-Multimedia: Víctor y Mandy-
Estamos tan cerca de rozar nuestros labios, que puedo sentir su aliento en mi cara. Sus ojos azules están clavados en los míos. Un cosquilleo recorre toda mi piel. Me mira la boca y poco a poco se acerca, hasta que nuestros labios chocan, en un lento y tierno beso.
Se mueve con delicadeza y me tiene absorbida, rodeo su cuello y profundiza más el beso. Un jadeo es tapado por la pasión de nuestras bocas moviéndose al compás, sus manos aprietan con fuerza mi culo, apegándose más.
Intento suavizar el beso, tras unos segundos acabamos separándonos un poco y pega su frente en la mía. Sigue abrazándome. Cierro los ojos y suspiro. En sus brazos me siento como en una nube. Sé que ahí estoy segura y protegida. Como también sé que me está contando la verdad, y ya no puede escuchar mi mente.
Le miro a los ojos, se le ve calmado y le devuelvo el abrazo. Ambos apretamos fuerte. Su perfume me embriaga todos los sentidos. Me encanta como huele.
No sé cuánto tiempo estuvimos cogidos, pero sí sé que no quería que me soltase jamás.
—Si te hubiera pasado algo.... No sé lo que habría hecho... —dice cerca de mi oído con gran pesar.
Me separo de sus brazos y un abatimiento se apodera de mí. Estaba a gusto entre ellos.
—Tranquilo —acaricio su mejilla — no pasó nada grave. Fue culpa de los dos. Ahora ya sabemos que no lo vamos a repetir en el coche....
Esa sonrisa instantánea llena de picardía, es una clara advertencia de sus pensamientos.
—Entonces... ¿podemos repetirlo en una cama o en una ducha, por ejemplo?
—No te vas a rendir, ehhh.
—Por supuesto que no preciosa. —Me da un casto beso en la boca y riendo se mete en el coche. Está anocheciendo y las luces de las estrellas ya empiezan a verse.
En pocos minutos llegamos al hotel. Entro a la parte trasera para dejarle allí y marcharme a casa. Un descapotable negro que no reconozco está aparcado junto a los demás coches de la familia Montero.
—Emm, —parece dudar unos segundos qué decir — ¿te apetece tomar algo?
—Vale. —digo mientras apago el motor.
—¡No! Aquí no... Vamos a otro sitio... A... Mozzarella, por ejemplo....
—¿Qué ocurre? —mil ideas pasan por mi mente, quiero descartar la de la rubia pechugona rondando por aquí — ¿Por qué no quieres entrar?
—Porque Carolina aún está dentro y no quiero verla. Ya no tenemos nada que aclarar por hoy. No sé porque todavía está esperándome.
—Vale. —le digo algo mosqueada mientras vuelvo a arrancar el coche. — pero ¿no te necesitarán en el hotel?
—No, hoy está muy tranquilo. Casi no tenemos huéspedes.
Víctor saca su móvil y por el rabillo del ojo veo que manda algún mensaje.
—Ya está, Lucas ya sabe que no voy a ir esta noche. —y me dedica una gran sonrisa.
Aparco cerca de mi casa y vamos andando las dos calles que la separan del restaurante de Katia. Entramos y tan solo un par de mesas están ocupadas. Me siento en una que está cerca de la ventana.
— ¿Qué quieres cenar? ¿Pizza?
— Por supuesto. — le contesto con una gran sonrisa. Víctor va a la barra a pedir y trae unos refrescos con él.
Nos pasamos la cena hablando como nunca lo habíamos hecho. Realmente ahora estamos conociéndonos bien. Se interesa por mis libros y autores preferidos y por mis películas favoritas. Yo hago lo mismo con sus aficiones. Y ambos nos sorprendemos de todas las cosas que todavía tenemos en común. Adoramos los animales, le revelo que me gustaría tener un perro. Pero el piso de la ciudad no es un buen sitio. Después me cuenta todas las trastadas que han hecho sus perros pastores, Anakin y Leia, cuando eran jóvenes. Haciéndome reír.
