
—Siéntate. Este es mi despacho. ¿Quieres tomar algo? ¿Una copa?
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Conectada a ti. \#wattys2016/
Romance¿Qué pasa cuando el chico que te gusta es capaz de escuchar tu mente? Esa pregunta me la hago todos los días. Lo peor de mi situación, es que se comunica conmigo telepáticamente. Ya sé, no es algo normal. Pero no estoy dispuesta a que pueda indagar...