CAPÍTULO 11

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1 de Mayo del 2015

Ángel y Alfonso, son buenos trabajadores. Hemos quedado que a partir de hoy vendrán después de comer. Así podré ir a trabajar al hospital por las mañanas tranquilamente y cuando vuelva, ellos vendrán a trabajar.

De vez en cuando los oigo reírse, o maldecir cuando algo no les sale bien. Ambos están en el porche, poniendo el suelo, con la radio en marcha.

Yo estoy limpiando la cocina, bailando y cantando al ritmo de algunas canciones que conozco.

En mi primer día, he conocido al doctor adjunto que tendré. Matheo, de unos 35 años, atractivo, mucho más alto que yo, de 1.90m. , de pelo negro, con un poco de flequillo y ojos marrones. Hemos congeniado mucho y me ha ayudado a ubicarme cuando buscaba los medicamentos, para las inyecciones o las curas. Se me ha pasado la mañana volando.

El sonido del timbre avisa de la llegada de alguien.

—Hola friki. ¿Qué haces por aquí?

—Pasaba a preguntar qué tal tu primer día de enfermera....

—Bien. — ambos nos apoyamos en la barandilla de fuera. — El doctor Matheo ha sido muy amable conmigo.

—Me alegro. —Espero no sea como en la ciudad, con ese cabrón de doctor que tenía.... Víctor me mira — ¿Qué pasó en la ciudad? ¿Te despidieron? ¿O tú lo dejaste?

—Yo lo dejé. —Hago una mueca de desagrado —No estaba a gusto.... Ese doctor quería que yo me acostara con él, me manoseaba, me hablaba mal, siempre aprovechaba para rozarse conmigo... En fin. Una mala experiencia.

Veo furia en su mirada. Realmente lo pasé mal y no quiero volver a pasar por la misma situación.

— Cualquier problema que tengas, avisame.

Afirmo con la cabeza. Ambos nos quedamos en silencio mirando la lejanía. Víctor se mueve con inquietud, ¿Qué le sucede? Está nervioso.

—Bueno... Esto.... —frunzo el ceño, es raro verlo así — Venía a... invitarte a cenar... Si te apetecía claro.

— ¿Cenar cómo amigos? ¿O cenar tipo cita? ¿Estás pidiéndome una cita? —digo recelosa.

—Emmm.... Como amigos que se quieren conocer y tienen una cita para ello. —se excusa astutamente.

— ¿Cuándo? — Pregunto. Él sonríe fascinado.

—¿Hoy?

¿Hoy? ¿Esta noche? Pues si son las seis de la tarde. Joder que rápido va.

Bueno no tengo nada más que hacer. Además así me quito la promesa de Paula de encima.

—Pero... tengo que ducharme y arreglarme...

—Si claro. Pasaría de aquí unas dos horas... Si te parece bien. Si no, cuando quieras....

—Vale. De acuerdo.

— ¿Aceptas entonces? — parece que no se lo llega a creer.

—Si —Víctor sonríe ampliamente. — ¿Pero dónde iremos? ¿A tu hotel?

—No. No. Al hotel no. Quiero tranquilidad y disfrutar de la velada contigo. Si estoy por allí seguro me molestarán. —Parece dudar un momento, una chispa de alegría asoma en su mirada —Es sorpresa. En dos horas pasaré a recogerte. Hasta luego preciosa.

—Hasta luego Friki.

Parece satisfecho. Me sonríe y se marcha silbando la famosa marcha imperial de Star Wars. Haciéndome reír al instante. Se gira y me guiña un ojo antes de subir a su coche.






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