Llegados al postre me cuenta sobre los planes de la fiesta del 75 aniversario del hotel, que se celebrará de aquí unos días. Van a ir muchos invitados y socios a la fiesta. Y me confirma que "Coralina" también asistirá.
—¿Por qué has cambiado la cara? El padre de Carolina es nuestro socio inversor para el hotel de la ciudad...Son negocios.
—¿Entonces por qué te reúnes con "Coralina", y no con el padre?
—Porque ahora lo lleva ella. —suena exasperado. Parece que a él también le fastidia eso.
—Vaya mujer de negocios te toca, "querido" —intento sonar como ella. Su risa inunda el restaurante.
—No tengo nada con ella. Son negocios, de verdad. —me guiña el ojo —Aunque tus celos me gustan...
—No estoy celosa Friki, — le señalo con el dedo, Víctor alza sus cejas burlón —Y no juegues con fuego....
—Me gusta quemarme contigo, preciosa. —Susurra roncamente.
Una combustión inmediata sacude mi cuerpo. Y siento mis mejillas arder. En ese instante llega Izan con los postres, que me salva de contestar a sus insinuaciones.
—Tienes que probar esto —dice Víctor mientras saborea su tiramisú con moras —Está delicioso.
Coge otra cucharada y me lo acerca a la boca mientras me mira fijamente a los ojos. Me deleito saboreando el tiramisú. Está realmente delicioso. Me relamo los labios y Víctor se queda mirándolos fijamente.
—¿Quieres probar tu?
—Por supuesto...
Cojo una cucharada de la tarta de queso y frambuesa y se la acerco, él hace lo mismo que yo. Provocando que también me quede observando sus labios.
—Pero yo me refería a otra cosa —se queja con voz ronca, vuelve a posar su mirada en mi boca.
—¡Chicos! — el grito entusiasmado de Katia, rompe la tensión sexual que se había formado en el ambiente —Que alegría veros por aquí... Y juntos.
—Estamos celebrando nuestra reconciliación. —le guiña el ojo a Katia, relajándose en la silla — Discúlpanos por no avisarte de que estábamos aquí.
—No pasa nada. Me alegro de que lo hayáis arreglado.
— ¿Quieres sentarte un rato? —le pregunto con la intención de no volver a quedarme sola con Víctor.
—No puedo, tengo que preparar los postres de mañana y meterlos a la nevera. En otro momento quedaremos. —Nos mira a ambos —me alegro de que todo siga igual pareja.
—¡No somos pareja! —Reclamo enseguida. Victor alza las cejas burlón.
—Claro. —sonríe Katia maliciosamente. —Buenas noches.
—¿Por qué no le has dicho que no somos pareja? —le cuestiono una vez se a ido a la cocina.
—Porque para mí sí que lo eres. —Abro la boca sorprendida —Y ahora pagaré la cena y te acompañaré a casa. ¿Me vas a invitar a pasar no? Quiero ver cómo va el porche.
Le acompaño a la barra y tras pagar, esa sonrisa burlona suya no se le borra de la cara en todo el camino a casa.
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Hola Wattpanianos!!!
Espero disfrutéis con mi novela.♥
Mil Gracias a todos los que me leéis y votais.
De verdad, gracias por dedicar vuestro tiempo en mi historia.
Sois un pedacito de mi corazon
Un beso enorme y disfrutad.
. • * '¨ '* • ♥ • STEFFY • ♥ • *' ¨' * •.
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Conectada a ti. \#wattys2016/
Romance¿Qué pasa cuando el chico que te gusta es capaz de escuchar tu mente? Esa pregunta me la hago todos los días. Lo peor de mi situación, es que se comunica conmigo telepáticamente. Ya sé, no es algo normal. Pero no estoy dispuesta a que pueda indagar...