-En multimedia: durante la comida-
—¡Vaya no os esperaba hoy aquí! — Katia nos mira de arriba-abajo — Os esperaba... resacosos...
— No fue para tanto Katia... — Ella ríe exageradamente ante mi negación.
—Oh, tendría que haberte grabado, te subió muy rápido Mandy... Así que decidme porque estáis juntos, algo mojados y felices. — me mira elocuentemente.
—Aquí tu amiga ha perdido una apuesta —me señala graciosamente Víctor.
—¡Pero si hemos empatado!
—Ya...— Katia aumenta su sonrisa — Decidme ¿Qué os pongo?
—Pizza para ambos, la del club de la muzzarella. — pide Víctor.
—¿Y no querréis unas toallas también? — propone inocentemente.
Abro la boca avergonzada sin saber qué decir, Katia no es tonta y se huele lo que ha pasado.
Después de tomar el sol un rato en Asenjo, nos vestimos y entre besos y risas, Víctor me cogió como un saco en el hombro y me tiró al río. Le maldecí de las mil formas que conozco, mientras que él no podía parar de reír. Más tarde decidimos volver al pueblo para comer algo, ambos llevábamos aún la ropa algo humedecida tras la broma de Víctor.
¿Qué le digo yo ahora?
— Estamos bien, tranquila — Víctor le guiña el ojo a Katia.
—No hay derecho —se cruza de brazos — vosotros habéis estado en Asenjo divirtiéndoos y ni tan siquiera nos habéis invitado.
—¡Pues ya está! — afirmo alegre — La próxima quedada de muzzarella será en el río Asenjo, como antaño.
—Lo voy a proponer al grupo para que confirmen los días que todos podemos —dice Katia emocionada.
— Y a nosotros sírvenos esa pizza, antes de que empecemos a comernos unos a los otros.
4 de Junio de 2015
La bañera de hidromasaje consigue relajarme después de un día muy ajetreado en el trabajo. Cuando vuelva a casa hablaré con Ángel y Alfonso, porque pienso reformar el baño, para meter una de estas.
¿Pero qué estoy diciendo? "Mi casa. ¡ja!" Mi subconsciente se ríe de mis planes iniciales.
Yo había venido para reformar la casa de mi tía, venderla y volver a la ciudad tal como deseaba ella en su testamento.
No sé qué hago pensando en meter una bañera de estas en esa casa, ya que no tengo pensado quedarme a vivir ahí.
"No seas mentirosa, que lo estás deseando" me reta mi subconsciente. Tiene razón, no deseo volver a la ciudad, me encanta este trabajo aquí, no quiero abandonar al club de la muzzarella, y mucho menos a Víctor, después de dos noches sin verle le echo en falta, hizo de aquel día, uno inolvidable. Después de comer en donde Katia estuvimos paseando juntos por el pueblo, por la noche seguimos saciando nuestros cuerpos y acabamos como yo quise la noche anterior: estrenando la bañera de hidromasaje.
"Claro, y ahora te parece que hay mucho sitio aquí..." Desearía ahogarla cuando va de sabelotodo.
Me sumerjo entre las burbujas para evitar no pensar en mi futuro. El sonido de una llamada en mi móvil hace que levante enseguida la cabeza del agua. Veo que es de Víctor.
"Muy inoportuno" se burla mi subconsciente.
Seco una mano, descuelgo y pongo el altavoz para seguir hablando desde la bañera.
—¿Cómo se encuentra mi novia? —escucharlo hablar así de mí hace sentir mis piernas como mantequilla.
—Muy Bien —digo alargando las palabras — disfrutando de la bañera.
—¿Y no me echas de menos?
—Pues en eso estaba pensando, porque estaba a punto de auto-ahogarme...— oigo cómo se ríe levemente.
—Consigo que el amor de mi infancia sea mi novia y ¡se quiere suicidar! —declara con burla.
—Pero tu llamada me ha salvado, no te preocupes friki — digo irónicamente. —seguramente me estarías escuchando con tu superponer.
—Quizás...
—¿Acaso tu poder funciona desde la distancia también?
—¿No lo acabas de comprobar? Puedo llegar a ser muy inoportuno...
—No me lo creo — podría ver esa sonrisa burlona suya si lo tuviera enfrente.
—¿Y no me echas de menos? ¿Ni un poquito?
Mucho.
—Pues deseo concedido.
Oigo cómo introducen una llave en la puerta y la abren. A los pocos segundos lo veo frente a mí con lo que queda de un traje chaqueta: el pantalón y la camisa. Está de brazos cruzados y con una gran sonrisa.
—¿Acaso tus poderes se han ampliado estando en la ciudad? — bromeo.
Intento hundirme lo máximo posible disimuladamente para que no pueda verme tan expuesta.
—¿Sabes que desde que tienes el título de novia puedo verte "expuesta"?
—¡Me estás escuchando! — le reclamo.
El ríe afirmando, en ese momento aprovecho para desequilibrarlo y que caiga dentro de la bañera con toda la ropa.
—¡Estoy vestido! —recalca Víctor.
—Esa es la gracia de tirarte aquí. Eso por escucharme— lo veo levantarse y empezar a quitarse ropa — ¿Qué haces?
—No se... —acaba quitándose los calzoncillos quedando como vino al mundo — estoy en una bañera, me gusta bañarme desnudo.
—Claro...
—Así que mi novia me extrañaba....
—No me gusta como lo haces sonar eso de "tu novia".
—¿Y cómo quieres que te llame? — se va acercando peligrosamente hasta ponerse encima de mi pero sin tocarme. —¿Amor? ¿Gordi? ¿Cariño? ¿Cielo? ¿Mi vida?
—No. ¿Mandy? —sugiero centrada en sus ojos azules tan penetrantes.
Su boca invade la mía con fuerza y deseo, en donde sus manos viajan a mi cintura.
Estando en esta bañera debería de estar yo encima y tener el control.
Rápidamente me coge y sentándose me pone sobre él, rozando levemente nuestras partes.
—Deseo concedido princesa.
Cada vez que me menciona así una ola de placer recorre mi espalda, definitivamente ese nombre sí que me gusta. Observo como Víctor sonríe intuyendo que me acaba de escuchar y entiendo que a partir de ahora me va a llamar siempre así.
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Hola!!!
Espero os guste mi novela.♥
Mil Gracias a todos los que me leéis, me comentais apoyándome y votais.
Un beso enorme y disfrutad.
. • * '¨ '* • ♥ • STEFFY • ♥ • *' ¨' * •.
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Conectada a ti. \#wattys2016/
Romance¿Qué pasa cuando el chico que te gusta es capaz de escuchar tu mente? Esa pregunta me la hago todos los días. Lo peor de mi situación, es que se comunica conmigo telepáticamente. Ya sé, no es algo normal. Pero no estoy dispuesta a que pueda indagar...